Veneno y desesperación: El misterio de La Soledad 4n1i1q

Días extraños con Santiago Camacho.

Hoy os propongo un viaje.

Vamos a viajar en el espacio y en el tiempo.

Vamos a viajar a una época muy complicada, una época muy difícil, 1940, plena posguerra española, y vamos a un barrio obrero, que es La Soledad, en Mallorca.

Pues, ¿qué nos podemos encontrar ahí? Pues, tensiones sociales, represión, y un caso, un caso escalofriante, unos misteriosos envenenamientos que sacudieron la tranquilidad o precaria tranquilidad en aquella época de sus habitantes.

Hoy vamos a hablar con los autores de Las asesinas de La Soledad, que es una maravillosa novela gráfica que tiene muchísimas capas, que tiene muchísimas zonas de lectura, y que trata precisamente sobre este asunto, pero con muchísima profundidad.

Ellos son Enric Pujadas y Tomeu Riera.

Bueno, pues yo creo que para empezar, la pregunta es obvia.

¿Qué os llevó a interesaros precisamente por este episodio en particular, por los envenenamientos en La Soledad, y sobre todo también cómo descubristeis esta historia que para una crónica negra tan nutrida como suele ser la de nuestro país, pues es relativamente desconocida? Bueno, esto parte de un encargo de la editorial de Dolmen, que está haciendo una serie de cómics en plan crónica negra de España, y me hacen un encargo súper abierto, en plan crónica negra de España, lo que tú quieras.

Entonces empecé a mirar y tal, y los casos primeros que encuentro son los más conocidos a nivel de España, y hay películas, hay documentales, resulta que hay cómics de la propia Dolmen que ya tocan en algunos casos, el de Roma Santa, el del Arropiero...

Entonces decidí irme a buscar algo más local, y buscando, pues encuentro este caso, lo encuentro en alguna noticia de periódico, en algún podcast que ya lo mencionaba, pero todos con muy poca información.

Uno de estos artículos mencionaba un libro que era un recopilatorio también de casos de asesinatos en la Isla de la Calma, en diferentes épocas, y a partir de ahí, pues la editorial me pone en o con Tomeo Riera y nos ponemos a trabajar.

En esta historia vuestra, yo creo que es mucho más importante que el qué o el cómo, el quién y el por qué, porque realmente es lo que me ha transmitido, son historias de las protagonistas, porque son todas mujeres, son historias que dicen mucho sobre la época, dicen mucho sobre la condición de la mujer en aquellos días, y hay una figura, que es Magdalena Castell, la curandera, la figura central de la trama, que fue lo que representó un mayor desafío para representarla.

Intentasteis plasmarla como ejecutora, como víctima de las circunstancias, como ambas cosas? Bueno, no teníamos muchísima información sobre esta mujer.

Se decía de ella que siempre vestía de negro, que tenía cierta forma de bruja, hacía remedios para la migraña, y una de las cosas que me llamaba la atención es que ella practicaba abortos.

Practicar abortos en una época en la que estaba prohibido es posicionarse políticamente, en cierta medida.

Entonces yo me la quise imaginar no como una bruja maligna que vendía veneno, sino como alguien que realmente quería ayudar, que sacaba una pasta ayudando, pero que también solucionaba problemas que nadie más te iba a solucionar.

Me la quise imaginar como una persona que tenía cierta empatía, que no era un monstruo asesino que asesinaba a la gente porque sí.

Y eso me combinaba muy bien con la situación política.

Las mujeres pierden de golpe un montón de derechos, ya no se pueden divorciar, no pueden tener una cuenta en el banco sin permiso del marido, no se pueden sacar el carnet de conducir sin permiso del marido, no pueden hacer nada.

Y además, enseguida que empiezo a investigar la época, me surge el tema de la sección femenina de la falange y el modelo de mujer que te quería vender totalmente.