Un golpe de Estado silencioso 6s1ta

En libertad, con Jano García.

Damas y caballeros, ¿qué tal? ¿Cómo están? Sean bienvenidos a esta noche del 25 de marzo de 2025. Hoy tenemos una noticia que seguramente pase desapercibida y que muchos incluso nos den la importancia que realmente tiene, y es esa guerra que aquí ya hemos comentado en numerosas ocasiones, que cada vez es más cercana ese choque de trenes entre el Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional. ¿Por qué? Porque como saben ustedes, hablamos mucho de Sánchez y desgraciadamente la oposición pues tampoco le da la importancia que tiene a un tipo siniestro que si se hace justicia algún día en este país debe acabar en la cárcel, que es Conde Pumpido. Porque sin ese Tribunal Constitucional que está al servicio de Pedro Sánchez, muchos de los problemas, muchas de las cuestiones que abordamos, no estaríamos hablando de ellas.

La cuestión de la amnistía es imposible, imposible que estuviésemos hablando de esto si no fuese por Conde Pumpido. Es que Pedro Sánchez hoy no estaría en la Moncloa. Es que todas las concesiones que se están otorgando los secesionistas, si se hacen es precisamente porque Conde Pumpido y ese Tribunal Constitucional lo tolera. ¿Y la noticia relevante cuál es? Pues bueno, la noticia relevante es, sin duda, que ya saben que la semana pasada lo contamos aquí, que la Audiencia Provincial de Sevilla dijo, oiga, un momento, esto de que venga a abrir una sentencia al Constitucional a decirnos que no, que estos son inocentes lo de los ERE y no pasa nada, no, no, vamos a preguntar a Europa.

Porque claro, hoy son los ERE, pero mañana pueden ser el Fiscal General del Estado, la mujer del Presidente del Gobierno, algún ministro, el propio Presidente del Gobierno... Imagínense, no es exagerado decirlo, un país, un país, cuyas sentencias que haga un tribunal llega al Constitucional y dice, a ver, dámela, esto fuera, venga, indultado, fuera, se acabó. Como digo, el Tribunal Constitucional, ¿de quién depende? ¿A quién sirve? Y la oposición no dice nada al respecto, es muy triste. No vamos a manifestarnos, habría que estar completamente seteando continuamente el Tribunal Constitucional. Pero nimú. Y de Conde Púmpido tampoco nadie dice nada.

Pues nosotros desde aquí, humildemente, pues hacemos lo que podemos para alertar de algo que, sin duda, es extremadamente peligroso. Y es hacia donde nos vamos deslizando. Ya saben que España, pues si no es por ese puñado de jueces, ya sería... bueno, quedaría el Rey como último obstáculo para Pedro Sánchez. Pero esto es lo que está ocurriendo. Y no se está señalando. Están todos con los presupuestos, oye, preséntalos, no preséntalos. Que sí, que sí. Algunos hoy, muy divertido, decían, claro, es que la Constitución obliga, obliga a presentarlos. Y dice, pero todavía, todavía, de verdad, en 2025, estamos con la Constitución.

Pero ¿qué Constitución? Si luego el que determina si es constitucional o no es Conde Púmpido, que es el mismo que ahora está maniobrando para conseguir asaltar la justicia, como no han podido hacerlo, a través de la renovación constitucional del Poder Judicial, eliminando a los jueces que no les gusta, pues a ver si por esta vía lo conseguimos. Y luego están los que viene Europa a salvarnos. Europa no nos va a salvar de nada. Sí, pueden imponer multas, como le pasó a Polonia, o como, por ejemplo, también ha intentado Netanyahu con Israel.

O sea, las cosas como son. Esto de asaltar la justicia, pues en fin, es algo muy propio, independientemente de las ideologías. Pero es extremadamente grave. Y desafortunadamente no le están dando la importancia que tiene. Pero como hay alguien que nos lo va a explicar mucho mejor, y tenemos la suerte de contar con ella, vamos a saludar ya a Guadalupe Sánchez para que nos explique de qué va todo esto. ¿Qué tal, Lupe? ¿Cómo estás? Hola, ¿qué tal, Jano? Pues, oye, la semana pasada, como no ella, nos abandonas y no vienes aquí. Bueno, bueno, bueno.

Pido perdón, no volverá a ocurrir. Son causas justificadas. Pero acuérdate que la semana pasada hablamos del constitucional, de lo que había pasado con la Audiencia de Sevilla, y hoy justo hay otro caso.