
Descripción de Ciudades de Humo 54132d
De Joana Marcús Alice nunca ha salido al mundo. Su cena es a las nueve en punto, su sueño dura exactamente ocho horas, jamás tiene una sola arruga en la ropa, parpadea 86400 veces al día, respira 30000 veces al día, solo habla cuando le preguntan, jamás ha levantado la voz y, lo más importante, jamás se ha preguntado qué pasaría si todo cambiara. Pero, ¿y si eso ocurriera? En un mundo donde la libertad está controlada, ¿hasta dónde serías capaz de llegar para recuperarla? 1f3v1o
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Ciudades de una trilogía fuego de android que no podía dormir hacía días que se repetía exactamente el mismo sueño o quizás meses era difícil saberlo con exactitud hay el tiempo pasado tan despacio que perdía la noción y ella ni siquiera recordaba haber soñado algo distinto en toda su vida no sabía hacer era del todo normal con mismo sueños se repitiera una y otra vez pero no se atrevía preguntárselo a nadie todo ello no deberías tener la función de soñar era un androide y se suponía que es que esto no pensaban por sí mismos no tenía imaginación los sueños forman parte del imaginación a veces se pregunta ciudad además android señor como ella y pensaban tanto en bueno en todo nunca le preguntaría por miedo pero quería pensar que si lo hacía que ya no era tan diferente aunque el padre yo su creador solía decir que ella siempre había sido especial graso última creación y gama y todos sabían mejor creador de la ciudad ella se llama cuarenta y tres un androide no tenía derecho a recibir un nombre humano solo que los demás que ama número de serie aún así su padre la llamada años cuando estaban solos estaba este nombre humano así que mentalmente se refería a sí misma del mismo modo hacía que se sintiera algo más que un número cualquiera larga lista por supuesto no era algo que pudiera decir delante de sus compañeros de los demás padres así que en público seguía siendo las más la tranquila cuarenta y tres tercera androide de la quinta y última generación al le resulta difícil dormir y por si fuera poco siempre era la primera en despertarse como no podía moverse la cama hasta que son de buenos días siempre espera pacientemente mirando al cielo a través del venta uno que había a unos metros de distancia si bajado un poco la mirada entre su cama y el pentágono veía la cama de cuarenta y dos que dormía plácidamente ese aspecto siempre le había enviado nada más tocar la cama y además parecía tan tranquila ojalá pudiera ser lo mismo no obstante despertarse la primera tenía sus entradas todos estaba más silencioso cuando los demás dormía podía ser lo que quisiera siempre y cuando no se moviera la cama claro y era la única hora del día en que nadie absolutamente nadie está vigilando sus movimientos como quitar son enorme peso encima aunque fuera solo por un rato a veces también observa la habitación dormir en el edificio principal en la tercera planta tenía un pasillo sólo para los android con habitaciones igual para cada grupo las dos primeras puertas estaban reservadas para la primera generación la derecha para los chicos y la izquierda para las chicas hasta llegar a las últimas al y pertenencia al grupo de la última puerta izquierda junto con el resto de las chicas de su generación las habitaciones eran bastante costeras tenía forma cuadrada las paredes están pintadas de blanco y el suelo griffith no conocía el nombre del material pero no gustaba estaba bastante frío cuando ponía los pies descalzos en el por las mañanas los únicos muebles eran las cinco camas repartía para que cada una tuviera su propio espacio personal y la mesa que había junto a la puerta una mesa rectangular de metal en las que las ponían la ropa que debía llevar cada mañana ali no sabían qué momento ponían la ropa aquí ella era la primera que se despertaba y aún así no había conseguido haberlo nunca justo entonces al dispersión movimientos con el trabajo del ojo cuarenta y dos se había despertado y se estiraba perezosa era han traído con la que más había hablado en su vida pero nunca mantenía conversaciones muy extensas se limitaba a comentar el maravilloso tiempo casilla que estaban por los padres por cuidarlas y
Comentarios de Ciudades de Humo 5p495s