Meditación del mar. Con Xavier García Godall el 6 de febrero de 2025 1c5b53

Para esta práctica vamos a dedicar los primeros minutos a realizar un ejercicio
de atención a la respiración que nos permita aquietar la mente y tener una
mejor disposición para, en un segundo momento del ejercicio, realizar la
visualización y la meditación del mar. Así pues vamos a, antes que nada, coger
una postura adecuada para la práctica, esta postura que combina comodidad con
una predisposición para estar consciente y alerta
y que a la vez exprese dignidad. La columna, te invito a que esté erguida pero sin
forzar, los hombros relajados y los ojos cerrados o entrecerrados
en la medida que esté bien para ti. Te invito para empezar a dirigir la
atención a tu respiración con una actitud de la mente del principiante.
Te animo a que observes tu respiración con una actitud curiosa
a la vez que amable, como si fuera la primera vez que observas
este curioso fenómeno de la respiración. Trata de percibir
por dónde entra el aire, qué sensaciones
provoca en el cuerpo, cuál es el recorrido que hace, qué movimientos
provoca en el cuerpo. Trata de descubrir sensaciones sutiles, nuevas. Quizás puedas
observar cómo el vientre se hincha y se deshincha según entra y sale el aire.
Quizás puedas observar la zona de las costillas, cómo se ensanchan al inspirar
y vuelven a su posición al exhalar. Quizás puedas percibir que el pecho
sube y baja según entra y sale el aire. Tal vez puedas diferenciar
la temperatura que tiene el aire al entrar y al salir, según las sensaciones
que provoquen tus fosas nasales. Trata de tu atención unos instantes más
en tu respiración y si notas que tu mente divaga
o se distrae, no pasa nada. Eso es lo que hacen las mentes.
En ese caso te animo a simplemente darte cuenta
y amablemente