Los minutos del odio 13/04/2025 63511g

Las tariffs del hombrecito naranja, explicadas a muñones.

Hola, buen día. Quisiera comprar unos gallifantes.

Perfectamente. Tenemos gallifantes de todos los colores a 10 dólares.

Maravilloso. A cambio, usted tiene que comprarme 10 dólares en arepas.

¿Y para qué cojones quiero yo unas arepas? No sé, pero es lo justo. Si yo le compro gallifantes, usted me tiene que comprar arepas por el mismo valor.

¿Pero eres subnormal o qué coño te pasa? ¿Tú tienes un billete de 10 dólares? Sí.

¿Yo tengo un gallifante? Sí.

¿A ti te interesa más tener un gallifante que un billete de 10 dólares? Sí.

¿Y a mí me interesa más tu billete de 10 dólares que tu gallifante? Sí.

¿Yo me quedo con tu billete? ¿Tú te quedas con mi gallifante? ¿Qué coño puede ser más justo que eso? No sé, pero tienes que comprarme arepas.

¡Que yo las arepas no las quiero, hostia! ¡Métetelas por el culo! Pues para resolverlo...

Me compras arepas a 20 dólares.

¿Qué no? Pues a 25.

Una vaca se come un anillo de un granjero y lo recupera el carnicero.

Jubilados chinos toman por asalto IKEA para ligar.

Recuperan los genes de un lobo extinto y reviven la especie, pero luego no es más que unos lobos pintados de blanco.

Desde Vientián, Laos. Bangkok, Tailandia. Y Radio Caracol en Táchira.

Estos son los Minutos del Odio.

Con Fabián Cebarrio, Theodore Bonpar Capuchinsky y quien les habla, Walter Dolovan Yupanqui.

Y con el auspicio de la Fundación Reptiliana de Soros y Bill Gates.

Buenas noches y bienvenides a los Minutos del Odio.

El informativo semanal de FAQ News para machirulos heteropatriarcas opresores.

Como el idiota que usualmente presenta esta mierda está de vacaciones en Bangkok, la versión maricona de Vientián, nos toca a los suplentes aderezarlo todo un poco.

Empezando hablando del tarifazo del hombrecillo naranja que iba a ser el día de la liberación y luego la liberación ha quedado un poco mierder.

Informa desde Bangkok el gran Wyoming Facha de AliExpress.

Buenas noches, a estas alturas de la película empiezo a preguntarme si el hombrecillo naranja no funciona un poco como una ameba o un protozoo.

Las amebas o protozoos no actúan, reaccionan mediante taxias, alejándose o acercándose a los estímulos, con lo que realmente no puedes planificar un futuro con ellas.

Lo ocurrido esta semana no puede calificarse de otra forma que no sea vergonzoso, por muy francopantano que seas, y mira que yo estaba convencido de que entre la payasa enloquecida multietnica y Donald Trump la elección era fácil, pero ahora mismo me estaría arrepintiendo.

Walter Donovan Yupanqui tiene un informe de cómo hemos llegado a esta situación.

Adelante Radio Caracol en Táchira.

Es mi momento de brillar, abriendo informativos.

Como ustedes sabrán, Donald Trump comenzó imponiendo aranceles principalmente a países como China, Canadá, México y la Unión Europea, afectando productos como el acero, el aluminio y bienes manufacturados, con el objeto de forzar la negociación en temas como la inmigración descontrolada, pero también como una forma de proteccionismo económico.

Dado que los estadounidenses no eran capaces de producir los productos más baratos que sus competidores, le cargabas un arancel a los competidores y así el consumidor, al darle a elegir entre una cosa cara y otra más cara todavía, no le quedarían dudas.

Aunque acabara pagando más, como es estadounidense, no importa demasiado, porque los estadounidenses o son ricos o estúpidos.

No existe otra categoría.

La excusa también fue presionar a otros países a negociar acuerdos comerciales más favorables.

Por ejemplo, la guerra comercial con China buscaba reducir el déficit y forzar concesiones en temas como propiedad intelectual y a los mercados.

Me pregunto qué hostia cree el votante de Donald Trump que va a conseguir con los aranceles.

¿Subirle los impuestos? ¿Desempolvar industrias apolilladas que llevan décadas de retraso? ¿Empleos mal pagados que nadie quiere ocupar? Pero bueno, como sabrán, en semanas pasadas la política del hombrecillo naranja pasó por ir retirando los aranceles a medida que lograba firmar acuerdos con los países afectados.

Por ejemplo, el acuerdo con China incluyó promesas de compras agrícolas por 200.000 millones de dólares, lo que permitió a Donald Trump presentar un éxito sin mantener los aranceles indefinidamente.

Sin embargo, llega el día de la liberación y sale el hombrecillo naranja, rodeado de su corte celestial en los jardines de la Casa Blanca, diciendo que los acuerdos a los que ha llegado con anterioridad por medio de amenazas ya no sirven para nada.

Ahora lo que vale es este nuevo listado, como las tablas de los diez mandamientos, como un menú cutre de un restaurante de carretera.

Y había hostias para todo Dios, incluso para sus amigos, incluso para una isla habitada únicamente por pingüinos.

Y todo lo que siguió a continuación no puede ser interpretado más que como terrorismo económico.

Pánico en los mercados, desplome de las bolsas, Reddit que se llena de dueños de pequeños negocios asediados.