Vigo esconde... un artista que crea música jugable! con Denis Siks 3mx25

El sillón del Barbero es uno de los espacios más privilegiados de una ciudad, y desde los de Chef de Sailor os descubriremos semanalmente historias que merecen ser contadas, rutas por las que perdernos y proyectos que os sorprenderán. Porque Vigo tiene tesoros escondidos y aquí te los traeremos todos. Soy Erika Vera y te doy la bienvenida a Lo que Vigo esconde.

¿Por qué costará tanto ser profeta en nuestra tierra? Es una pregunta que me hago cada vez que me encuentro con una persona talentosa que aún no ha obtenido el reconocimiento que se merece, y sin embargo sí se lo dan fuera. El invitado de hoy ha conseguido hitos que son increíbles. Hoy me acompañaréis en un mundo que desconozco profundamente, pero que me produce muchísima curiosidad. Porque ¿quién no ha jugado alguna vez algún videojuego? Yo pertenezco a esa generación que se dejaba la paga en los recreativos.

En mi casa, tras la Atari 2600, llegó la Mega Drive, y dediqué incontables horas a ir pasando todas las fases del Sonic. Ah, y el Street Fighter en el bar de la parada del autobús, el Ghosts'n Goblins, el Resident Evil años después en mi Play. ¡Qué nostalgia! Como comprenderéis, leer Capcom en el currículum de quien está hoy a mi lado hizo que aún tuviera más ganas de charlar sobre todo lo que nos tiene que contar. Así que, al lío.

Bienvenido, Denis. ¿O debería llamarte Sotui? No, Denis, por Dios.

¿Sotui ha quedado en el pasado? No, pero no soy yo. O sea, quiero decir, el proyecto musical, el artista, digamos, sí que es Sotui. Pero yo no lo soy. Eso es algo que me costó muchos años...

¿Separar? Sí, sí.

Entender que son cosas distintas.

Porque además yo hacía, pues eso, cosas en Internet. Entonces tenía que separar lo que es la vida real de...

La persona del personaje.

Sí, la contradicción de la persona con el personaje.

¿Pero qué significa Sotui para ti, entonces? Sotui es, bueno, primero de todo es un acrónimo, que significa Seeds of the Infection, que es una flipadura. O sea, quería un nombre que fuera único, que no me pudieran robar, porque yo pensaba, oh, y si llego a ser importante y si me lo roban...

Pero está bien, escucha, hay que tener siempre este pensamiento en grande. Luego ya nos quedamos en chiquititos y no llegamos, pero está bien ser precavido, porque luego te arrepientes.

Dices, ay, si me hubiera sobrado al principio, ahora tengo un nombre más guay.

Sí, pero luego con el paso de los años... Con ese nombre duré dos años y ya me cansaba, porque hacía un show de radio en Internet, tenía que grabar las intros, no sé qué, y yo mismo me cansaba de decirlo. Era muy largo, larguísimo. Y vi que los acrónimos podían molar, vi si el acrónimo funcionaba, me convenció, porque lo puedes pronunciar, que es algo bastante importante. De hecho, hasta cuela como será japonés. Sí, cuela un poco por ahí. Sí, eso fue un accidente de estos, un feliz accidente, porque no fue buscado en absoluto. Pero cuando lo reduje al acrónimo fue cuando dije, vale, esto sí que va para adelante. Antes de eso...

Era como el nombre de un disco heavy metal, quizás. Sí, no me acababa de cuajar. Y como saqué los primeros temas que saqué, que triunfaron, por así decirlo, los saqué con ese nombre. No veas la de problemas que había después, porque unificar las discografías, perfiles de Spotify, luego publicas con un sello, yo ahora publico todo yo mismo, pero publicas con un sello lo escriben de una manera, publicas con otro lo escriben de otra. Lo de poner puntitos entre las letras. Yo tengo que llevar a la vez cuatro perfiles de artista en todas las tiendas online. Entonces es un coñazo. Pues sí.

Que los viejos están muertos, prácticamente, pero me costó... Bueno, a ver, un par de semanas tarde en organizar todo y que quedara todo profesional. Claro, es que aquí, para quien no nos... A lo mejor nos están escuchando y todavía no hemos entrado en materia, ¿no? Totalmente. Es como ya llevamos un rato, pero claro, ¿qué es lo que haces? Pues mira, yo llevo haciendo música... Bueno, llevo haciendo música toda la vida, porque con... Te voy a decir cinco años, pero puede que fueran cuatro o seis. Empecé en música en escuela de música, no en conservatorio. Y estuve tocando el clarinete hasta los 17.