UN POCO DE TODO Y MAS PGM 17 5662i

Hola a todos, soy Luis Bizuete y estáis escuchando un poco de todo y algo más.

El secreto del cambio es enfocar toda tu energía, no en la lucha contra lo viejo, sino en la construcción de lo nuevo.

¡Comenzamos! Volvamos a nuestras historias del pasado y hoy vamos a hablar de la música pop de aquellos años 60 y 70.

Aún me acuerdo cuando, desde muy jovencito, descubrí el pop, escuchando, como no podía ser de otra manera, la radio, que, como sabéis, es uno de mis eternos amores.

En esa época no sabía ni entendía nada de inglés, así que me hipnoticé con este tipo de música, ya que, al entenderla, me sentí identificado con muchas de aquellas canciones más populares con las cuales me pasaba el día ganturreando.

Los adolescentes de los años 60 y 70, del siglo pasado, tuvimos la fortuna de crecer con una banda sonora escrita a nuestra medida y rompedora para aquel tiempo.

Son muchas las canciones que han perdurado en la memoria colectiva.

En cualquier rincón surgía un grupo musical vocal, era lo nunca visto, iniciándose así un legado musical incuestionable y visto desde diferentes maneras.

Es indudable que la música pop, desde comienzos de los años 60, entró a formar parte del paisaje musical español con enorme proyección popular en muchos casos, pero que, al gestarse en el tardo franquismo, no fue en su arranque demasiado transgresora.

Se le llamaba el yeyé, y era un mero vehículo para traducir éxitos foráneos o con el que componer canciones más o menos sentimentales, que eran las que menos problemas ocasionaban.

Así nacieron grupos tan importantes como Los Pequeñiques, Los Relámpagos, Mickey y los Tonys, Los Brincos, Los Mustang, Los Sires, Los Bravos, Los Canarios o Los Módulos, y cantantes solistas como Bruno Lomas, Miguel Ríos, Nino Bravo o incluso Camilo Sexto.

El pop de aquellos años es un pop fruto de las circunstancias, el que cuesta descubrir himnos generacionales, la crítica social escasea, si acaso Los Sires cantaban la canción de La Escoba.

Y es que hay que esperar hasta 1968 para encontrar la primera muestra de pop netamente urbano con la canción titulada Mi calle, del grupo de cornellá Lonestar.

Con tus besos y tus recuerdos...

Aquella década dejó sublimes melodías, enormes intromestistas, inspirados vocalistas, pero canciones con poca fuerza poética y escasa intencionalidad.

Simplemente porque no hubo otra acción, la cultura joven creció vigilada y amordazada.

Si de lo que se trata es de buscar textos de altos vuelos en aquellos años, hay que mirar hacia la canción de autor, especialmente a la nueva cançó catalana.

Temas como Alvén o Ahora diguen no, de Raimond, quizás habrían sido a pos de haberse compuesto en otra latitud geográfica.

Las producciones de Lluís Llach y de Serrat, muy a Francia.