Talismanes y objetos malditos en Madrid - Madrid Misterioso 6x35 3e22

Paseando por Madrid nos esperan al acecho historias inquietantes, luces en el cielo, prodigios y viejos fantasmas que ahora cobran vida de nuevo.

Comienza Madrid Misterioso con Álvaro Martín.

¿Qué es lo más raro que tienes en casa? Piénsalo, ese objeto que es una reliquia familiar o algo extraño que conseguiste en un mercadillo, bueno pues seguramente de lo que vamos a hablar hoy es todavía más raro.

Saludos amigos, amigas, muy bienvenidos a Madrid Misterioso. Hoy hablamos de objetos peculiares que se depositan en ciertos lugares, muchas veces museos, y que han sido recolectados en un libro publicado por nuestro invitado, por Jesús Callejo. Sobran las presentaciones ¿verdad? Os desafío a que nos digáis cuál es vuestro objeto más raro, que lo mismo tenéis algo todavía más extraño por casa.

En fin, no quiero robar ni un segundo más a esta tertulia tan interesante porque después viene otra amiga, otra invitada, a contarnos un caso interesantísimo. ¿Qué pinta un zapato detrás de una pared de una iglesia? ¿Algo tan cotidiano puede llevarnos a un mundo mágico? Amigos, amigas, yo soy Álvaro Martín, esto es Madrid Misterioso, comenzamos.

Objetos extraños, objetos malditos, sagrados, talismanes. Nuestro invitado, Jesús Callejo, escritor, investigador, director de la Escóbula de la Brújula en Podium Podcast, nos presenta su particular gabinete de las maravillas y los misterios. Los 101 objetos más asombrosos de la España insólita. Entre sus páginas vamos a conocer cosas como una cruz milagrosa y a la vez vengativa, juguetes dignos de la peor de las pesadillas, gárgolas espía y hasta cuernos de unicornio. Todo ello con fotografías del autor y con ilustraciones del gran y escobulero también, Marcos Carrasco. Jesús, ¿qué tal? Bienvenido a Madrid Misterioso. ¿Qué tal Álvaro? Un placer aquí coincidir en este pequeño gabinete de curiosidades donde nos apasiona este tipo de objetos bizarros.

Estrenando el libro y, bueno, pues dándolo a conocer a algunos oyentes, sobre todo madrileños, pero de toda España, que a partir de este tratado se interesarán, como ocurre con los libros de Jesús Callejo, por conocer esa España insólita. Oye, Jesús, ¿desde cuándo nos viene el placer o el gustillo de coleccionar cosas raras? Bueno, yo creo que desde siempre nos interesa lo insólito y lo exótico. Lo que pasa es que no todo el mundo estaba con la capacidad económica para poder coleccionar este tipo de objetos. Así que los primeros coleccionistas, pues un poco dentro de nuestro mundo occidental, pues serían los romanos y los griegos, cuando sobre todo empezan a aparecer huesos extraños. No conocían, por supuesto, que pertenecían a los dinosaurios. Entonces pensaban que formaban parte de los antiguos dioses, de los semidioses o de los héroes de la antigüedad.

Y se sabe que, por ejemplo, Tiberio tenía una colección de este tipo de reliquias, de objetos invenosibles, algunos que caían del cielo. Es decir, esos meteoritos también estaban considerados piedras sagradas y, por lo tanto, piedras veneradas. Y todo tipo de talismanes y de curiosidades. Y luego ya con el tiempo, y sobre todo a raíz del Renacimiento y a raíz de los descubrimientos distintos, tanto en Asia como el descubrimiento del Nuevo Mundo en América, se empieza a incrementar esa ansiedad por coleccionar cosas que los demás no tienen. Entonces, ¿quién eran? Pues eso, los duques, los condes, los reyes, los emperadores. Todos aquellos que, además de las reliquias, de las reliquias de santos, también les apetecía tener estos objetos exóticos que bien pertenecían a animales o bien eran inventos, inventos estrafalarios o inventos extraños de algunos personajes, como los autómatas o las cabezas parlantes, que también les gustaba muchísimo.

Y eso es lo que generó los primeros gabinetes de curiosidades y luego, con el tiempo, se convierten en los museos. En museos de antropología, museos de ciencias naturales, museos de arte... Muchas veces recogiendo este tipo de objetos, que podían ser monedas, que podían ser espadas, que podían ser espejos, pero que saliera de la normalidad. Todo lo que es raro, pues les encantaba a nuestros antepasados, si ya tenían antepasados, que tuvieran o bien un título nobiliario o bien una buena conta corriente para adquirir esos objetos. Parte de los museos de Madrid, como por ejemplo el Museo Arqueológico, que también está parejo...