
Hans Christian Andersen - La niña de los fósforos 5n3f5m
Descripción de Hans Christian Andersen - La niña de los fósforos 1h5h1e
Hans Christian Andersen, publico en 1845 este cuento que trata sobre la pobreza, los sueños y aspiraciones, de una niña pequeña. Disfruta de más contenido apoyando en Patreon: https://www.patreon.com/Ellectordemedianoche 3f602y
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El lector de medianoche qué frío hacía nevaba y comenzaba a oscurecer era la última noche del año la noche de san silvestre bajo aquel frío y en aquella oscuridad pasaba por la calle una pobre niña descalza con la cabeza descubierta verdad es que al salir de su casa llevaba zapatillas pero de qué le sirvieron eran unas zapatillas que su madre había llevado últimamente y a la pequeña le venían tan grandes que las perdió al cruzar corriendo la calle para librarse de dos coches que venían a toda velocidad una de las zapatillas no hubo medio de encontrarla y la otra se la había puesto un mozalbete que dijo que la haría servir de cuna el día que tuviese hijos y así la pobrecilla andaba descalza con los desnudos piececitos completamente amoratados por el frío en un viejo delantal debajo un puñado de fósforos y un paquete en una mano en todo el santo día nadie le había comprado nada ni le había dado un mísero chelín volviese a su casa hambrienta y medio helada y parecía tan abatida la pobrecilla los copos de nieve caían sobre su largo cabello rubio cuyos hermosos rizos le cubrían el cuello pero no estaba ella para presumir en un ángulo que formaban dos casas una más saliente que la otra se sentó en el suelo y se acurrucó hecha un ovillo encogía los piececitos todo lo posible pero el frío la iba invadiendo y por otra parte no se atrevía a volver a casa pues lo había vendido ni un fósforo ni recogido un triste céntimo su padre la pegaría además de que en casa hacía frío también sólo los cobijaba el tejado y el viento entraba por todas partes ese á la paja y los trapos con que habían procurado tapar las rendijas tenía las manitas casi ateridas de frío ay un fósforo la aliviaría seguramente si se atreviese a sacar uno solo del manojo frotarlo contra la pared y calentarse los dedos y sacó uno como chispero y cómo quemaba dio una llama clara cálida como una lucecita cuando la resguardó con la mano una luz maravillosa parecióle a la pequeña de la que estaba sentada junto a una gran estufa de hierro con pies y campana de latón el fuego ardía magníficamente en su interior y calentaba también la niña alargó los pies para calentarse los a su vez pero se extinguió la llama se fumo la estufa y ella se quedó sentada con el resto de la consumida cerilla en la mano encendió otra que al arder y proyectar su luz sobre la pared volvió a esta transparente como si fuese de gasa y la niña pudo ver el interior de una habitación dónde estaba la mesa puesta cubierta por un blanquísimo mantel y fina
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