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SICOM RADIO 105.9 PRESENTA SICOM DEPORTES Rocco Atzerra estaba cerca de cumplir 29 años, Bruno Bali contaba con 50, el belga Alphonse Vos 35, Giancarlo Bruchera 34, Andrea Cazula tenía 10 años y en agosto de ese año iba a festejar otro cumpleaños, su padre Giovanni Cazula tenía 43. Seis nombres que tal vez usted no tenga registrados dentro del mundo del deporte y que tan solo representan un poco más de la octava parte de los 39 muertos que generó la llamada tragedia de Geisel el 29 de mayo de 1985. Además de esos 39 muertos, 32 italianos, 4 belgas, 2 ses y un británico, 600 personas resultaron heridas a causa de la estampida en el fondo sur del estadio Geisel de Bruselas, Bélgica, una zona que compartían hinchadas de la Juventus y de Liverpool.

Ese día se iba a disputar la final de la copa europea de campeones de liga, hoy Champions League, jugaban la Juventus y el Liverpool, eran considerados los equipos dominantes de Europa y ya había antecedentes, faltando una hora para el arranque del partido, los llamados hooligans de Liverpool empezaron a lanzar objetos a los italianos, poco a poco de esos lanzamientos los ingleses pasaron a la agresión física, por lo que los italianos buscaron la manera de guarecerse del ataque en su intento por escapar, quedaron atrapados entre las paredes que delimitaban la tribuna y las vallas de seguridad que evitaban el paso al terreno de juego, la tragedia se debió a que su intento por escapar vía la cancha, los aficionados terminaron empujados, pisados y otros cayeron a la fosa.

Nino Cerullo de 23 años, los belgas Willy Schillings de 41 y Dirk Dainik de 28, Giuseppina Conti de 17 años, Barbara Lucci de 57 y los ses Jean-Francois de 45 y Claude Robert de 27, son otras personas que murieron ese 29 de mayo de 1985 en un estadio de fútbol. Liverpool y Juventus se habían enfrentado al inicio de 1985 en la supercopa europea, porque Liverpool era el campeón defensor de la copa europea de campeones de liga y la Juventus de la recopa, que había ganado de manera invicta, los equipos ingleses habían dominado el inicio de la década de los 80s en esa competencia, mientras que la Juve tenía seis jugadores que se habían coronado campeones del mundo en España 82 y contaban con la gran figura de la época en el fútbol europeo, el francés Michel Platini. La Juve ganó 2-0 con dos tantos del polaco Wozniak al 39 y 78 y había dejado con ánimo de revancha deportiva Liverpool y de venganza en sus aficionados radicales que querían demostrar la supremacía del fútbol inglés.

Otro antecedente se puede encontrar en la final de la copa europea de campeones de liga de 1984, cuando el Liverpool se coronó ante la Roma, equipo italiano, el estadio olímpico de Roma fue el escenario del compromiso que terminó igualado a 1 con los tantos de Philip Neal al 13 y de Roberto Pruso al 42, el juego llegó a los penales donde el arquero Bruce Grobelar fue la figura para que los reds ganaran la tanda 4-2 y se quedaran con la orejona, en la cancha había grandes jugadores como Kennedy, Kenny Dalglish, el galés Ian Rush y el escocés Graeme Saunders por el Liverpool que era dirigido por Joe Fagan, la Roma bajo el mando del suaco Nils Lidholm tenía a Franco Tancredi en la puerta, a los brasileños Falco y Toninho Cerezo, a Bruno Conti y a Graziani entre otros, pero fuera de la cancha hubo violencia contra los aficionados ingleses y un año más tarde la previa del Juventus contra Liverpool, los medios sensacionalistas británicos lo recordaron y los ánimos de revancha crecieron, Dionisio Fabro de 51 años, Eugenio Gagliano de 35, sco Galli de 25, Alberto Guarini de 20, Giacobino Landini de 49, Roberto Laurentini de 31, Franco Martelli de 22 y Gianni Mastroaia Co de 20 también fallecieron ese 29 de mayo, la uefa había vendido los boletos separando a las aficiones, pero dejó las cabeceras para aficionados belgas, al no venderse todos los boletos, aficionados de Juventus los compraron al igual que los de Liverpool y se encontraron generando la catástrofe a lo que se sumó una lenta reacción de los cuerpos policíacos y la ausencia de protocolos para prevenir una estampida, tras cinco meses de juicio 14 aficionados de Liverpool fueron encontrados culpables y condenados a tres años de cárcel por la justicia belga, pero cuando llevaban media condena la defensa presentó un recurso al entender que el homicidio había sido involuntario, el estadio se cerró para el fútbol, sólo se efectuaron acontecimientos de atletismo y más tarde fue remodelado para dar paso al estadio del rey balduino que se ha convertido en la casa de la selección belga desde que reabrió sus puertas al fútbol con un gol.