Tiempo para el espiritú 60 - Bienaventuranzas 403t6n

Volar sin miedo nos da a vivir y colmar esperanzas
nos lleva hacia otros y sueños que alcanzan tan solo quien estrena sus alas
Amar es reinventar como dar vida, es hacer fecundo y fétil caro
es quererme como soy y respetar lo que otro ansía
y ponerme a trabajar sin garantías
amar es creer que la alegría se va a quitar
la pobreza de espíritu, el llanto, la mansedumbre, la sed de santidad, la misericordia
la purificación del corazón y las obras de paz pueden conducir a la persecución por causa del evangelio
pero esta persecución al final es causa de alegría y de gran recompensa
el sendero de las bienaventuranzas es un camino pascual que lleva a una vida según el mundo
a una vida según Dios, de una existencia guiada por la carne, es decir por el egoísmo
a una existencia guiada por el espíritu
Buenos días a todos, con estas palabras del Papa Francisco comienzo un domingo más el programa Tiempo para el Espíritu
en el que intento profundizar en el evangelio que escuchamos en la Eucaristía de cada domingo
desde unas claves que nos ayuden a vivir una espiritualidad
nos descubra la riqueza de vida que somos en lo profundo de nuestro ser
y así crecer en la común humanidad que nos une a todos
estamos en el sexto domingo del tiempo ordinario y el evangelio es de San Lucas
las bienaventuranzas, nos dice así
Jesús se paró con sus discípulos en un llano, con un grupo grande de discípulos
y una gran cantidad de gente del pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén
y de la costa de Tiro y de Sidón
Él levantando los ojos les dijo
Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el reino de Dios
Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados
Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis
Bienaventurados vosotros cuando os odien los hombres y os excluyan y os insulten
y proscriban vuestro nombre como infame por causa del Hijo del Hombre
alegraos ese día y saltad de gozo porque vuestra recompensa será grande en el cielo
Eso es lo que hacían vuestros padres con los profetas
Pero hay de vosotros los ricos porque ya habéis recibido vuestro consuelo
Hay de vosotros los que estáis saciados porque tendréis hambre
Hay de los que ahora reís porque haréis duelo y lloraréis
Hay si todo el mundo habla bien de vosotros
Eso es lo que hacían vuestros padres con los falsos profetas
Explicar las bienaventuranzas racionalmente es un esfuerzo condenado al fracaso,
porque sobrepasan toda racionalidad. Sin experiencia profunda de lo humano,
las bienaventuranzas son un sarcasmo. Ni el sentido común ni el instinto pueden aceptarlas.