En el corazón, Sevilla. Doña María de las Mercedes v4k5r

La historia y las leyendas de Sevilla comentada por Josemaría de Mena.

De una mujer extraordinaria que forma parte de la historia de nuestro país, una mujer que a pesar de haber vivido grandes tragedias personales aprendió a ser feliz, Doña María de las Mercedes.

1910 irrumpe en España con una nueva moda de comer 12 uvas al son de las campanadas que dan comienzo al año.

Esta iniciativa de los cosecheros que tenían un gran excedente de uva.

Europa disfruta de la Belle Époque, un orden político que está a punto de cambiar.

Es un periodo de optimismo y diversión, la ciencia, la cultura y la técnica delatan una sociedad que marcha hacia una nueva moda.

Son días en los que los periódicos españoles dan poca cuenta de acontecimientos políticos salvo el reciente gobierno formado por el liberal Canalejas, noticias sobre Pastora Imperio o las comedias de los Álvarez Quintero.

En las navidades de 1910 los periódicos anuncian el nacimiento de un nuevo miembro de la familia real, María de las Mercedes Cristina Isabel Luisa Carolina Victoria de Todos los Santos de Borbón.

Doña María, que ya desde la cuna tenía tratamiento de Alteza Real, tenía un destino íntimamente ligado a la historia de España.

Hija del Infante de España Carlos de Borbón y de la Princesa de Francia Luisa de Orleans, vivía entre sus antepasados con una innumerable galería de personajes que tienen como título Alteza Real o Alteza Imperial.

Sin embargo su padre don Carlos, hijo de los cóndeles de Caserta, nacido ya en el exilio y doña Luisa que también creció en un semidestierro.

Estos hechos influenciaron en la educación de doña María, que la prepararon para superar situaciones tan duras como su propio exilio.

Su primer viaje lo hizo en una carroza tirada por fabulosos caballos dirigidos hacia el Palacio Real donde sería bautizada.

Irónicamente en su último viaje doña María partió del Palacio Real y la carroza iba tirada también por caballos.

Se dirigía al escorial, lugar que le correspondía por madre del rey y para muchos como reina que había sido.

Recibió los más altos honores, la consideración que en algunos momentos de su vida le había sido negada.

Don Carlos y doña Luisa dieron a sus hijos una adecuación sin privilegios.

Doña María, aparte del uniforme del colegio, sólo tenía dos vestidos y tanto ella como sus hermanos recibían un único juguete al año.

Don Carlos pretendía que los niños fueran educados como hijos de un artillero que eran, más que como de la familia real.

Sin embargo, la relación con su tío, el rey Alfonso XIII, y los infantes fue intensa.

Acudían dos veces por semana al Palacio Real para jugar con sus primos, entre los que estaba don Juan.

El ambiente relajado que vive la monarquía española en la década de 1910 a 1920 no tiene nada que ver con el ambiente revolucionario que se respira en Europa y gran parte del mundo.

La Primera Guerra Mundial y la caída de los grandes imperios parecen cambiar la fecha de inicio del siglo XX.

Abdican el rey Fernando de Bulgaria, Guillermo II emperador de Alemania, se proclama la tercera internacional, el zar Nicolás II es fusilado, Checoslovaquia y Hungría se convierten en repúblicas comunistas.