En Clave: Juliana Mesa 566d1o

No, la vida, no me imagino yo no siendo música, pero también creo que la música me ha abierto también la posibilidad, sobre todo en el mundo en el que estoy en este momento en donde me he enamorado de la interdisciplinaridad y creo que es una de las cosas que más he disfrutado en este proceso en Bellas Artes con otros artistas que no tienen nada que ver con la música. Un proyecto que tengo de fagot y videomapping es que es fagot visual, que es simplemente un concierto de fagot solo, pero con visuales, audioredactivas, entonces eso para mí ha sido la música, la posibilidad de encontrarme con otras artes.

Hola, estamos hoy en En Clave con la primera en su clase, una fagotista. Ah no, mentiras, ya tuvimos a Fernando Gil que además de musicólogo era fagotista. Fagotista y profesora investigadora de Bellas Artes, la doctora Juliana Mesa, ¿cómo estás Juli? Hola Andrés, ¿cómo estás? Bueno, Juli, cuéntanos un poquito cómo fueron esos comienzos en la música, por qué decidiste cuando chiquita cómo meterte por ahí. Bueno, yo empecé a tocar fagot cuando tenía 13 años, pero la verdad yo quería tocar uve.

A nosotros nos llevaron al conservatorio, pues con mi mamá me metió al conservatorio en Cali y nos pusieron a escoger en diferentes instrumentos, había un cello, corno, fagot y uve, entonces yo escogí el uve, el cello no me llamó la atención ni cinco y el corno tampoco, entonces pues bueno. ¿Pero alguien tocaba el instrumento? Sí, nos hacían una muestra como de cómo sonaba cada uno de los instrumentos y en ese en ese momento pues el profesor que nos iba a dar clases de uve se ganó un puesto en Bogotá y se fue, entonces a todos los que habíamos escogido uve nos metieron a fagot, entonces a mí me recuerdo Carlos Sandoval era mi profesor, me acuerdo que él me llevó al almacén de los instrumentos, armó el fagot y me midió las manos y me dijo, ah, tú vas a crecer, no hay ningún problema. En algún momento lo podrás tocar.

Entonces dijo, no, sí, sí puedes tocar fagot, efectivamente no crecí mucho después de esos años, pero le he podido hacer unas adaptaciones a mi fagot para que sea más cómodo, entonces más o menos así fue que empecé con el uve. ¿Alargaste por eso los injertos que tienes en los dedos? Sí, algo así. ¿Y te enamoraste del fagot o fue eso como que tocaba y entonces? Pues éramos siete los que estábamos en fagot y de esos siete quedamos dos.

La verdad, el fagot era un instrumento muy especial, la sonoridad y todo a mí me gustaba mucho, no era la más juiciosa, pues era como más un hobby, pero a medida que empecé a tomar clases con diferentes profesores, llegó un profesor de Bogotá y me dijo, ¿por qué no te vienes a estudiar conmigo en Bogotá? Y así fue como que empezó a suceder, como que decidí meterme por el lado de la música.

¿Y en Cali entonces estudiaste en dónde? En Cali estudié en el conservatorio en el Antonio María Valencia, el bachillerato musical.

¿Y cómo era el ambiente allá, pues cómo era? Yo iba al colegio alemán pues normal, hasta las dos de la tarde llegaba a mi casa y a las cuatro empezaba en el conservatorio hasta las siete de la noche. Entonces era como clases de teoría, de solfeo, teníamos orquesta, coro, eran como, sí, era como formación básica musical, pero ellos le pusieron un bachillerato intensivo, entonces yo me gradué del conservatorio con un título de bachillerato musical, como una técnica, entonces es chévere.

¿Y te acuerdas, fuera de Sandoval que me dijiste, te acuerdas de algún otro profe por allá? Allá estudié con Sandoval, con Adolfo León Gómez, con César Vega, pasaron muchos, Gregorio Marín, creo que era, su nombre era, de Venezuela, y Leonardo Guevara, eran como los los profes allá.

Ah, Leonardo estaba allá.

Él viajaba de Bogotá a Cali a hacer unos talleres y con él fue que me fui a estudiar a Bogotá, en el bosque, ya cuando me gradué del conservatorio.

Ya, ya, ya, entonces te fuiste para el bosque ya jovencita.

Sí.

A hacer el pregrado en el, ve y qué tal el programa en el bosque, que no es el cuero, no es.

Era muy nuevo, en ese momento era muy nuevo, ahorita ha crecido muchísimo.

Éramos de las primeras cortes que hubo en el bosque.

Era, era muy chévere, era un ambiente muy tranquilo, además porque era como tan pequeño que todos éramos amigos.

Entonces, era un ambiente muy amigable, era.