RDJ-Rocquimendaciones 021: Doom Souls, parries para todos. 4z1o1e

Bueno, pues ya venimos una semanilla más a daros impresiones de jueguecillos que intuyo que algunos no conocéis, ni habéis oído mencionar. Cosas poco populares como Doom The Dark Ages o Expedition Service 3 y cosas, juegos de los que nadie habla en redes. Bueno, es verdad que esta vez lo de Expedition Service 3 es coña porque ya lo he mencionado un par de veces y este programa no lo voy a mencionar porque haré un análisis más adelante, un análisis.

El resto de cosas sí, voy a hablar de juegos menos conocidos pero interesantes, vamos a descubrir algunas cosillas juntos y vamos a entrar en un poquito más de profundidad con Doom The Dark Ages, ¿vale? Venga, pues vamos allá porque además no ha habido mucha noticia esta semana así que voy a tener que hacer todo análisis.

Empecemos con Yasha, Legends of the Demon Blade, una versión mangaka de Hades con tres personajes seleccionables, intros y estética anime, diálogos más largos de la cuenta honestamente y un sistema de combate que pone énfasis en el parry. Vas avanzando por salas repletas de enemigos a los que eliminar y tras cada sala obtienes mejoras para tu personaje o recursos que puedes gastar cuando tras los jefes te reúnas con otro NPC que te cuentan su vida y milagros.

El sistema de desbloqueo en general no está mal aunque prácticamente todos son mejoras pasivas que no cambian tu forma de jugar y los distintos personajes le añaden algunas capas de jugabilidad porque sí que son distintos entre ellos pero no tanto como si fueran habilidades diferentes a desbloquear dentro de un mismo personaje. Los enfrentamientos con los jefes y demás son entretenidos y parece majete dentro del género pero tampoco brilla en Excel.

Revenge of the Savage Planet, un juego súper gracioso, simpático y con un apartado artístico estupendo con un guión y diálogos descojonantes que pone al equipo detrás del juego en mi lista de gente con la que quiero salir de parranda. Jugablemente el juego consiste en exploración planetaria mientras un robot flotante te está vacilando todo el rato. Puedes escanear plantas, recursos o formas de vida, que normalmente serán formas de muerte para el jugador, y luego pues mata enemigos o mata peluchitos inocentes y cookies, da igual, mientras buscas los recursos necesarios para ir mejorando tu equipo y sobrevivir en un planeta desconocido.

Y de paso, desbloquear videos parodia que parecen sacados de Starship Troopers. Añádele un modo cooperativo para dos jugadores, online o a pantalla partida, y tienes un juego con una auténtica pintaza que además es muy divertido y artísticamente es guapísimo. Tengo que analizarlo más a fondo cuando lo termine del todo.

Siguiente juego, Mega Knockdown, es un juego de lucha por turnos con un control ágil dado que cada botón hace una acción, que sin embargo permite jugar las bases más comunes del género de la lucha con factores como la distancia, las prioridades en velocidad de distintos golpes o agarres, el engañar a tu rival para que golpee al aire, etc. En cada turno los dos personajes tienen dos acciones, un movimiento y un golpe o cubrirse. El tema es que cuando a la complejidad de un juego de lucha le quitas factores como los reflejos, los combos o inputs complejos, te queda básicamente un piedra-papel-tijera con buenos gráficos y animaciones.

Aquí le quitas también los buenos gráficos y animaciones y te queda Mega Knockdown, que tampoco es que sea tan cutre. No son tan malos los gráficos, al fin y al cabo es un juego de un solo desarrollador y es simpaticote. La idea es muy buena y puede ser útil para el aprendizaje de ciertos mecanismos básicos de los juegos de lucha, pero realmente no me voy profundizando en su variedad de modo online o versus porque no me voy jugándolo mucho más. Al final se siente como un piedra-papel-tijera y no es lo que yo busco en un juego de lucha, pero la idea es buena.

Siguiente juego, Sonokuni. Un juego cuya mejor definición sería Hotline Miami, pero a espadaso.

Un juego que es bastante original, con un aspecto gráfico entre lo grotesco, lo confuso y lo carismático. Y tiene una banda sonora que combina la sensación de hostia, que original, que guapo, con por dios que alguien parezca ya que me voy a volver loco, me cago en su puta madre y no lo soporto más. Y además tiene una jugabilidad rapidísima y es exigente desde el principio.

Cada tipo de enemigo pone a prueba una mecánica distinta para el jugador, y cada sala es una mezcla entre habilidad y puzle. Tú dispones de un espadaso en 360 grados y la posibilidad de ralentizar el tiempo, y con eso ya consigues una jugabilidad que se siente crema desde el minuto 1. Necesito jugarlo más porque me encanta, pero mis neuronas me suplican que el juego lo