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Hola, ¿cómo estáis? Sí, esta semana estaba yo a punto de hacer esto, me he adelantado.

Lo tenía listo ya. Digo que hemos llegado tarde esta semana porque había cosas más importantes que nos quitaban audiencia, entonces al final decidimos retrasar un poco.

Para que no me pare la sintonía, porque ahora estamos en estado de gracia. Te la pongo yo, mira. Sí, eso sí. Ya está. De hecho, ayer, a la hora que teníamos programa. Habemus Presidente. Creo que decía Habemus Papa. Nuncio Bobis Gaudium Magnum. ¿Por qué los cardenales casi siempre se equivocan? Es una fórmula estándar que lleva cientos de años y que es la única vez que la va a decir seguramente… Por no practicarla. Claro, es por eso. Y la vas a decir en tu puta vida porque rara vez alguien asiste, sobre todo ya en esas edades. Y lo digo con todo respeto. Asiste a nombrar a los papas o anunciar a los papas.

Pero si tú estás a dos días de estar como ellos. No, te digo una cosa y lo voy a decir muy en serio, ya lo dije el otro día aquí. Yo no entiendo por qué la gente… Ayer me… Pues es muy cansado eso. Entrémos… A ver, estábamos en el rollo, íbamos a hacer el podcast, teníamos los programas con la agenda, no daba, decidimos que a ver si podemos hacerlo hoy y yo me quedé en el ordenador reorganizando unos mapas y todo lo demás. Y tenía el monitor, ya dije, me gusta hablar de eso, tengo siempre cuatro monitores abiertos porque tengo un pequeño TDAH.

Entonces hago muchas cosas al mismo tiempo. Entonces en uno de los monitores tenía la famosa chimenea. Y de repente, para mi sorpresa, cuando yo giraba, vi que salía la famosa fumata blanca. Y así que me quedé viendo cómo era el proceso y luego compartía cosas con colegas, alguno de ellos absolutamente laico. Pero coincidimos en una cosa, que la ceremonia es fascinante. Ya está diseñada para que sea fascinante. Es como una final de Champions o algo así. Sí, sí, es fascinante. Y que no sienta ese tipo de energía, como vibra.

Y yo decía, claro, es que saben hacerlo muy bien y la Plaza San Pedro es fascinante y toda la liturgia es fascinante. Todo es fascinante, todo lo acompañas. Y después, tiempo después, ya entré.

Porcurro a ver una cosa en el Facebook y ya encontré, sobre todo, gente que más o menos controlo, el típico mensaje provocador, ofensivo. Y ¿por qué? Yo digo, ¿por qué ofendéis a las creencias de otras personas? Yo no estoy diciendo, bueno, nosotros sacamos la coña que Anaixon tenía y haremos muchas coñas con el Ademus Patam y mil cosas más. Pero yo no pretendo ofender a nadie, ¿sabes? Cuando alguien ofende tan desesperadamente, acaban de nombrar al Papa León XIV. Y hay que ofenderlo.

La primera reacción que tengo es, ¿por qué le tienes miedo? Solo ofendes de una forma tan desesperada y tan rápida, o sea, acaban de nombrar al tipo y ya lo estás insultando 20 minutos después, ¿cuándo tienes miedo? ¿Sabes? Cuando algo te incomoda a ti, ¿de qué tienes miedo? Que los demás tengan creencias. A mí me parece muy bien que los demás tengan creencias y que abracen la fe o su fe, la que sea. Cualquier fe me parece bien, me parece respetable. Yo hoy ayer te digo, asistí con muchísima curiosidad. Ya expliqué aquí en su día que hace años me fascinaba muchísimo esta ceremonia y me habría gustado formar parte de ella como periodista, cuando creía yo que era periodista hace 20 años. Y no, me pareció fascinante, me pareció...

Ahora ya no lo seguiré, porque la parte que viene a partir de ahora es para la gente más... realmente los creyentes, ¿no? Pero para mí, ayer me pareció muy divertido. Y me imaginaba la ronde varias veces contando eso y pensé, no, no sería el escenario adecuado, sería imposible controlarnos, porque nos debemos al personaje que hacemos en la ronde. Que no es que sea un personaje, pero es una especie de performance que todos tenemos una especie de proyección de nosotros, en este caso del podcast. Pero te digo, insisto, me pareció fantástico. Me pareció fantástico. No, no, no estaba mal, no estaba mal.

Sí, sí. Y luego a nivel, a nivel, tú también aprecias esa parte, a nivel audiovisual, todo lo que se monta alrededor. Estaba muy currado, muy currado. Con una sencillez para que no lo parezca. Imaginaros contar una historia visualmente, que es lo que hacen los realizadores de televisión, sin contenido, porque no había nada. Había una chimenea que estaba allí parada y había gente paseando por allí, por la plaza. Es increíble y lo hacían. Es fantástico, es fantástico. Y escuché después, ahora la radio lo hace muy bien, sé que en la gallega lo estáis haciendo, pero no lo escucho. Me gusta mucho la radio,