013 - SECRETOS VATICANOS - PARTE TRECE 2t2l3o

Dos momentos antes de que los generadores se detuviesen alberto estaba tirado en la cama de su ático tenía entre los dedos el lápiz ue se ve que había encontrado en los aposentos papales y lo sostenía en alto mientras lo miraba complacido por los diminutos altavoces de un reproductor portátil sonaban los acordes de esta vida me va a matar la banda gallega los suaves sí mucho mucho seguimos me escuchan de improviso la música dejó de oírse y alberto se incorporó para ver si era el aparato del que había dejado de funcionar lo examinó con detenimiento pero aunque se hubiese estropeado el no iba a ser capaz de arreglarlo por mucho que lo intentara es como esa gente a la que se le estropea el coche y levantan el capó sin tener ni idea de mes canica asomándose a ver qué le pasa pensó se puso en pie y caminó por el pasillo hasta la cocina con la intención de tomarse una cerveza abrió la nevera su mano no encontró nada más alcohólico que un envase de plástico negro y amarillo con las obras de unos fideos orientales pero la luz permaneció apagada mierda dijo en voz alta se puso apresuradamente unos pantalones que necesitaban urgentemente un lavado y bajó al salón para ver si alguien sabía qué estaba pasando sin embargo después de veinte minutos y de varias conversaciones que no habían aportado nada nuevo llegó a la conclusión de que la única forma de averiguar por qué se había ido la luz se iría acercándose hasta el edificio de los generadores pero no tuvo que caminar mucho apenas había salido a la calle vio dos figuras acercándose que sólo podían ser sus amigos espero que tengas algunas cervezas frías dijo manu sonriendo unos pasos antes de llegar a su altura sí claro están en la nevera en cuan restablezca la electricidad seguro que se enfrían respondió alberto fingiendo mohín de disgusto tráete unas cuantas pidió mano tenemos que hablar alberto lo miró inquisitivamente pero no dijo nada se dio media vuelta y fue a por las bebidas mientras manu y carlos subían al salón tres vosotros dos que fumáis dijo alberto después de que le hubiesen informado de sus planes lo digo porque quiero un poco de lo que sea que os habéis metido bueno todavía lo estamos estudiando nadie dice que vayamos a hacerlo dijo mano imprimiendo a su voz un tono neutro a propósito no si yo me apunto aseguró rápidamente alberto a mí es la vida de tranquilidad me aburre pero eso no quita que sea una locura yo ya se lo he dicho intervino carlos pero ya le conoces es cabezón como él solo donde podemos conseguir una bomba que sirva preguntó mano en realidad no hace falta gran cosa no tiene que ser igual a ésta en cualquier ferretería un poco grande debería de haber alguna vale yo voy a buscar alguna en el mapa y tú haz volar un dron para ver cómo está la situación ahí fuera y yo qué hago quiso saber alberto prepara la artillería respondió mano dándole un amistoso golpe en el brazo algo me dice que vamos a necesitarla pasado un tiempo volvieron a reunirse en la azotea el día era soleado y despejado pero a lo lejos una masa de nubes oscuras parecía tener intenciones de descargar lluvia más pronto que tarde manu había conseguido varios planos callejeros de esos que se entregan a los turistas y donde se pueden buscar comercios y empresas siempre que hayan pasado por caja claro y los estudiaba en silencio sentado en el suelo mientras tanto carlos hacía comprobaciones de rutina a dos drones e hizo un gesto de descontento al ver que las baterías no estaban totalmente cargadas si hubiera dispuesto de más tiempo las habría puesto a cargar pero así estaban las cosas aquí veo una empresa de suministros de fontanería dijo de repente mano señalando con el dedo un punto del mapa puede servir seguramente respondió carlos sin dejar de hacer lo que estaba haciendo manu se quedó mirándolo esperando alguna aclaración más pero al no recibirla volvió a hundir la mirada en el plano después de trazar un círculo en ese punto con un rotulador después de varios minu unos y otros tantos círculos trazados en rojo mano hecho el plano a un lado se levantó del suelo y se acercó a carlos que ya tenía en el aire uno de los drones trazando trayectorias circulares en torno a ellos como está el tema preguntó al mismo tiempo que dirigía su mirada a la pequeña pantalla con la que carlos controlaba los aparatos pido contestó carlos con sarcasmo acaso esperabas otra cosa hombre paradójicamente lo interrumpió carlos la zona más despejada es la de los museos y casualmente tenemos desde dentro mano asintió levemente con la cabeza recordando que habían sellado esas puertas con antiguos y pesados muebles pensando que jamás tendrían que utilizarlas después se dio