UHEP #1090 - Un memorable Raw After Mania 64341k

Ya no importa quién me intrudece en mi baile Si hecho Mike el Socho en Sina, pelearé hasta el...

Buenos días, buenas tardes, buenas noches.

Bienvenidos, yo soy Alejandro Gómez.

Hoy es 22 de abril del año 2025 y este es el episodio 1090 de Último Hombre en Pie, un podcast de lucha libre.

Estamos ya de regreso en casa para hablar de un memorable Roafter Mania.

Todo lo que no fue WrestleMania 41 lo ha sido, el Roafter Mania, y te habla un poco de la futilidad del tiempo, de qué rápido pasan las cosas, de cómo nos olvidamos de forma muy sencilla de lo que pasa, ya sea bueno o ya sea malo, y cómo eso lo aprovechas siempre WWA a su favor para marcarte la narrativa.

No es que es una historia a largo plazo, no es que no te estás enterando de la película, no es que esto ya se verá, no, es que disfruta, ¿no? Como diría Triple H, no, es que, claro, no puedes criticar, y si criticas, que te follen, lo dijo así, de forma literal.

Bueno, pues vale, ¿no? Entonces, claro, WrestleMania 41, pues te quedas con un sabor de boca agridulce, porque dices, hay cosas que han funcionado y otras muchas que no, y las sorpresas de Joe Hendry, de Becky Lynch, todo lo que sucedió a nivel cuadrilátero con Illo Sky, con Bianca Belair, con Ria Ripley, ese main event de la noche uno brutal, con ese giro de guión histórico, con Seth Rollins alineándose con Paul Heyman y demás, y tú dices, bueno, ¿van a capitalizar? Y piensas, bueno, ¿qué van a capitalizar? Lo que necesitamos no es que capitalicen, lo que necesitamos casi es un reset.

Necesitamos casi que nos cuentes otras cosas, porque a lo mejor estas no están funcionando.

Y la verdad es que el Raw After Mania es ese que te disipa todas las dudas, ese que te deja con la clara sensación de que...

Ahora sí, quizás es un espejismo, qué sé yo.

Quizás solo tenemos que vivir al día y pensar en el presente, y no en el mañana.

Quizás es así como tienes que consumir el wrestling, no lo sé.

Pero lo que tengo claro es que este Raw After Mania fue tremendo.

Espectacular, uno de los mejores de los últimos años, sin duda.

Y que te deja muchas cosas muy diferentes a las vividas del fin de semana anterior, que encajan, que tienen lógica y que, sobre todo, tienen mucho que explicarte.

No son decisiones que vayan a acabar en el aquí y en el ahora, sino que te pueden dar rédito para las próximas semanas e incluso algunas para los próximos meses.

John Cena habla de las fechas que le quedan, habla de cómo el público ha desperdiciado esas fechas, cómo ya no le queda tanto al público de John Cena y que él se va a ir y que no hace ni falta que él defienda su título, que me parece un bastante buen toque.

La entrada me parece maravillosa, con ese negro y esas letras en grande totalmente alejadas de lo que eran los colores de John Cena.

Le quedan 27 fechas y le queda perder el título, volverse Face de nuevo, le quedan muchas cosas todavía por delante.

Pero yo, con todos mis respetos, me permitiréis que piense en La Roca, en The Rock.

Y a mí me encanta que aparezca Randy Orton, pero quien tiene que aparecer verdaderamente es The Rock, porque es a él al que le vende su alma.

No es una invención de las redes sociales, no es una invención del fan, el eterno malvado que critica a la empresa, según Triple H.

Es algo que tú me explicas.

No pasa ese Agile Tour de John Cena si John Cena no le vende el alma a The Rock.

Y The Rock no puede ser ese personaje omnisciente, todopoderoso, que lo ve todo y lo sabe todo, porque necesita ser un hilo vehicular para una historia, y de momento no lo está siendo.

A cambio, claro, tienes a Randy Orton apareciéndole, metiéndole un gran RKO a John Cena y dejándonos con la idea de que vamos a tener un combate de nostalgia, un combate de leyenda, un combate de rememorar cosas, un combate que no va a ser increíble, pero sí va a serlo a nivel puramente narrativo.

Y a veces tampoco le tienes que pedir mucho más a la lucha libre, porque sí, para bien o para mal, lamentablemente o acertadamente, el wrestling no es wrestling.

El wrestling es mucho más que wrestling.

Y en WWE eso se acentúa todavía muchísimo más.

La lucha libre está por debajo de la narrativa, de la historia, de los giros de guión.

Bastante por debajo.

Y este combate es un combate de esos.

No, es que la rivalidad no fue tan buena.

Son dos leyendas.

Se puede jugar perfectamente bien con Randy Orton quiere conseguir el décimo.