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El planeta de pascua
Episodio 20.- La misión Beresheet y los tardígrados.

Episodio 20.- La misión Beresheet y los tardígrados. 5695h

18/5/2025 · 10:53
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El planeta de pascua

Descripción de Episodio 20.- La misión Beresheet y los tardígrados. 1k2h48

Es una cuestión ética. Y, además, era una posibilidad. Esas cosas pasan. Cuando diseñas un proyecto de investigación científica en el espacio, tienes que tener analizadas todas las posibilidades. Y tener en cuenta que algo salga mal, es algo básico. Está en todos los manuales. De hecho, todo puede salir mal. O, mejor dicho, todo va bien, hasta que algo sale mal. Y, entonces, la misión se va al traste, con todas sus consecuencias. Pero es una cuestión ética. Y lo que pasó, sin duda, era una posibilidad. Aunque desde 1980 Israel ha estado involucrado en el desarrollo y lanzamiento de satélites (en 1988 lanzó su primer satélite para observación y defensa), nunca había organizado una misión a la luna. Siempre hay una primera vez. Y, en este caso, el ordinal hacía referencia también a los asuntos económicos: iba a ser la primera misión a la luna financiada de forma privada en la historia de la tecnología aeroespacial. Lo fue de hecho. Porque los acontecimientos ocurrieron en 2019. Y la misión de la que hablo es la Beresheet, ‘Génesis’ en hebreo. Así pues, el 22 de febrero de 2019, despegaban desde Cabo Cañaveral, a bordo de un cohete SpaceX Falcon 9, los 585 kilos de la sonda Beresheet construida por SpaceIL e Israel Aerospace Industries. Con un plan de diseño claro de asistencia gravitacional, al despegar, la Beresheet entró en una órbita elíptica alrededor de la Tierra. La idea del plan era ir agrandando progresivamente esa órbita realizando una serie de encendidos del motor Así, la Beresheet utilizó nuestro planeta para aumentar su velocidad y cambiar su trayectoria ahorrando combustible, hasta que fuera atrapada por la gravedad lunar, hecho que ocurrió el 4 de abril de 2019, convirtiendo a Israel en el cuarto país en alcanzar esa meta. El 11 de abril todo estaba listo para que Beresheet iniciara su descenso al Mare Serenitatis, un cráter de unos 700 km de diámetro, cercano al Mare Tranquillitatis, lugar donde el ser humano puso el pie por primera vez en la luna en la misión del Apolo 11. Como datos curiosos acerca del lugar previsto para alunizar por la sonda israelí, podemos decir que se cree que esta llanura basáltica (con más titanio que la media) se formó hace unos 3,9 mil millones de años tras el impacto de un objeto muy masivo. Por cierto, el Apolo 17, la última misión tripulada a la luna, alunizó justo en el borde de este mare, en el valle Taurus-Littrow. Pero no perdamos el foco, que empieza lo interesante. El 11 de abril, decía, todo estaba listo para que Beresheet iniciara su descenso al Mare Serenitatis. Y, justo entonces, comenzaron los problemas. Lo primero que falló fue un giroscopio de los tres que llevaba la nave espacial. La misión de un giroscopio es controlar la orientación de la nave en el espacio, lo cual es bastante útil de cara a realizar con éxito maniobras orbitales y, por supuesto, el alunizaje final. Se trata, en definitiva, de un componente vital para mantener la estabilidad de la nave. Este fallo ocurrió en una fase crítica del descenso. Al fallar el giroscopio, el sistema entero se reinició lo cual desactivó temporalmente el motor principal que estaba en marcha frenando la nave. La velocidad de una nave espacial varía mucho a lo largo del viaje y más si, como la Beresheet, se hicieron varias asistencias gravitacionales para darle impulso con un ahorro considerable de combustible. Pero es interesante el detalle de que, cuando inició su descenso a la luna, la nave viajaba a unos 5760 km/h y, si todo hubiera ido bien, tendría que haber llegado a la luna a velocidad de 0 km/h. Aquí siempre se da un margen que permite alunizar a una nave si va a menos de 18 km/h, aunque esto, obviamente, depende de cada misión. Pero, al pararse el motor principal que estaba frenando la nave, ésta tocó “luna” a una velocidad estimada de entre unos 500 y 900 km/h. Se perdió comunicación con la nave cuando estaba a unos 150 m del suelo. Y la Beresheet se estrelló con toda su carga que incluía un pequeño disco de níquel del tamaño de una moneda grande (pensado precisamente para resistir en la luna). Este disco, a modo de cápsula del tiempo, tenía unos milímetros de grosor pero contenía gigabytes de información grabada microscópicamente: desde una copia de la Wikipedia en inglés, hasta cientos de libros, diccionarios, documentos históricos, información sobre Israel y la humanidad, fotografías, dibujos que hicieron niños israelíes sobre el espacio, una biblia hebrea completa, una bandera de Israel y canciones populares y los nombres de los ciudadanos que apoyaron el proyecto. Pero también llevaba una carga vital con la idea de realizar un experimento del cual dicen que SpaceIL no tenía conocimiento en el origen de la misión… Y, cuando digo vital, me refiero a eso mismo: seres vivos: tardígrados deshidratados. He