Vigo esconde...un espacio para conectar con el arte que llevamos dentro, con Alquimia del artista 3m3s4g

El sillón del Barbero es uno de los espacios más privilegiados de una ciudad, y desde los The Shave de Saylor os descubriremos semanalmente historias que merecen ser contadas, rutas por las que perdernos y proyectos que os sorprenderán.

Porque Vigo tiene tesoros escondidos y aquí te los traeremos todos.

Soy Erika Vera y te doy la bienvenida a Lo que Vigo esconde.

Sabéis lo mucho que me gusta el arte y en estos micros hemos explorado muchos caminos de artistas dedicados a la música, al cine, a la cerámica, a la escritura...

Es curioso cómo el o con nuestro propio artista se va perdiendo con los años.

Sólo hay que observar las infancias para darnos cuenta de que hay algo innato que nos lleva a expresarnos con plastilina, ceras de colores o legos, y que según nos acercamos a nuestra adultez vamos abandonando aquello que nos producía tanto bienestar por actividades más enfocadas en producir y sobrevivir.

Pero, ¿y si os digo que a través del arte podríamos volver a encontrar nuestro bienestar? ¿Y si, conectando con esa parte que todos tenemos, aunque esté enterrada bajo capas y capas de otras prioridades, pudiésemos volver a sentirnos más auténticos, más libres? Porque el arte es un canal de comunicación, de expresión de nuestro mundo interior y hace mucho que dejamos de escucharle.

Hoy tengo dos invitadas que creen profundamente en los beneficios del arte y vienen a contarnos su proyecto La Alquimia del Artista y a invitarnos a un evento que han organizado para el día 6 de abril en el Pazo dos Escudos.

Así que vamos a conocerlas y a descubrir esta mirada tan particular que me tiene fascinada.

¡Bienvenidas! ¡Hola! ¿Cómo estás? ¡Muy bien! ¡Muy bien! Sol, Cami, gracias por venir y por querer compartir con nosotros no solo vuestro proyecto, sino también vuestras propias historias, porque creo que hay mucho interesante por ahí para contar.

Así que vamos a empezar por cómo comenzó La Alquimia del Artista.

Bueno, gracias por invitarnos.

Un poco de lo que comentabas en la introducción es lo que nos hizo a nosotras querer empezar este camino.

Un proceso personal, una búsqueda de conectarnos con eso que nos hace bien, con eso que nos gusta, pero no solo conectarnos, sino ayudar a otras personas a que puedan conectarse con eso.

Cami, y tanto Cami como yo, estamos conectadas con el arte desde más pequeñas.

Lamentablemente la vida siempre nos fue moviendo a otros caminos por una cuestión de necesidad, por supervivencia, pero encontramos en el arte ese espacio de salvación, de conexión.

Y de reencuentro con esas personas que somos, de recordarnos.

Voy a contar algo, una anécdota de hace mucho tiempo, cuando hice mi carrera como licenciada en Artes Audiovisuales, la única que confió fue mi prima y se anotó conmigo hacer la universidad, el ingreso para que yo pueda entrar, porque a mí me daba mucha vergüenza y decía, no, ¿qué voy a hacer con el arte? No puedo, mis familias no son artistas.

Aquí en España está muy instaurado esto de que si estudias Bellas Artes, por ejemplo, te vas a morir de hambre, porque el artista está destinado a morirse de hambre.

Lo imaginaste en Argentina.

Es muy común como primera reacción de las familias, bueno no, eso de hobby, que vas a ser de verdad.

Sí, eso también, esa frase.

Entonces, una carrera que iba a ser de 10 años más o menos, porque era universitaria y tenía mucho y había que invertir.

Era como, ¿qué vas a hacer con eso? Si no miras tanto cine...

Porque tú estudiaste exactamente...

Cine, sí, arte audiovisual, pero general.

Con tu foco en... ¿tú qué querías hacer? Yo quería hacer escritura, pero después me enamoré de la fotografía.

Así que estuve con ambas.

Bueno, un trío, un complemento.

Hice de guión y la parte de fotografía y realización.

Pero fue muy bueno ese apoyo que sentí desde pequeña, mi prima mayor, y ahí empezó todo.

Con ese pequeño proceso, después los años nos fueron juntando un montón de veces estando lejos, porque estuvo viviendo 10 años en México.

Claro, para mí era eso.

No solo que yo confíe en el otro, sino confiar en uno mismo realmente.