Pequeñas Asesinas - Anatomía de un crimen 121x6j

La localidad gallitana de San Fernando está conmocionada por este crimen al que resulta difícil encontrar explicación.

El primer caso de asesinato que se juzga con la nueva ley del menor ha llegado hoy a los tribunales.

La edad penal se retrasa desde los 16 hasta los 18 años.

La máxima pena será de 1 a 5 años.

La ley del menor debutó con un caso que yo creo que el legislador no lo tenía previsto de ninguna de las maneras.

¡Que te vamos a matar entre todos, ya de puta! En los años que llevo como investigador privado hay crímenes que, a pesar del tiempo transcurrido, no puedo olvidar.

Han pasado ya 17 años, pero cada vez que visito este rincón gallitano los nombres de Clara, Raquel e Iria regresan a mi cabeza.

Tres adolescentes, compañeras de instituto y amigas.

¿Cómo pueden asesinar dos niñas a una amiga? ¿A sangre fría? ¿Qué ocurre cuando unas adolescentes normales se convierten ya para siempre en asesinas? A veces se rompe la normalidad para convertir lo razonable en algo incomprensible.

Me llamo Jorge Colomar y soy detective privado.

La policía ha detenido a dos adolescentes de 16 años que han confesado ser las autoras de la muerte a cuchilladas de otra joven en la localidad gallitana de San Fernando.

Alrededor de las ocho y media aproximadamente entro de incidencias en la comisaría de San Fernando.

Hay un padre denunciando la desaparición de su hija de 16 años.

El padre de Clara se encontraba realmente nervioso porque no estamos hablando de una adolescente que es habitual que se fugue, que tenga un comportamiento extraño.

Hay que poner todo el énfasis en encontrarla.

Se había interpuesto una denuncia por la desaparición de una chica joven y posteriormente me dicen que había aparecido un cadáver en la zona del barrero.

Cuando llegamos allí comprobamos que la persona fallecida era una chica adolescente con signos evidentes de violencia.

Tenía muchísimas puñaladas, había sangre.

Recibí una llamada del juez de guardia de San Fernando para realizar un levantamiento de cadáver en un descampado.

Era tan desastre aquello que estaban abiertas todas las posibilidades.

Que fuera un varón o que era lo más lógico.

De acuerdo con una primera inspección del cadáver no había habido signos de agresión sexual.

Toda la policía junto con el juez se marcharon por San Fernando a distintos objetivos.

Uno buscando al novio, otro buscando amigas.

Una de las cuestiones más importantes es la reconstrucción de las últimas 24 horas de la víctima.

Me entrevisté con un chico que luego me enteré de que era el novio de la desaparecida.

Por lo visto él había quedado la noche anterior con Clara.

Y Clara le excusó diciendo que había quedado con sus dos amigas y que no podía quedar con él.

Él no le dio importancia, lo que pasa es que él sí la vio a las dos amigas estas.

Pero además la vio distendida, bromeando, alegre.

Él le pregunta por Clara y le dicen que esa noche no la habían visto, que habían quedado pero que después no la habían visto.

Entonces él se fue a su casa pensando que Clara estaría en otro sitio.

Hablamos con amigas de Clara y nos llevaron a las dos últimas personas que en teoría habían visto con vida a Clara, que eran Iria y Raquel.

Yo a las tres le vi algo especial, unas ganas de ser ellas mismas, de ser distintas.