aquí la cuestión ética. ¿Puede una misión espacial llevar seres vivos a otro cuerpo celeste a riesgo de contaminarlo con vida terrestre? Quiero pensar que esta situación habría sido impensable para los diseñadores de la misión si el lugar de aterrizaje hubiera sido Marte. La luna es un caso, a priori, distinto. La ausencia de atmósfera, agua y nutrientes nos hace pensar que la luna es un cuerpo estéril y hostil para la vida. En el caso de Marte, cuando se diseñaron tanto las misiones soviéticas Mars 1 (1962), Mariner 4 (1964) y Mars 2 y 3 (1971) y las americanas Viking 1 y Viking 2 (ambas, 1975), las sondas fueron cuidadosamente esterilizadas para evitar contaminar Marte con vida proveniente de la Tierra. Hay que tener en cuenta que existen extremófilos que tendrían alguna oportunidad en un ambiente marciano. No digo que puedan sobrevivir mucho tiempo, pero tampoco lo niego. Se habla incluso de una especie de liquen, el Diploschistes muscorum, que podría sobrevivir en Marte. La luna no es Marte y las condiciones serían muy diferentes para los tardígrados de la Beresheet. Pero analicemos un poco la situación para ver qué puede haber sucedido con los tardígrados estrellados. En primer lugar, gracias al satélite LRO (Lunar Reconnaissance Orbiter) sabemos que los restos del choque se esparcieron unos cien metros a la redonda, puesto que este satélite de la NASA logró fotografiar la zona del impacto el 22 de abril. Los restos del choque incluían a los tardígrados, esos seres microscópicos de aproximadamente 1mm de tamaño, con cuatro patas que terminan en garras, una boca, un intestino que tiene su propia microbiota, dos ojos la mayoría de ellos y, por supuesto, neuronas. Aunque son seres que viven en ambientes acuáticos, se han encontrado en todo tipo de ambientes, hasta en nuestras ciudades. Se alimentan principalmente de microalgas, como la Chlorella y se reproducen sexual o asexualmente, mediante partenogénesis e incluso hermafroditismo. Eso sí: para reproducirse necesitan estar rodeados de una película de agua. Y, una vez que el huevo ha eclosionado, suelen vivir de 3 a 30 meses. Hay más de 1400 especies de tardígrados estudiadas a lo largo y ancho del planeta y hasta se ha encontrado un fósil de más de 92 millones de años, de la época del Cretácico, hallado en ámbar, en Estados Unidos. Por la datación, sabemos que compartió planeta con el Tiranosaurio Rex, el Velocirraptor, vamos, con todos los de parque Jurásico que, en realidad, debería llamarse parque Cretácico. Uno de los puntos fuertes del tardígrado como extremófilo en cuanto a resistencia es que son capaces de detener su metabolismo, perdiendo hasta el 95% del agua de su cuerpo. Algunas especies, además, son capaces de sintetizar un azúcar, la trealosa, que utilizan como anticongelante, además de actuar como un vidrio molecular que impediría que las células colapsasen en el caso de deshidratación extrema. En estos casos extremos de deshidratación, el tardígrado hace desaparecer sus patas, quedando únicamente las garras y se mantienen así hasta las condiciones para la vida vuelven a ser favorables. En experimentos, se ha visto que un tardígrado deshidratado puede sobrevivir durante algunos minutos a 272 grados bajo cero de frío extremo o a 150 grados, de calor también extremo. También sobreviven a altas dosis de rayos gamma. Para que nos hagamos todos una idea, 10 Grays son mortales para un ser humano: un tardígrado puede resistir de 1000 a 4400 Gray (un Gray es un julio de energía absorbido por cada kilogramo y un julio de energía es la cantidad de energía necesaria para subir un gramo de agua, un grado centígrado). Los que no sobreviven a ningún tipo de radiación son los huevos, eso sí. ¿Hay por tanto vida ahora mismo en la luna? La pregunta no es baladí, visto lo visto. Los tardígrados que hubieran sobrevivido al choque tendrían que soportar temperaturas que oscilarían entre los 190 bajo cero en las noches lunares, y los 120 durante el día, tendrían que vivir deshidratados ante la ausencia de agua y no dispondrían de su alimento en forma de microalgas. En cuanto a la radiación, eso no sería un problema porque apenas sería de un Gray. Pero, ¿podría algún tardígrado haber sobrevivido al choque? Con esto se han hecho también experimentos curiosos estrellando tardígrados contra arena a diferentes velocidades. Se ha visto que la velocidad límite en la que ejemplares congelados lograban sobrevivir es de 2600 km/h o menos. Es decir, si el choque se produce a más de 2600 km/h, el tardígrado no sobrevive. Como vimos, el impacto de la sonda se produjo entre 500 y 900 km/h, luego al alunizaje forzoso sí que habrían podido sobrevivir. Por tanto, al impacto contra la luna seguro que sobrevivieron, pero el resto de condiciones son demasiado extremas como para que hayan podido sobrevivir y reproducirse. Lo que sí está claro es que hay tardígrados seguramente en estado “inactivo”, latente y a la espera en la luna. Y, ¿no es eso un ser vivo acaso? ¿No hemos, por tanto, contaminado la luna con vida de la Tierra? Llevar los tardígrados a la luna ha sido, ante todo, una irresponsabilidad éticamente inaceptable. 4q283q

