170. El día de los solteros 1q2y4o

Y al arriba, al momento, da para hablar con nuestra copta capsalera, el Julio Rosales. Julio, ¿qué tal? Muy buenos días.

Buenos días, ¿qué tal? ¿Podemos decir que has venido muy bien acompañado? ¡Hombre! Me ha traído a la loli.

Hombre, por tu señora madre.

Directamente desde Mancía de las Mulas.

Hombre, te ha cogido la oreja.

Que hoy te toca la selección, Julio.

Para que veas, su hijo en la radio. Muy bien, muy bien.

Venga, hoy es el Día Mundial, por si no lo sabéis, del soltero, aparte del Día Mundial de la radio.

Y dado que mañana todos nos llenaremos la boca hablando del Día de los Enamorados de San Valentín, pues hoy Julio quiere dar este espacio a los que transitan por la vida sin pareja, que esto me encanta, transitar por la vida sin pareja.

Has visto que bien escribo. Me encanta, lo haces fantásticamente.

Es que parece que estar soltero aún supone un estigma en el 2000...

¿Tú crees? Sí, ¿no? Es que cuando...

Parece que cuando dices que estás soltero, estás diciendo que no me aguanta ni Dios.

¿Viste así? Es como que da vergüenzita.

Ni siquiera las barcas piensan en los solteros.

Es decir, no hay una campaña publicitaria que diga...

Regálate esa cama hinchable.

Estamos olvidados por la sociedad y por la economía mundial.

Estás soltero, Robert, claro. Yo sí, y que dure.

Y entero, soltero y entero.

Bueno, lo de entero, bueno, sí, bastante entero.

Bastante, bastante. Soltero, para que hay que...

Oye, Julio, pero tú has defendido aquí en más de una ocasión las ventajas del amor, incluso creo que recordar que nos decías que alarga la vida.

Es cierto. O se te hace mal la cabeza.

A lo mejor es eso. Es cierto.

O sea, yo no voy a predicar en contra de la pareja.

En todo caso, en contra de estar con cualquiera, cuando puedes...

Pues es lo mejor solo que me ha acompañado.

Eso sí.

Y que se puede estar muy bien solo, muy pleno solo, y entonces, como tenemos un ejemplo aquí, que yo no estaba seguro y no quería preguntarlo...

Sí, no, yo lo digo obviamente.

Pues él nos lo...

Por si alguien se postula.

Puede apoyar la lista de ventajas que traigo.

Es importante saber eso.

Yo te voy a decir si estás en lo cierto o no.

Vale.

Pues venga, sin más dilación, yo no sé si saldré del estudio ya directamente, y déjanos a vosotros dos.

Vamos por tu lista de ventajas de estar soltero.

Vale, cuando estás en pareja, los problemas como que se llevan mejor.

Pero cuando estás soltero, tienes la mitad de problemas.

Claro.

Es que primero no tienes...

O no.

No tienes a nadie a quien rendir cuentas, no tienes que darle explicaciones a nadie.

Nadie que te avise o que te eche la bronca de que te has dejado unos calzoncillos donde no tocaba o el plato en la pica de la cocina.

Sí, pero eso va a venir después, lo extingo, va a venir después.

Digo, habéis hecho lo que me imagino.

Oye, pues francamente, ya tengo bastante con mis achaques, pues a lo mejor sufrí solo los tuyos.

No, no, no.

Pero las penas con pan son menos penas.

Bueno, pero yo estoy hablando de que se puede ser muy feliz soltero.

No, no, pero es que a ver, hoy es el día.

Mañana, Miriam, hablas de todo lo que quieras, de las ventajas de estar en pareja.

Para eso están las amigas, que te aguantan luego las llamadas por la noche.

Claro, claro.

Una buena pareja también potencia tu crecimiento personal o profesional, salvo si no lo hace.

Claro, te voy a decir uno.

Y es ahí donde voy.

Todas las parejas, oye, puede ser que sí, puede ser que te esté frenando, ¿no? Sí, sí.

Puede ser que no, tienes, estando soltero, más tiempo para llevarte...

¿Qué? Estás poniendo una cara rara.

No, que sí, que sí.

No, es verdad que hay parejas que frenan a base de crecimiento de su pareja.

Claro, hay parejas...

Y es que yo creo que tiene que haber una cosa, creo que vais a estar de acuerdo conmigo, que es que tiene que haber un punto, muchos puntos de iración entre la pareja, ¿no? Y la iración también conlleva un dejarle hacer un poco...

Hablo en...

Me estáis...

Os estáis refiriendo al ámbito profesional, ¿no? Sí, sí, sí.

Pues no le puedes cortar las alas en lo profesional, si tu pareja, que es periodista, se quiere ir al Líbano, pues le tienes que dejar irse al Líbano, ¿no? Bueno...

Bueno, bien, sí.

Sí, sí, claro.

¿Te quieres ir al Líbano? No, no, no, no.

No, pero pensaba en el caso de Almudena Ariza, que el otro día estuvo en un programa de televisión y contaba que ella se pasa toda la vida en Jerusalén y que viene una vez cada dos meses a Madrid y la semana que está aquí es Fuegos Artificiales, claro.

Vale, pero sí que tiene pareja, entonces.

Sí, tiene marido e hijos.

Ah, vale, vale.

Bueno...

Habría que preguntarse, bueno, ¿no te irías a Jerusalén? No, no, no.

¿Dejando aquí a mi familia? Sí, ella ha dejado aquí a su familia hace muchos años.

Si acaso me iría con mi familia, ¿no? Ya, pero tú te vas a llevar tus hijos a Jerusalén.

No, ya...

Dile otra ciudad.

Y mañana aquí...

No, claro, sí.

Va a pasar a otra ciudad menos complicada, ¿no? Vale, bien.

Bueno, ventajas...

Ventajas domésticas, que luego me cortáis, Robert.

Bien.

Ya, estando soltero, no eres ni ordenado ni desordenado, no eres nada, porque solo eres ordenado o desordenado en comparación con...

Claro.

Entonces, viviendo solo, no hay nadie con quien comparar, entonces, no hay un calificativo respecto a esto.

Mira, es que Pedro lo maravilloso...