Mercado del Bolhão (Oporto), ¿precios de turista? 305a65

Os traemos de viaje a Oporto, la llamada Capital del Norte de Portugal. En esta entrañable y morriñosa ciudad vamos a conocer el mercado de Obollón, del que os vamos a comentar su pasado, su presente y también algunas precauciones que debéis tomar a la hora de adquirir ciertos productos. A este mercado podemos acceder subiendo por la calle Sada Bandeira, una de las más céntricas y conocidas de la ciudad, o descendiendo desde la Rúa de Santa Catarina, la más peatonal, la más comercial y siempre llena de turistas que la recorren de arriba a abajo. En esta calle encontraréis fotógrafos que os querrán inmortalizar, músicos que amenizan el paseo de los peatones, antiguos cafés como el Majestic, un centro comercial, cafeterías, tiendas de todos los tipos y vendedores ambulantes que anuncian sus productos a los cuatro vientos.

Dejamos a la castañera con sus castañas calentitas y entramos en el mercado. No vamos a aburriros con demasiados datos históricos, pero es importante resaltar que el primer proyecto del Obollón se realizó en 1837. Comenzó a construirse en plena Primera Guerra Mundial en 1915 en la plaza donde ya existía otro mercado y bajo el diseño del arquitecto Antonio Correa da Silva.

Es patrimonio municipal, monumento de interés público desde 2013 y uno de los edificios más emblemáticos de Oporto. En 2015 se presentó el proyecto de restauración y modernización, inaugurándose en 2022. Por lo tanto, hace más de 100 años que está en funcionamiento, aunque a finales del siglo pasado sufrió un acusado proceso de degradación, convirtiéndose casi en un lugar marginal, muy poco atractivo y sugerente para la compra de alimentos.

El estado de semiabandono llevó a su cierre, como hemos mencionado, para reabrirlo completamente reformado con la presencia de más de 70 puestos de venta de frutas, pescados y mariscos, conservas, alimentos, aceites, quesos, bebidas, etc., además de 10 restaurantes. Se llama bollao porque en el lugar donde fue construido había un pequeño arroyo que formaba una enorme burbuja de agua, que en portugués se dice bolla, y de ahí salió el nombre de bollón, es decir, una gran burbuja.

El conjunto ocupa toda una manzana y en sus cuatro laterales se han abierto 38 tiendas. Todos estos cambios han conllevado una rehabilitación de las calles adyacentes, en las que se han rerobado edificios e instalado nuevos establecimientos comerciales, mudando completamente el aspecto de todo el barrio, que todavía va a evolucionar más en los próximos años.

Es un lugar absolutamente turístico, es muy raro ver a algún portuense haciendo la compra en este espacio y lo que observará son gentes de todas las procedencias, pero pocos portugueses.

La parte baja está formada por una zona de mesas, justo a la entrada, y por varias columnas de puestos que se reparten también a lo largo de ambos laterales. En ellos se venden productos típicos, como ya hemos resaltado, dirigidos directamente al turista. Hay latas de conserva con originales diseños, frutas tropicales y zumos, quesos de distintos puntos del país, que Portugal cada vez produce mayor medida.

Evidentemente no falta el apreciado vino de Oporto, uno de los productos más solicitados, junto al espumante, que podemos definir como el cava portugués. Dulces, panes, embutidos, pescados y mariscos, con precios que a veces son justos y otras veces exageradísimos. De eso hablaremos en unos minutos, pero antes de dar nuestra opinión vamos a escuchar algunos testimonios para saber qué opinan los visitantes de este mercado del Bollón.

Comenzamos con las impresiones de Nadine y Agustina, dos turistas procedentes de Argentina. Bueno, es la primera vez que estoy en Oporto, me pareció un lugar fantástico, estamos en el mercado, una degustación de diferentes sabores, tenemos comidas cocidas, tenemos platos crudos, la verdad que es fantástico y una variedad de colores, de aspectos que se encuentran en este mercado que me parecen hermosísimos, así que volvería a venir sin dudas. Y para mí también, me parece una oferta gastronómica y cultural increíble, donde podés apreciar los productos típicos de Oporto, como los pescados, los mariscos y también las frutas, los quesos, los panes, hay mucha diversidad para consumir y degustarse.