TEORIHAMMER #9 |Arcane Journal Altos Elfos 3d5i67

¡Muy buenas a todos! ¡Bienvenidos a un nuevo vídeo aquí en MoriaWare Games! Hoy, como podéis estar viendo en pantalla, vamos a hablar del nuevo Arcane Journal de Old World.

En este caso de Altos Elfos, así que estoy muy contento porque vamos a ver una de las facciones favoritas del canal.

La facción de la maldición, por otra parte. Pero bueno, estoy muy muy contento de que haya salido.

Veremos a ver al final del vídeo cómo estamos de contentos.

No queremos adelantar nada, pero solo el hecho de que lo tengan ya me pone contento, me pone feliz.

Así que nada, vamos allá. Vamos a hacerlo como la anterior vez, en el Arcane de Imperio.

Primero tendremos un rato de trasfondo, después pasaremos a hablar sobre listas alternativas, personajes y objetos mágicos.

Y en este caso no vamos a hablar de la batalla temática que sale en este Arcane porque, os adelanto ya, el lunes de la semana que viene tendréis un vídeo informe en el canal donde vamos a jugar la batalla temática que viene entre una lista de Kratia, comandada por mí, y una lista de hombres bestia comandada por uno de nuestros Patreons que se ha venido a grabar con nosotros, que se llama Bestigor, que ya de inicio es una maravilla que haya venido porque nos lo pasamos muy bien, la verdad. Fue una batalla muy divertida y además Besti es un crack de tío.

Así que muy contento de que viniera y de poder os mostrar así la batalla.

Pero bueno, antes de eso, queda una semanita para que eso ocurra. De momento vamos a ver el Arcane.

Espero que os guste. Vamos a pasar con el trasfondo.

Una era de maravillas.

Cuando el mundo era joven, antes de la llegada de los poderes ruinosos y la perdición de los ancestrales, las razas jóvenes vivían sus vidas de relativa paz en un mundo que fue creado para ellos por el inimaginable poder de los ancestrales.

Un mundo que no había sido tocado por el mal ni corrompido por el caos.

Pero una época tan dorada no podía durar, y en los siglos que siguieron al gran cataclismo y la llegada del caos, cuando las voces de sus dioses se callaron y los demonios acecharon la tierra, las razas jóvenes se atrevieron a aventurarse desde sus hogares para viajar y explorar el mundo más allá.

Los enanos profundizaron en las cuevas bajo las montañas del fin del mundo, descubriendo cavernas interminables, subterráneos cristalinos ríos y lagos, y grandes depósitos de piedras y metales preciosos.

En Ulzuan, los elfos construyeron grandes embarcaciones y se adentraron en los océanos que rodeaban su tierra natal.

Llevados por vientos mágicos y mundanos, navegaron lejos en sus barcos, descubriendo nuevas tierras y encontrando otras razas, y aprendiendo cada vez más sobre el mundo en que vivían y las fuerzas de magia y naturaleza que lo gobernaban.

Así, más de cuatro milenios y medio antes del nacimiento de Sigmar, sobre las llanuras bajo los cielos azotados por tormentas en la tierra ahora conocida como Bretonia, el gran mago élfico Kaledor, amigo de los dragones, se enfrentó a Grimnir, el intrépido, uno de los primeros enanos en caminar sobre el mundo.

Aterrizando en las costas del viejo mundo, los Azur descubrieron un desierto sin caminos, llenos de peligro, y rápidamente se pusieron a trabajar, venciendo a las tribus de orcos y goblins y las manadas rebuznantes de hombres bestia que infestaban la costa, reclamando la tierra para sí mismos.

Comenzaron a establecer puertos seguros para sus barcos y a construir asentamientos sobre ellos, antes de avanzar más hacia el interior, tendiendo caminos entre sus ciudades en crecimiento y levantando muros alrededor para defenderse de los males del mundo.

Con el tiempo, los enanos se dieron cuenta de estos recién llegados que se agrupaban junto a los bordes del océano y se apresuraron a descender de su montaña para estudiarlos.

Al principio, los elfos y los enanos se miraban unos a otros con sospecha, sin estar seguros de si habían encontrado aún más sirvientes del caos y la destrucción.

Pero a pesar de la inquietud de quienes los rodeaban, Kaledor saludó a Grimnir con entusiasmo, ofreciéndole vino e invitándose a comer.