Ultimátum Podcast Ep. 1 – Ángel Rodríguez: "Si no hay Constitución, no hay libertad" 2s2z4x

Si no hay Constitución, no hay libertad.

La verdadera importancia de una Constitución se notaría en el momento en que dejara de haberla.

Lo que no se puede tolerar es el desprecio absoluto por la verdad.

Y lo que se puede tolerar menos es la construcción sistemática de falsedades para propagar la desinformación.

Luchar contra la desinformación con más información.

Lo que hay que evitar es que el Tribunal actúe por motivaciones políticas y que el Tribunal se perciba como un agente político más.

Cambiaría de la Constitución algunas cosas, pero la pregunta es cómo cambiaría la Constitución.

La polémica no es la inviolabilidad, la polémica es la inviolabilidad del Rey América.

Creo que con el Senado que tenemos en la actualidad es un órgano que nos podríamos ahorrar.

Sin partidos políticos fuertes, hoy en día, no hay democracia posible. Creo que esa es la realidad.

Hola, soy Cristian Izquierdo.

Antonio Moreno.

Y somos dos estudiantes de la Universidad de Málaga, estudiamos Derecho, y esto es Ultimatum Podcast.

Hoy traemos a un invitado muy especial. Ángel, preséntate tú mismo.

Mi nombre es Ángel Rodríguez, soy catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Málaga y encantado de participar en Ultimatum Podcast.

Para comenzar, nos gustaría que nos dijeras un poco cómo comenzó tu amor por el Derecho, en concreto por el Derecho Constitucional.

Y si pudieras dar algún consejo a aquellas personas que estén dudando sobre si empezar en este mundo, les agradecería.

Bueno, mi amor, como dices, por el Derecho fue un poco accidentado.

Mi vocación universitaria inicial no fue el Derecho, sino la ciencia política.

Yo me fui a Madrid a estudiar ciencias políticas a la Complutense, pero siguiendo los consejos de mi familia, simultaneé esos estudios con los de Derecho.

Y al final, aunque es verdad que el Derecho Constitucional es la rama del Derecho que más relación tiene con la ciencia política, me he inclinado más por esta última.

Y a los que estén dudando ahora si van a iniciar una carrera universitaria en el ámbito del Derecho, pues yo les animaría.

Me parece que el grado en Derecho es suficientemente enriquecedor para los jóvenes que quieren acceder a la universidad.

Te da una perspectiva muy amplia. Antes se decía, además es una salida con muchas carreras.

Bueno, todas las salidas pueden tener carreras profesionales interesantes.

Lo importante es hacerla con cariño, con interés, con pasión.

Sí, yo no desaconsejaría a nadie que estuviera dudando de estudiar Derecho dejar de hacerlo. Me parece una opción bastante buena.

Por contextualizar, Ángel, ¿qué dirías, como primera pregunta, cuáles son las constituciones más importantes de España? Las constituciones más importantes de España. Bueno, sin duda alguna, la más importante es la que está actualmente en vigor.

Y ahora justificaré por qué digo esto. Pero es verdad que a lo largo de nuestra historia constitucional hemos tenido un buen número de constituciones, probablemente demasiadas.

Probablemente en esta historia constitucional adolezca de una excesiva inestabilidad.

Aunque tampoco hay que tener aquí una especie de complejo de inferioridad porque lo mismo ha ocurrido en muchos otros sitios.

Pero yo destacaría tres. La que tuvo un carácter más simbólico en todo el siglo XIX español fue la Constitución de Cádiz.

Además fue un inicio espectacular de nuestro constitucionalismo, una constitución que se aprueba teniendo en cuenta que solamente habían transcurrido escasamente 20 años desde la primera constitución, la de los Estados Unidos.

Así que empezamos muy pronto y con muy bien pie. Lo que pasa es que se truncó y precisamente porque la Constitución de Cádiz tuvo una vigencia muy corta y muy accidentada, pues enseguida se convirtió en un símbolo.

El símbolo de la libertad en la España del siglo XIX fue la Constitución de Cádiz.

La segunda constitución, que también tuvo un destino un poco parecido al de Cádiz, que empezó también de una forma espectacular, que luego fracasó y que por eso se convirtió en un símbolo.