PepeYanki#1668: Los Edmonton Oilers vuelven a la Final de la Stanley Cup 2j1r6t

Esto es PepeDiario.

Pepe Yankee.

Hola, ¿qué tal? Hoy estamos a viernes 30 de mayo del año 2025.

Os hablo desde el barrio de Arguelles, en Madrid, en España.

Yo soy Pepe Rodríguez y este es el programa número 1.668 de la sección de deporte norteamericano de PepeDiario.

Los Edmonton Oilers están en la final de la Stanley Cup de la NHL después de ganar allá a los Dallas Stars y hacerlo como ha sido toda esta serie, con un marcador abultado, pero que se decide en instantes concretos.

Si yo tengo que decir que Dallas Stars, después de perder 4-1 estas series y de perder 6-3 ayer, me ha parecido que no está lejos de los Edmonton Oilers, se me puede tomar por loco y decir que mi opinión no vale un carajo.

No creo estar loco, lo de que mi opinión no vale un carajo, sí, esa parte la compro al 100%, pero no me lo quito de la cabeza.

Viendo los partidos, creo que Dallas Stars, al contrario que los Carolina Hurricanes, que ahí sí que creo que fueron destrozados por los Florida Panthers en casi todos los órdenes del juego y también en casi todos los órdenes de la competitividad, incluso desde el punto de vista psicológico, meterse en la cabeza de los Hurricanes y hacerles ver que son inferiores, hacerles ver que esto es una pelea de adultos y que los niños no molesten en ser exagerados, hasta en esa superioridad que a veces resulta tan desagradable si eres tú el que estás en el otro lado.

No creo que haya sido esto lo que ha pasado entre Dallas y Edmonton.

Y es verdad que los Dallas Stars son un equipo veterano, son un equipo con gente que ya ha estado en estas batallas, peleas y que saben, también como cualquier deportista profesional, que al final son los pequeños detalles, los instantes cruciales de los partidos, de las series, los que acaban determinando el resultado final y que el resultado final es el único juez real de todas estas cosas.

Pero tienen que sentirse muy mal en Dallas debido a cómo se han desarrollado las cosas.

Ayer fue un partido de nuevo en el que vuelven a pasar este tipo de asuntos.

Los dos primeros tiros a puerta de Edmonton van para adentro, al punto que el entrenador de los Dallas Stars, De Boer, cambia al portero a Ettinger, que es una de las grandes estrellas de Dallas y, sin duda, uno de los grandes motivos por los que este equipo estaba este año en la final del oeste de la NHL y uno de los grandes motivos por los que este equipo lleva, pues no sé, un lustro quizás, algo más, siendo competitivo y presentándose a los play-offs año tras año y teniendo capacidad y, en alguna que otra ocasión, bastante cerca además, el pelear realmente por el anillo.

Pues lo tiene que cambiar ante el estupor de su propio equipo, de su propio público, se puede entender dentro de la cultura del hockey que a veces estas cosas pasan, no es como si fuese en otro deporte, pero aún así se produce un ligero shock.

Sigue jugando Dallas y en el segundo cuarto, cuando más cerca están de remontar, cuando más cerca están de poner el partido a su favor, están inclinando la pista hacia su lado y están forzando una y otra vez a Edmonton a defender y a situarse en una posición un tanto incómoda de ser reactivos, de aguantar, y digo un tanto incómoda porque durante años Edmonton Oilers fue el equipo siempre protagonista e incluso en las derrotas eran ellos los que marcaban a lo que se jugaba.

Eso ya no está pasando con Edmonton y lo digo como piropo, eso es lo que les ha llevado a dos finales de la Stanley Cup consecutivas, el ser capaces de entender los partidos, las eliminatorias, los rivales para saber cuándo apretar y cuándo no, saber cuándo aguantar y cuándo no, saber de esos instantes que decía antes.

Pues bien, en ese momento, Connor McDavid mete un gol gigantesco, maravilloso, que no solo pone el 4-2 en el marcador, sino que cambia el momentum por completo.

Silencia el estadio o el pabellón de los Dallas Stars y meten una depresión al equipo, que dices...

Otra vez a remar, dos goles en contra, 3-1 en la eliminatoria.

Estos que no se van, estos que no dejan ningún espacio para la comodidad, para jugar con alguna alegría, porque de repente los Edmonton Oilers, ¿quién nos lo iba a decir?, se han convertido en un equipo que defiende y en un equipo que se te atraviesa, se te mete ahí en medio de la garganta y no eres capaz de dejar pasar esa espina de pescado.

Los Edmonton Oilers cambiaron hace un par de años, hace dos, tres años, de esa mentalidad antigua que tenían de ser brillantes, buenos, talentosos, a ser lo que son hoy, porque su gran estrella, Connor McDavid, cambió.

Porque su gran estrella, que sigue haciendo numerado...