Reina en mi microcosmos 50662w

Por la señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro.

En nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, amén.

Señor mío y Dios mío, creo firmemente que estás aquí, que me ves, que me oyes.

Te adoro con profunda reverencia.

Te pido perdón de mis pecados y gracia para ser con fruto este rato de oración.

Madre mía inmaculada, San José, mi Padre y Señor, ángel de mi guarda, interceded por mí.

Santa medieval, se llama Santa Juliana de Norwich, del siglo XIV.

Se le apareció un día, según relata en su libro, se llama el libro del amor.

Se le apareció un día Jesús y llevaba en la mano una pequeña semilla, una avellana.

Y le preguntó al Señor, ¿sabes qué es esto? Y le dijo, es una avellana.

Y le dijo, es el universo.

Lo he creado, lo sostengo y lo gobierno.

Quería hacerle comprender la omnipotencia de Dios y este universo tan inmenso que levantamos nuestra mirada y vemos la infinitud de los astros y de las galaxias y el mundo, el microcosmos y el mundo submarino y el mundo de los ángeles, todo lo que ha sido creado.

Cabe en esta avellana y la tengo en mi mano.

Lo he creado, lo sostengo, gracias a que tengo esta providencia permanente, lo tengo aquí y lo gobierno.

Absolutamente todo está puesto bajo su gobierno, bajo el gobierno del Señor, porque es el Rey, es el Rey del universo, Rex Universorum.

Cuando conversa con Pilato, Pilato le pregunta si es rey, que dicen que es el rey de los judíos.

Y Jesús le dice, tú lo has dicho, yo soy rey, soy rey.

A lo mejor es un título que pensamos poco, a lo mejor pensamos más, por ejemplo, yo soy el buen pastor, muy bien, es un pastor, es un rey, es la luz, es la vida, pero pues puedo pedirle al Espíritu Santo que nos ilumine, parecía que quería decir que eres el rey, el rey absoluto, un rey que ha sido también como la conciencia de los cristianos que han dado su vida y han gritado, viva Cristo Rey.

Yo afirmo, su reinado es el rey absoluto, el rey de todo, de todo, aunque no se le quiera reconocer su reinado, o aunque muchas veces se rechace su reinado, es el rey.

¿Y cómo reina este rey? Pues reina también de manera absoluta, no sólo en esta manera, como recordábamos de esta aparición, no sólo porque tenga todo en su mano, que todo perfectamente lo tiene pues visto y busca que se someta a sus leyes, sino que reina pues de una manera muy profunda, reina a través del amor.

Como se ve tan claro en el momento de la crucifixión, ahí Pilato había puesto Jesús Nazareno, rey de los judíos, y empieza su reinado así, muy sencillamente, conquistando a un pecador, a un pecador condenado a muerte, y le dice efectivamente...