Cuento de Navidad de Ray Bradbury 2t573u

Quedaba sólo un día para navidad del año dos mil cincuenta y seis y los padres del pequeño estaban algo preocupados este sería el primer vuelo espacial de su hijo y querían que fuera la mejor experiencia de su vida pasaría la navidad en el espacio y habían pensado en llevar como regalo un precioso art bono navideño repletos de pequeñas luces blancas al niño le encantaban los árboles de navidad y se iba a ser el más hermoso sin embargo nada más llegar a la estación de naves espaciales se quedaron con el árbol en la aduana no se puede llevar a bordo del cohete dijo a modo de excusa la encargada del pasaje el niño no se entero pero sus padres no sabían cómo solucionar aquello su hijo se quedaría sin regalos de navidad a pesar de todo los tres centraron en la nave y minutos después oeste de espejos dejando en el cielo una preciosa estelar de fuego a su lado y mamá puede mirar por la ventana contaba con insistencia el hijo la nave que se dirigía a marte pasaría unos días cruzando el espacio no ahora será mejor que duramos dijo con cariño la madre y todos los pasajeros durmieron durante unas horas se despertaron ya de noche según sus relojes neoyorquinos eran las diez de la noche queda para navidad vestidito entusiasmado el niño o me regalo la madre del niño bajo en la cabeza en tu vida pero a su padre de pronto se le ocurrió algo espera me aquí que tengo que preguntar algo dijo mientras salía por la puerta y se perdía por el largo y oscuro pasillo de la nave poco después el padre regreso con una enorme sonrisa el niño volvió a mirar su reloj sólo queda bora bora bora para navidad y me regaló claro que sí hijo dijo entonces su padre y el respaldo te va a gustar mucho de verdad exclamó extrañada la madre pero será el mejor regalo de navidad de tu vida insistió el padre del pequeño mientras guinea va un ojo a su mujer y el niño emocionado se pasó toda esa última hora de nochebuena mirando el lento avance de las manecillas del reloj hasta que las dos separaron en las doce las doce las doce la mitad comenzó a gritar el pequeño mientras daba saltos de alegría y mi árbol dónde está el padre miró a su mujer y a su hijo y les dijo seguirme no está aquí la mujer le miró extrañada su hijo emocionado y ambos comenzaron a seguirlo por el pasillo estrecho que llevaba en la cabina de los pilotos el hombre llamó a la puerta toc toc toc y uno de los pilotos de abordo la abrió iba vestido de forma muy elegante una reverencia al ver al niño os esperábamos dijo entonces la puerta se abrió más los hombres se apartaron y el pequeño se quedó solo frente al enorme venta que dejaba ver la inmensidad del espacio millones de pequeñas luces blancas parpadea van sin parar y el niño se abalanzó sobre el cristal con la bien abierta exclamó impresionados diego jamás había visto nada igual en ese instante todos los presentes comenzaron a cantar villancicos y el niño sonrió su padre dijo esto particular árbol de navidad nunca veras otro con tantas luces blancas sin duda fue la navidad más especial del pequeño