Ezequiel Quintero 5u1k7

Las carreteras conectan destinos, pero también historias.

En El camionero recomienda historias te invitamos a un viaje especial por el mundo del transporte.

Conoceremos a sus protagonistas, conductoras y conductores que pasan sus días entre kilómetros de asfalto. Y también a otros profesionales, algunos conocidos y otros que merecen serlo.

Todos con relatos que inspiran, emocionan y nos acercan al corazón de este sector.

Es un programa de la Fundación Merece que conduce José María Salles.

¡Arrancamos! Hoy nos acompaña un camionero que es sinónimo de compromiso, seriedad y respeto dentro de su sector.

Es uno de esos profesionales que se gana la iración por su forma de trabajar, siempre cumplidor, siempre dispuesto y con miles y miles de kilómetros a sus espaldas por toda Europa.

Quienes lo conocen destacan su puntualidad, su responsabilidad y su carácter sereno.

En el mundo del transporte internacional, donde las exigencias son altas y los márgenes estrechos, contar con alguien como él es garantía de que las cosas se hacen bien.

Hoy queremos conocer a la persona detrás del volante, sus inicios, sus rutas, sus hábitos y cómo vive el día a día en la carretera internacional.

Ezequiel, Ezequiel Quintero, buenas noches, ¿cómo estás? Hola, ¿qué tal José María? Pues muy bien, gracias a Dios.

Gracias a Dios estamos aquí en ruta, para no variar.

¿Dónde te cogemos, Ezequiel? Ahora mismo estoy en Colmar.

Estoy en Colmar aquí porque la verdad es que me dieron las horas para llegar aquí nada más y un área estaba cerrada y con la misma tuve que buscarme la vida, porque aquí tienes que buscar la vida sí o sí para poder llegar a la hora exacta para no pasarte del tacógrafo, porque eso es religiosamente...

Tienes que llevarlo como el padre nuestro, como digo yo.

Eso sí, fíjate, hemos hablado, hemos estado todo el día más o menos comunicándonos.

Voy a llegar, espero que sí, todo iba muy bien y al final, al último momento, te encuentras con un problema de que en el área que tú querías estar, pues no puedes estar, o está llena o están haciendo construcción, ¿no? ¿Esto es así siempre? Sí, sí, sí.

Bueno, aquí cada vez que...

Bueno, cuando salimos siempre tenemos que tener plan A, plan B o plan C.

Siempre, porque la verdad es que te puede surgir esto mismo, que yo ya tenía el área controlada porque me daban las horas.

Me sobraban diez minutos, pero me sobraba una hora más, que es la hora de gracia, como digo yo, que podemos hacer diez horas dos veces a la semana.

Me quedaba esa horita y entonces digo, pues llego con diez minutos y perfectamente el área, un área grande, entonces a las seis y media de la tarde, digo, bueno, pues me da tiempo, porque a partir de las seis y media de la tarde a las siete de la tarde ya las áreas en Europa son horribles, o sea, ya encuentras un área buena donde poder parar, donde tenga un baño en condiciones, donde te puedas dar una ducha, sabes, ya es un poco complicado.

Y lo que me pasó fue eso, pues justamente el área ese, cuando empecé a mirar a diez kilómetros atrás, ponía diez kilómetros del área y ponía parking de PL, los PKL, que somos los trailers, cerrado.

Digo, ay Dios, ¿y ahora? Claro.

Pero bueno, gracias a Dios pude parar y hacer media hora, que me ya había hecho 15 minutos de descanso para los 45, para poder tener esa hora y cuarto que tenía para poder llegar.

Los que nos escuchan del sector se están poniendo dentro de tu piel y lo entienden clarísimamente.

Los que no son del sector deben decir, pobre hombre, ¿cómo van así? Porque, ¿y si se te acaba el reloj de arena ese que lleváis? ¿El tacógrafo digital? ¿Cómo? ¿Qué haces? Es que es muy complicado, tienes que tener, por eso te digo que hay que tener plan A, plan B.