
Condotieros: Los Señores de la Guerra en el Renacimiento 60711q
Descripción de Condotieros: Los Señores de la Guerra en el Renacimiento 6u5s8
Durante el turbulento Renacimiento italiano, el poder no solo se disputaba en los palacios y las cortes, sino también en los campos de batalla. Ahí es donde entraban en juego los Condotieros, mercenarios de élite al servicio de ciudades-estado, papas y príncipes que moldearon el destino de Italia a golpe de espada y estrategia militar. Desde las intrigas de los Visconti en Milán hasta las campañas de los Sforza y el temido Bartolomeo Colleoni, exploramos el auge y caída de estos señores de la guerra, auténticos maestros en el arte de la guerra y la política. Descubre quiénes fueron, cómo operaban y por qué su legado aún resuena en la historia militar europea. Un viaje por la Italia renacentista, donde la lealtad tenía precio y la supervivencia se decidía en cada batalla. ¡Exclusivo para fans! 🔓 ¿Quieres acceder a esta y otras historias únicas? Suscríbete y forma parte de nuestra comunidad más selecta. 🎙️ Esto es Que Vuelen Alto los Dados... Comenzamos. 🖖 Síguenos en: · Nuestra web: https://quevuelenaltolosdados.com/ · YouTube: https://www.youtube.com/@QueVuelenAltolosDados · TikTok: https://www.tiktok.com/@quevuelenaltolosdados?lang=es · Facebook : https://www.facebook.com/QueVuelenAltoLosDados · Instragram: quevuelenaltolosdados · Twitter: @QVAD_Hist o: [email protected] Puedes ayudarnos a mantener y mejorar el programa en : https://ko-fi.com/quevuelenaltolosdados 🎼Soundtrack: · The Story, de Alexander Nakara · Black Knight, de Rafael Krux. · Hymn heroes epic. · Adventures of Flying Jack Free for Commercial Use, Free Of Royalties, Free Of Attribution, Creative Commons 404m3q
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La humedad imperante hacía rezumar las armaduras y todos los objetos metálicos.
No era de que extrañar, pues el campo de batalla elegido estaba entre un desagüe y un canal que vierten al río Adige, y además no había parado de llover en los últimos días.
Estamos en el Año del Señor de 1387, 11 de marzo.
Las jornadas anteriores se aprovecharon para asentarse al oeste del río, para esperar a los veroneses desde una posición defensiva, mejor que desde el sitio de la ciudad de Verona.
Y es que al condotiero inglés no se le escapaba nada.
John Hutwood, aunque por estas tierras ya todos lo conocían como Giovanni Cuto, un personaje extraño pero inteligente.
Nadie como él sabe organizar una buena batalla, pues sus años peleando ya ascienden a unos decenios.
En su lista de señores figuran de los más poderosos de Europa, incluido el papado.
Si hay alguien capaz de derrotar a los veroneses, es este condotiero extranjero.
De hecho, él fue quien decidió establecerse aquí, en Castañaro, y no retroceder hasta el depósito de Castelbaldo, que sería lo que habría visto en esta zona anegada.
Seguro que dispone de un plan para sorprender a Giovanni Ordelafi, el de Forli.
Hacía unas horas que había amanecido, pero la actividad se había comenzado desde mucho antes.
El capitano no paraba de dar instrucciones de ir de arriba para abajo sobre todos estos terrenos.
Naturalmente ya tendrá a buen seguro la táctica diseñada, aunque no descartará poder variarla según se comporten los veroneses.
Se le veía dispuesto al frente de las tropas paduanas, símbolo de su profesionalidad y entrega a su trabajo.
Como buen capitán, Condotiero no deja nada al azar y procura servir a sus señores con la máxima eficacia.
A buen seguro que cualquier victoria bien aireada le reportará mejores y mayores contratos con las mejores señorías del norte, que son los que más dinero tienen y mejor pagan a sus mercenarios.
Las tropas veronesas habían comenzado a aparecer y ya se disponían sobre la loma.
Los caballeros de Ordelafi parecen superar en unos miles a los paduanos, pero no parece que hoy vaya a tener mucho trabajo la caballería, dada la humedad del terreno.
Parece que es la infantería la que llevará el mayor peso.
Según la están disponiendo frente al canal y los numerosos haces de juncos que están transportando al borde de la hondonada.
Mientras los paduanos van situando su carroquio en la retaguardia, donde se pueden distinguir bien sus colores y en breve será rodeado por cientos de arqueros montados y caballeros ingleses.
La infantería se dispondrá frente a la veronesa.
Parece que será un duro día de lucha cuerpo a cuerpo.
Sobre el mediodía da comienzo la embestida de la infantería veronesa y tras un largo combate ganará terreno a los paduanos.
Pero el inglés tenía un as guardado en su manga.
A pesar de la inferioridad numérica de la caballería y las condiciones del terreno, los arqueros y ballesteros montados darán un rodeo por las aguas poco profundas del río Pederoso a través de su flanco derecho para sorprender a las fuerzas veronesas por su retaguardia.
Tras la descarga de todas las flechas, los hombres armados a caballo cargarán contra el flanco izquierdo veronés deteniendo su avance.
Un inmediato contraataque paduano dirigido por Ulvaldini dará el golpe final.
Los veroneses se verán obstaculizados pronto por la retirada de sus propias fuerzas y se rendirán.
Acuto dirige ahora sus jinetes contra el carroquio veronés para tomarlo apenas sin esfuerzo, mientras las milicias y levas campesinas huyen despavoridas ante la inminencia de una muerte segura.
Tan solo opone resistencia a una pequeña unidad de infantería bajo el mando de Giovanni da Isola que tardarán en caer y pagarán cara a su oposición.
Serán aniquilados por completo.
La batalla de Castañaro ha terminado.
Algo más de 700 hombres han perdido sus vidas, pero en su mayoría veroneses.
Giovanni Acuto ha capturado a miles de caballeros y a unos cientos infantes.
Será aclamado como el gran vencedor dada su inteligente maniobra.
El capitán Condottiero aún ignora que por ello será llamado a comandar las fuerzas de la Gran Florencia, donde con el tiempo su nombre se hará leyenda y su imagen pasará a la historia en el duomo de la ciudad, Santa María da Fiore, pintada por el gran Paolo Uccello.
¡Esto es que vuelen alto los datos! ¡Bienvenidos, comenzamos!
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