255 Alejar lo tóxico 4am6d

Alejarlo tóxico esta vez no va a estar tan presente la sonrisa en el trasfondo de la reflexión porque el tema no se presta a ello pero considero que es una meditación necesaria y conveniente hay factores que despiertan sensaciones asfixiantes y desasosegante mente molestas cuando los tenemos cerca y pueden englobar todo tipo de elementos desde materiales e inmateriales rebasando incluso tú todo eso y extendiéndose también a personas y es quizás en estas últimas en las que busco centrarme hoy porque a cualquiera le resulta familiar caer en la cuenta de alguien de nuestro prójimo que ejerció una influencia no sólo negativa sino también perniciosa y dañina en nuestro ser es innegable que del mismo modo que existen seres que enriquecen nuestra vida los hay también que la empobrecen desgastan o degradan porque hay presencias que lamentablemente parecen encarnar esa toxicidad que suponen representaciones incómodas negativas y o bien absorbedor así de buenas vibraciones o bien emisoras de onda las funestas la gente tóxica descarga todos sus malestares su amargura su renuncia sus intrigas y su pesar en los demás es como si anduviera envuelta por un invisible halo negro que proyecta desánimo y pesimismo en derredor si algo así amenaza nuestro entorno hay que procurar situarse a una prudencial distancia de esas nefastas influencias marcar los límites con ellas y evitar en la medida de lo posible que sí su influjo afecte a nuestra vida a nuestros propósitos o a nuestros asuntos pero sin llegar a extremos como los que acabo de apuntar no podemos olvidar que el mundo es muy heterogéneo diverso y dispar y eso entraña que unos y otras no seamos siempre afines que no en todo momento ni a todo el mundo causemos beneficio o infunde hemos calidez y que lo contrario y que nos coloca en el lado opuesto también pueda producirse porque del mismo modo que podemos no contemplar con benevolencia y agrado a personas que sí parecen infundir eso en muchas otras de forma mayoritaria también sucede lo inverso que respondemos abiertamente y sin l la menor cautela con otras a las que en su mayoría se reacciona con reticencia suspicacia o reserva todos y todas emitimos señales seamos conscientes de ello o no y esas transmisiones tienen su efecto y sus repercusiones eso implica que si las emanaciones que percibimos de quien se haya a nuestro alrededor o cerca nuestro nos ocasionan una suerte de malestar o desagrado desapacibles hemos de poner una barrera y armarnos de la suficiente en the coraza para impedir que esos efluvios nos asalten porque si no lo hacemos el paso siguiente pinta antipático dando lugar a que nos embarguen la tristeza la fangosa animadversión la impotente cia o incluso la sensación de culpa no permitas que eso que destila malas vibraciones