
UN PUÑADO DE CENTENO (cap: 11 y 12) de Agatha Christie |Audiolibro. 24p5q
Descripción de UN PUÑADO DE CENTENO (cap: 11 y 12) de Agatha Christie |Audiolibro. 481f22
Audiolibro: Rex Fortescue, un importante hombre de negocios, muere en su oficina. El forense informa que ha sido envenenado con taxina, un extraño veneno que se obtiene de las hojas de los tejos, árboles que precisamente rodean la finca del muerto. Un hecho inexplicable es que en el bolsillo del difunto se halla un puñado de granos de centeno. ¿Quieres anunciarte en este podcast? Hazlo con advoices.com/podcast/ivoox/1377904 173s10
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Un puñado de centeno capítulo once parte de uno el señor dubois estaba preocupado e hizo pedazos la carta de hacerla fuerte esquivo arrojándola a la papelera con gran enojo luego con repentina precaución los fue recogiendo uno por uno y encendiendo una cerilla les prendió fuego hasta verlos convertir también cenizas por qué tendrán que ser tan estúpidas las mujeres musitó entre dientes porque el sentido común pero el señor dubois reflexionó amargamente que las mujeres nunca tuvieron sentido común a pesar de que él se había aprovechado de ello muchas veces ahora le contrariaba el habia tomado toda precaución posible si la señora fuerte skill llamada por teléfono tenían orden de decir que había salido ya le había telefoneado tres veces y ahora le acababa de escribir y eso todavía era peor tras reflexionar unos instantes se dirigió al teléfono podría hablar con la señora fuerte askew por favor sea el sr dubois al cabo de un par de minutos oyó su voz al cabo de un par de minutos oyó su voz vivían por fin se desea dela pero ten cuidado desde dónde me hablas desde la biblioteca estar segura de que en el vestíbulo no hay nadie escuchando por qué iban a escuchar pues nunca se sabe sigue ahí la policía no de momento se han marchado o vivían querido ha sido horrible si soy mala figura pero escucha dela tenemos que andar con mucho cuidado oh claro querido no me llames querida por teléfono no es seguro no crees que exageras un poco vivían al fin y al cabo de hoy en día todo el mundo se llama querido se ve pero escucha no me telefonee ni me escribas pero vivían comprende sólo de momento hay que tener cuidado está bien su voz sonaba algo ofendida escuchar las mis cartas las quemaste verdad hubo un instante de vacilación ante hasta que hace la fuertes que respondiera claro antes dije que iba a hacerla bien entonces voy a cortar no telefonee ni escribas ya sabrás mí a su debido tiempo colgó y se rascó la mejilla pensativo no le había agradado su vacilación habría quemado sus cartas las mujeres son todas iguales prometen quemar las cosas luego no lo hacen cartas pensaba el señor dubois a las mujeres les gusta que les escriban siempre procuraba tener cuidado pero algunas veces era imposible qué es lo que le decía exactamente en sus cartas lo corriente pensó amargado pero habría alguna palabra alguna frase especial que la policía pudiera interpretar de modo que dijera lo que ellos deseaban recordaba el caso de edith thompson sus cartas fueron bastante inocentes pero no podía estar seguro su inquietud creció incluso si adela no hubiera quemado sus cartas tendría el suficiente sentido para quemarla saura hola sabría recogido ya la policía donde debía guardarlas probablemente en su salita del piso de arriba en aquel secreter pequeñito estilos louis catorce una vez le habló de cierto cajón secreto un cajón secreto con eso no conseguiría engañar mucho tiempo a la policía pero los policías no estaban en la casa eso lo dijo adela estuvieron allí aquella mañana pero ahora se habían marchado debieron haber estado ocupados buscando posibles pistas y rastros de veneno en los alimentos esperaba que no hubieran registrado en las habitaciones tal vez necesitarán una orden de registro para hacerlo imagino la casa era hacia el anochecer el té sería servido en la biblioteca o bien en el salón todo el mundo
Comentarios de UN PUÑADO DE CENTENO (cap: 11 y 12) de Agatha Christie |Audiolibro. 2j4u1l