Las revoluciones que cambiaron la historia: La Revolución sa m6m2s

Desde la caída de los antiguos imperios hasta las revoluciones modernas, la historia ha sido testigo del coraje, la pasión y la determinación de los que se atrevieron a desafiar el statu quo.

De las tragedias, los triunfos, las derrotas y los sacrificios de aquellos intrépidos que se alzaron y exigieron un cambio.

En su infatigable búsqueda de justicia y libertad transformaron la sociedad, se enfrentaron con valor a sistemas opresores y fueron los instigadores de las rebeliones que cambiaron el mundo.

En Versalles, 600 delegados marchan con determinación para reunirse con el rey en representación del oprimido pueblo llano de Francia.

Se hacen llamar la Asamblea Nacional y pretenden exigir un cambio.

Pero las puertas del palacio están cerradas, lo que exacerba su indignación.

Un grito se alza en el aire, si no se otorga la libertad, se tomará.

La Asamblea Nacional se niega a ceder, no piensan marcharse hasta que se redacte una nueva constitución.

Uno a uno hacen una promesa revolucionaria.

Juramos no abandonar nunca la Asamblea Nacional y volver a reunirnos donde las circunstancias lo requieran hasta que la constitución del reino sea reescrita y modificada sobre unas bases sólidas.

Al pronunciar estas palabras, acabarán cambiando el futuro de Francia y el curso de la historia de la humanidad.

La revolución sa se considera a menudo el comienzo de la edad contemporánea.

Pero la lucha por la victoria se forjará sobre las cabezas de miles de personas.

Marca el inicio de un periodo de caos y violencia como nunca antes se había visto en el mundo.

La revolución sa degeneró en una orgía de violencia política, violencia ideológica, sangre en las calles, cabezas rodando.

Basada en los principios de libertad, igualdad y fraternidad, esta violenta revolución promete una Francia mejor.

Sin embargo, ni siquiera los líderes de la revolución se muestran muy seguros sobre la dirección final que debe tomar.

El conde de Mirabó escribió, todos eran conscientes de lo que se debía destruir, nadie sabía lo que se debía establecer.

A medida que desciende la cuchilla de la guillotina cortando las cadenas del antiguo orden, se desencadena una era en la que rodarán cabezas y el destino de una nación penderá precariamente de un hilo.

Es la revolución más sangrienta del siglo XVIII.

Hacia finales del siglo XVIII, Francia se había convertido en uno de los reinos más poderosos y poblados del mundo.

Su influencia diplomática y su fuerza militar han situado a la nación más allá de los mares más lejanos como una potencia que defiende la búsqueda de la independencia para que todos la sigan.

Y lo demuestra ayudando a los estadounidenses a derrotar a los británicos durante la década de 1760.

La revolución americana era un desafío a la corona británica y los británicos eran los grandes rivales de los ses en el escenario mundial.

El rey francés vio que le convenía apoyar a los colonos contra los británicos y los ses prestaron su apoyo a la revolución americana.

Sin los ses, los estadounidenses no habrían podido alcanzar la independencia.

Es una de esas grandes ironías de la historia en la que tenemos a una monarquía absoluta ayudando a un movimiento republicano.

Pero no son conscientes de que en su propio país está empezando a crecer un movimiento republicano en su contra.

Y esta es una época en la que existe la creencia de que los monarcas de Europa han sido elegidos por derecho divino y que las personas nacidas en la nobleza son de alguna manera superiores.

Pero existe un grupo de pensadores que rechazan esta idea y que han convertido a Francia en el centro filosófico de Europa.

Mucha gente se siente inspirada por los filósofos ses de principios y mediados del siglo XVIII que criticaban el estado de las cosas.

Defendían que toda política, toda institución social tenía que ser justificable apelando a la razón.

No podía ser porque tu religión te lo dijera ni porque siempre hubiera sido así.

¿Por qué? Y lo que están diciendo los filósofos es que todos nacemos iguales y es el hombre quien ha decidido.