Conexión con la conciencia. Con Carles Ruiz-Feltrer el 20 de febrero de 2025. 644r64

Bienvenidos y bienvenidas, pues, más a este tiempo de práctica.

Hoy vamos a servirnos, digamos, de la respiración, de las sensaciones, tanto de las sensaciones de la respiración como del proceso de la respiración, para poder practicar este reconocimiento, esta conexión con la conciencia, esta capacidad de darnos cuenta de lo que estamos experimentando, de lo que está apareciendo en nuestra mente, y por tanto también de ir desarrollando algunas cualidades como la aceptación, el no juicio, que se van desplegando asociadas a la propia práctica.

Iremos entrenando nuestra mente a través de este reconocimiento de las sensaciones y del proceso de la respiración en varias etapas, y después, cuando acabemos, tendremos tiempo, como siempre, de poder compartir cómo ha ido la experiencia.

Vamos a empezar, y por tanto, como hacemos siempre, la invitación al inicio es, vamos a tomarnos unos instantes para conectar con el cuerpo, tomar conciencia del cuerpo sentado en la silla, vamos a comprobar la postura, esta postura que aúna la relajación del cuerpo, los músculos del cuerpo, con una actitud de presencia, de alerta.

Puedes aprovechar para hacer un repaso de las distintas partes del cuerpo a través de una pequeña exploración que puedes hacer a tu ritmo, de una forma autoguiada, empezando por la zona de la cabeza y finalizando en la zona de los pies, dándote cuenta de las sensaciones, tomando conciencia del cuerpo a través de las sensaciones que puedan aparecer a medida que vas recorriendo las distintas zonas, y aprovechando también para relajar, si en algún momento notas que hay alguna zona del cuerpo en la que quizá hay alguna tensión.

Recuerda que puedes aprovechar la exhalación para relajar estas partes del cuerpo donde necesites soltar un poco la tensión.

Puedes incluso imaginar que llevas la respiración a esta zona, a este punto, y sentir como si estuvieras inspirando y exhalando en esta zona, en este punto, aprovechando la exhalación para soltar, relajar.

Esto a veces es una zona donde acostumbra a ser muy receptiva, esto es la zona de los hombros, aprovechando la exhalación para soltar, para que los hombros vayan un poco hacia atrás, y quizá notes como de una forma natural y sin hacer ningún esfuerzo, ayuda este movimiento de los hombros, esta relajación de los hombros, ayuda a mantener la espalda en una posición erguida más natural, sin necesidad de hacer un esfuerzo adicional.

O a veces los brazos, brazos, manos, no intervienen ahora en la postura, y por tanto los dejamos, los brazos relajados al lado del cuerpo, y las manos descansan sobre las piernas, los muslos, o entrelazadas en el regazo, sintiendo una buena base de apoyo en los pies, en el suelo.