
Descripción de San Matías 2v1m1
El pasaje de hoy está tomado del discurso de despedida de Jesús durante la Última Cena, un momento de intimidad y revelación profunda. En la fiesta de san Matías, elegido para ocupar el lugar de Judas entre los Doce (Hech 1, 15-26), este evangelio resalta el amor y la elección divina que constituyen la vida del discípulo. 5j4m1p
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Del Evangelio de Juan.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos, como el Padre me ha amado, así os he amado yo.
Permaneced en mi amor.
Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.
Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud.
Este es mi mandamiento, que os améis unos a otros como yo os he amado.
Él tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos.
Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando.
Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor.
A vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.
No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido, y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto permanezca.
De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé.
Esto os mando, que os améis unos a otros.
El pasaje de hoy está tomado del discurso de despedida de Jesús durante la última cena, un momento de intimidad y de revelación profunda.
En la fiesta de San Matías, elegido para ocupar el lugar de Judas entre los doce, este evangelio resalta el amor y la elección divina que constituyen la vida del discípulo.
Jesús dice, No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido.
Esta frase resuena con fuerza en el contexto de Matías, quien no buscó ni ambicionó el apostolado, pero fue elegido por Dios a través del discernimiento de la comunidad apostólica.
Además, Jesús establece el criterio principal del seguimiento, el amor mutuo como Él nos ha amado.
No se trata de un efecto superficial, sino de un amor capaz de entregar la vida, como el mismo Jesús hará en la cruz.
Este amor es el distintivo del discípulo verdadero.
También destaca el cambio de estatus de siervos a amigos.
La amistad con Jesús nace del conocimiento de su voluntad y de una relación viva con Él.
Esto implica misión, dar fruto, un fruto que permanezca, es decir, vidas transformadas, fe que crece, comunidad que se edifica.
Celebrar a San Matías nos invita a meditar sobre la vocación.
Dios elige a quien quiere, no por méritos humanos, sino por amor y para una misión.
¿Reconozco que he sido también elegido por amor? ¿Estoy dando el fruto que Él espera de mí? Jesús me llama amigo, no un siervo que obedece sin entender, sino un amigo que conoce su corazón.
¿Busco comprender su voluntad? ¿Cultivo una relación personal y profunda con Él? El mandamiento es claro, que os améis unos a otros como yo os he amado.
No basta amar a mi manera, sino, según su ejemplo, con humildad, entrega, sacrificio y ternura.
¿Qué significa para mí ser elegido por Jesús? ¿Vivo mi fe como amistad con Cristo o como simple obligación? ¿Amo con la medida del amor de Cristo o me pongo condiciones?
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