Veganismo y deporte de élite, ¿son compatibles? con Emma García |T3E7| Sostenibilidad Interseccional 516x4c

¿Qué tal están yendo esos propósitos de 2025? Pensábamos que eran solo para enero y ya no contaban.

Pero oye, si los propósitos eran buenos, vamos a alargarlos, ¿no? Y estoy casi, casi segura que uno de esos propósitos era hacer más ejercicio.

Y la verdad, ¿cómo para no? Porque tenemos el Pilates en redes, que está a tope.

Yo no sé de dónde sacan esas máquinas tan chulas.

Está corriendo todo el mundo.

Ahora, de repente, las maratones se hacen siete a la semana.

Vale, no para mí.

Pero yo le cogí, por ejemplo, mucho gusto al gimnasio.

¿Quién lo diría? Nunca me vi como una chica de gimnasio, pero me han gustado las mancuernas, me han gustado las sentadillas.

Al final te sorprende, ¿no? Vas probando.

Y lo de hecho es que cada vez la gente hace más deporte.

A lo mejor nos parece poco, pero a día de hoy el 50% de la población española hace deporte habitualmente.

Oye, te puede parecer poco, pero en 2010 era 40%.

Y 10% de un país tan grande no es poca cosa.

Sin duda se van haciendo cada vez más comunes estos hábitos saludables, que en verdad sigue siendo sostenible, porque el tiempo que estás haciendo deporte lo disfrutas y no caes en ese consumismo acelerado del que hemos hablado muchas veces.

Pero hay un riesgo, y es que te enganche la secta del arroz con pollo como única comida posible si tú haces ejercicio.

O aún peor, porque a las mujeres arroz con pollo es demasiada caloría.

A nosotras, lechuga, pechuga.

Y con eso, tirando siete horas de pilates a la semana, solo vas a lechuga, pechuga.

Pues no es necesario.

La verdad es que puedes entrenar fuerte, desarrollar músculo y no acercarte ni a un solo trozo de carne.

Podría ponerme aquí un poquito a alabarme a mí misma con cuánto levanto yo en press de banca siendo vegana desde hace ocho años, pero no es para tanto, porque entrenando llevo muy poquito.

Así que mejor se ha venido Emma, una deportista vegana de élite que estaba compitiendo y decidió por los animales no volver a comer carne.

Y oye, siguió ganando medallas.

Así que vamos a preguntarla qué tal.

Bienvenida, Emma. Muchas gracias por venir.

¿Qué tal todo? Un placer, muy bien.

Me estaba esperando qué tal el día, pero ya lo metimos en el episodio.

Como ahora hay gente que no te conozca, a mí me ha encantado.

¿Cómo te llaman en muchas revistas? Que he querido investigar un poco sobre ti.

Y es que eres la sirena vegana.

Sí.

¿Cómo te has ganado ese apodo? ¿Cómo puedo hacerlo yo también? La verdad es que surgió...

Me llamaron así la gente ya por redes, porque al final mi deporte es natación artística, que es típico, somos sirenas, ¿no? Y el vegana, pues porque me hice vegana, entonces ya fue como el toque distintivo y ya se me ha quedado el apodo.

¿Cuándo empezaste en la natación artística? Pues mira, yo empecé tarde.

Yo empecé a los diez años.

Y eso se considera tarde.

Sí, este deporte normalmente se empieza un poco más como rítmica, como ballet, que es a los cinco o seis años, así...

Contra más pequeño, mejor, porque al final tienes que tener mucho conocimiento contra el cuerpo, flexibilidad y demás, y contra más pequeño eres, pues es más fácil que puedas cogerlo y desarrollarlo correctamente.

¡Oh, qué chulo! ¿Y cómo fue el proceso para acabar totalmente profesional a hacer natación artística? Me parece como concreto.

Supongo que quizá simplemente es el desconocimiento, pero supongo que hay mucha disciplina, pero también mucha decisión, si yo voy a ir por este camino.

¿Siempre lo supiste? ¿A los diez años ya dijiste eso es lo que más me gusta o fue quizá algo un poco más tarde? La verdad que fue un poco más tarde, porque yo a los diez años me presentan el deporte y yo no lo había visto por la tele, no lo había conocido ni nada.

Y fue como, vale, vamos a descubrirlo un poco.

Y ya lo fui descubriendo, lo fui probando en un castel de verano y luego mis entrenadoras en ese momento me dijeron que tenías la posibilidad de hacerlo durante todo el año también.

Y les dije, pues ¿por qué no? Pues vamos a probar, ya que estamos.

Y a partir de ahí ya fueron viendo que tenía ciertas cualidades.

Sí que es verdad que yo he tenido que trabajar mucho, no es típico talento y ya está.

Pero bueno, a partir de ahí fui descubriendo este deporte, me cautivó, me robó el corazón.

Era una forma de expresión, porque yo siempre he sido súper tímida, súper vergonzosta, y era una forma de poder expresarme siendo yo y quitándome la vergüenza.

Yo entraba en el agua y es mi medio, es donde estoy cómoda.

Y poco a poco fui viendo un poco dónde se podía llegar, cuáles eran los objetivos.

Ya fui viendo el deporte por la tele y ya dije, vale, pues quiero llegar a ser esas chicas que están en el otro lado de la pantalla.

Y fue un poco, pues eso, un proceso de ir haciendo camino, ir luchando y ir descubriendo hasta dónde se podía llegar.

He investigado un poco, porque al final yo creo que muchos, como has dicho, de la tele, lo vemos siempre en las olimpiadas.

Y he visto que tú has competido en mixto, es decir, pareja, un chico y una chica, pero que justamente esa moda