
176 Una presidenta capacitista, un mayorista deconstruido y un intercambio epistolar. 3b413v
Descripción de 176 Una presidenta capacitista, un mayorista deconstruido y un intercambio epistolar. 6o5ar
Amador Rivas, harto de subir escaleras, propone en junta instalar un ascensor para los interiores, pero los vecinos no quieren. Solo puede obligarles si hay un minusválido en el edificio y él conoce a uno. Bruno Quiroga finge estar enfermo para escapar del acoso de Victoria Rafaela Balmaseda de Unzeta y Téllez-Girón. Berta Escobar encuentra trabajo y obliga a Antonio Recio a hacerse cargo de las tareas de la casa. 4w5m45
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¡Oh, oh, oh, oh, oh, oh! ¡Piratero! Bruno, ¿el agua de tuluca la ha pasado el examen organoléptico y el análisis de control de pH, amonio, bacterias coliformes y clostridium perfringens sin cuidar las esporas? Es la que sale del grifo, Agustín. Pídete la embotellada.
¿Entonces me la cobras? Es que es muy rata, es muy rata.
¡Y ese pescadero! Pianista loco, ponme un colacao.
¿Cómo ha llegado a esto? Yo he tocado delante de la reina de Inglaterra.
Fíjate, te parecía que no se iba a morir nunca y ahí está, en la caja de pinos.
¿Qué pasa, que la Beata ya no te hace el desayuno? Está muy rebelde, está... ¡Quítame los grumos, eh! ¡Quítatelos todos! ¿Uy? ¡Hasta las narices ya de esta mierda de barco! No tengo una idea buena.
¿Pero qué doy yo? Traspásamelo por un euro.
¿Un euro? Oye, que te quito el marrón.
Oye, pero esto es muy grande para una pescadería, ¿no? No, no, no, no, es perfecto, me vale hasta el escenario.
Resucitaré, mi marisquería acabaré.
¿Marisquería acabaré? ¿No has mezclado cafés y libros? Pues yo mezclo percebes y chochetes.
¡Hombre, yo lo veo, eso lo veo, lo veo, lo veo! Puedes llamar a Carlota, que baila muy bien.
Mira.
¡Mira! Por cierto, ¿qué vas a hacer con Óscar? Que se ha tirado a tu hija, el amor de mi vida.
¿Y qué quieres que haga yo, eh? Pues que reviente esa aguililla. Tomaron precauciones.
¿Y yo qué sé? Agustín, cállate, anda.
Ese chaval se lo ha tirado todo, es el fotógrafo Venereas.
Hombre, es que Carlota no solo se ha acostado con él, también se ha acostado con sus novias anteriores y con los novios que han tenido esas chicas previamente.
La vacuna Asteris del papiloma, las tres dosis.
Que no me acuerdo, Agustín, ¡no me acuerdo! Además, que ese tema lo llevaba la Kuki.
Yo le daba de hostias, por lo menos para que no repita.
No, no, a ver si lo voy a reventar, ¡lo voy a reventar! Pero ojo, eh, que va mucho al gimnasio.
A ver, Abador, piensa un poco. No es su fuerte, no es su fuerte.
A mí Óscar no me parece tan mal partido para tu hija.
Es guapo, majete, tiene pelo, un buen trabajo.
A ver, yo pelo no, pero porque soy hipster.
¿Y eso qué tendrá que ver? Aquí tengo todas las vacunas, así que no le pegaría nada.
Que dejes en paz a mi hija, Agustín.
Además, ¿qué pasa de tu culo? Abador, que he intentado olvidarla, pero no sé cómo.
Vives en el centro, esto está lleno de mujeres.
Es cuestión de salir a la calle.
¿Salir ahora que han quitado las mascarillas? Es verdad, es verdad.
No aprovechamos que vivimos en el centro, venga.
Pila tu birra, o sea, la mierda esa que bebes.
¿Dónde vas? Al escaparate.
Mira, mira, ¡y pibitas del mundo! ¡Oh, qué fresquitas van! Yo le doy un 8 y un 9.
Yo un 10 a las 12.
Yo prefiero no puntuar, porque así, sin conocerlas...
Tú eres tonto.
¡Qué bombón de licor! Antonio, ¿qué es una monja? Madre mía, Rancio, de verdad, estás fatal.
Oye, me voy, que me estoy poniendo malo.
¡Nada! ¡Buah! Estas están fuera de concurso.
¿Pero tú qué dices, cabezón? ¡Y tan, coño, que no vemos el panorama! ¡Un 10, un 10! Para mí, un 12.
Yo es que así, sin conocerla...
¿Pero qué hacéis, poniendo puntuaciones? ¿Os estáis viendo, desgraciados? ¿Os puntuamos nosotras? Un 2, un 1 y un 0.
¿A quién le has dado 0? Yo soy el 2, claramente.
La que sé a decir.
¿Me quiere el maestro Quiroga? ¿Tiene futuro nuestro amor? Totalmente. Van a ser muy felices.
Pero si eso se lo ha arcado y es malísimo.
No, no. Significa que don Bruno está colgado por usted.
¡Hala! ¿Y la muerte y el diablo? Ni la parca ni el mismísimo infierno conseguirán separarles.
¡Oh! Siempre pensé que pasaría el otoño de mi existencia carente de emociones limitándome a ver pasar la vida como hojas secas sobre la hierba.
Y mírame, aquí estoy, arrebatada por un torrente de sentimientos.
Ya está, que no me dices nada más.
¿Me puedo coger día libre? Claro que puedes, pero antes tienes que terminar tus tareas.
Si tengo que terminar mis tareas, ya no es día libre.
¡No me seas sindicalista! Venga, prepara algo calentito y se lo subimos a Bruno.
Que el pobre lleva ya una semana enfermo.
Desde que lo besó usted.
¿Qué insinúas? A lo mejor le ha pegado la viruela del mono.
No digas tonterías.
El amor trastoca el sistema inmunológico.
Todavía recuerdo el primer beso que me dio Félix Coronado de Gordón y Zavalbur, Conde de Yecla, mi gran amor de juventud.
Estuve constipada al menos tres semanas.
Diciembre en el retiro, con el culo al aire.
No seas insolente y prepara un caldo de pollo.
No tengo ni pollo ni dinero para comprarlo.
¡Pues pon una pastilla de becrém! Lo estaba guardando para el domingo.
¡Di, da, di, di, da, di, da, di! ¡Pam! ¡Berta! ¿Qué quieres? Sexo.
¡Ay, Antonio, que llego tarde a misa! ¡Venga, un mes de saco, rapidito! ¡Que no! ¡Suéltame! ¡Oye! He trabajado en un parking y he repartido pollo frito.
Me he hecho Conde de Tumbler, domingo.
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