La historia secreta de la evolución 1j1t46

Cada día, todos usamos órganos de cientos de millones de años de antigüedad.

Sin embargo, sabemos muy poco acerca de su historia.

Pero ahora, las nuevas tecnologías científicas de la imagen nos proporcionan una visión inédita de nuestra anatomía.

Una oportunidad única para explorar nuestro cuerpo, conocer su historia y comprender lo que compartimos con otras especies.

Somos una verdadera máquina para viajar en el tiempo.

Cada órgano de nuestro cuerpo apareció y evolucionó según una cronología que la ciencia hoy puede reconstruir.

Tuvimos sexo antes de tener orejas y ojos antes de tener extremidades.

La genealogía de nuestros órganos demuestra que compartimos una larga historia con los demás habitantes del planeta.

Nuestro cuerpo conserva el recuerdo de la odisea que nos hizo pasar de esto a esto.

Científicos de todo el mundo han comenzado a desvelar los increíbles mecanismos que han dado forma a nuestros órganos.

Los primeros grandes capítulos de nuestra evolución nos llevan de vuelta a un remoto pasado acuático.

Fue en el agua donde aparecieron los órganos que hoy nos permiten ver, tocar y reproducirnos.

Este fantástico viaje por nuestro cuerpo nos lleva a los orígenes de las especies y nos muestra que somos un rompecabezas evolutivo.

La historia secreta de nuestra evolución. Bajo el agua.

Los cuerpos que habitamos en nuestra vida cotidiana no son tan familiares que no les prestamos atención.

Sin embargo, por la mañana, delante del espejo, podríamos observar el plan constructivo de nuestro cuerpo.

irar la simetría perfecta de nuestros ojos, de nuestros oídos.

Podríamos apreciar la movilidad de las extremidades o nuestra posición vertical.

Pero todo esto no se hizo en un día.

Sumergiéndonos en nuestro cuerpo, podemos comprender cómo hemos sido construidos.

La organización de nuestros nervios, la estructura del esqueleto, las ramificaciones del sistema sanguíneo, son testimonios de un esquema de construcción muy antiguo, creados en un momento en el que aún éramos criaturas acuáticas.

Y nos emparenta con especies que pueden parecernos muy lejanas de nosotros.

Si nos remontamos a los grupos más grandes de animales, tenemos a los bilaterales, que son los organismos con simetría bilateral.

Los órganos que se encuentran a la derecha son los mismos que los que se encuentran a la izquierda.

Creemos que esta simetría bilateral es el resultado de algunos seres vivos que avanzaban en su medio, impulsados desde atrás y cuyos órganos sensoriales estaban situados delante.

Bienvenidos entre los bilaterales.

El eje de simetría que va desde la boca a este lano nos convierte en herederos lejanos de pequeñas criaturas marinas, como el anfíoxus.

Este eje se organiza alrededor de un cordón nervioso que se puede ver en la parte dorsal del animal.

Predice la futura columna vertebral y la médula espinal.

A partir de esta línea media nerviosa se organiza la estructura del animal.

Este plan fundamental, de 600 millones de años de antigüedad, es el resultado de una serie de genes que determinan la segmentación del cuerpo.

Nuestro ADN es como una tarjeta de memoria que registra sus huellas.

A medida que la evolución avanzaba, la médula espinal se endurecía hasta convertirse en una columna vertebral.