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Es la mañana de fin de semana a las 12 y 27 saludo a roberto pascua que es divulgador de astronomía y miembro de la real sociedad española de física que tal rober buenos días buenos días que nos traes hoy porque creo que seguimos en la luna seguimos en la luna que son los tardígrados en la luna cuéntanos, unos bichitos, la verdad es que oyéndonos antes a hablar de radiotelevisión española a israel que traiga yo hoy, ya me he dado cuenta leyendo, ha sido una casualidad rara, ha sido una casualidad terrible porque es verdad que desde 1980 o sea hace más de 40 años israel ha estado involucrado en el desarrollo y lanzamiento de satélites, sí a ver ellos empezaron en ese año que has dicho tú 1980 la cosa es que ellos en software siempre han sido muy buenos entendemos también que con satélites seguro porque bueno el Mossad ya sabéis no es la agencia quizá la mejor del mundo no la más moderna pero es verdad que ellos no han tenido tampoco mucho mucha implicación en enviar sondas a planetas a la luna y demás y hoy os traía una que es curiosa precisamente porque llevaba esos bichitos los tardígrados cuando ya no sé cómo decirlo es decir la nasa decide enviar sondas a marte las primeras que se enviaron y demás y qué hace lo primero que hace es esterilizar esas sondas no israel decide mandar una sonda en 2019 y la lleva llena de bichitos que es verdad que israel dijo que ellos no sabían que estaban ahí sino que los debió meter alguien de la misión pero no ellos pero bueno ahí están y luego encima claro es lo que lo que pasa con estas cosas y si sale mal que fue lo que pasó y si la nave es estrella y cómo se llamó la misión la misión se llamó beresit que es génesis en hebreo la lanzaron el 22 de febrero de 2019 a bordo de una sonda de una nave de space x el falcón 9 y ahí van los 589 kilos de todo el material que llevaba la nave y además la lanzaron de una manera curiosa porque fíjate esta es la primera la primera misión que está patrocinada totalmente por materia por empresas privadas no había dinero público ahí entonces el recorte presupuestario era bastante grande y utilizaron una técnica curiosa para acercar la sonda a la luna no normalmente ese viaje suele durar una semana ellos tardaron un par de meses pero porque hicieron una serie de asistencias gravitacionales nada más despegar haciendo que la sonda describiera una elipse alrededor de la tierra fueron arrancando el motor repetidas veces para darle un poquito de impulso que no gastar mucho combustible para hacer que salir se fuera cada vez se fuera abriendo cada vez más y cogiendo cada vez más impulso gracias a la gravedad de la tierra hasta que ya la lanzó directamente a la luna no la nave salió de la tierra el 22 de febrero llegó a la luna el 4 de abril con esta en esa fecha pues israel se convirtió en el cuarto país que había conseguido que una de sus sondas llegaran a la luna no no aterrizar pero sí que entraba justo en la zona donde aterrizó la última polo muy parecido si la idea de la misión era que que al unizarán en el mar de la serenidad que es un cráter de unos 700 kilómetros de diámetro que se formó hace unos 3.900 millones de años probablemente por el impacto del impacto de un objeto muy grande y está justo ese cráter en el borde del mar de la tranquilidad que es donde como bien decía yaume aterrizó el apolo 11 no con esa primera persona que puso el pie en la luna en el astro el apolo 17 curiosamente que es la última misión que ha habido tripulada poniendo pie en la luna también al unizó muy cerquita del borde del mar de la serenidad en una zona que se llama taurus litro y bueno os decía el día 4 de abril entra en órbita alrededor de la luna y el 11 de abril estaba planificado el que ya empezará el descenso y ahí empiezan los problemas que es lo que ocurre pues que uno de los giroscopios falla de los que lleva un giroscopio al final es un aparato que sirve para controlar la orientación de la nave entonces una vez que falla ese giroscopio el sistema el ordenador de abordo lo que hace es reiniciarse porque no sabe si está fallando porque hay un fallo de sensor o que está fallando realmente no entonces se reinició y al apagarse el ordenador y reiniciarse el motor que estaba frenando la nave claro dejó de funcionar fijaos que la nave empezó su descenso hacia la luna a unos 5.760 kilómetros por hora y tiene que llegar a cero o como mucho a unos 18 kilómetros por hora que es lo más que iba a aguantar la nave ya o sea se dio un testarazo de órdago se dio un testarazo de órdago y claro todo lo que llevaba la nave se desperdició en un radio de unos 100 metros no como bien vio después posteriormente

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