#19 - Juande González - Buscando lo sagrado y6l5

Tras la muerte de Dios, el trono de lo sagrado quedó vacío.

El espacio ocupado antes por la divinidad omnipotente quedó vacante y el hombre moderno se lanzó a buscar sustitutos.

El sistema moral compartido se arriesgó y hemos perdido el suelo común que nos permitía convivir a pesar de nuestras diferencias.

Navegamos así en un mundo en el que todo se discute, pero nada se sostiene.

Ya no compartimos principios básicos, sino que estamos inmersos en una batalla constante por imponer relatos ideológicos.

Pero, ¿cómo hemos intentado rellenar la ausencia de Dios? ¿Cuáles han sido las consecuencias de que la ciencia y la ley hayan pasado a ocupar el trono de lo sagrado? ¿Es capaz la razón de responder a nuestra necesidad de trascendencia? ¿Cuál es el problema de la mirada científica? ¿Y cuál es la alternativa? Para intentar responder a estas preguntas, hemos invitado a Juan de González.

Juan de es asesor político y autor del libro El malestar de las élites y la revolución de la agenda.

En este episodio intentaremos emboscarnos, oírnos al bosque, perdernos entre el ramaje con el fin de profundizar en el proceso de sustitución de lo sagrado.

Hablamos sobre el papel de la ciencia en la legitimación del poder, sobre ideologías que funcionan como religiones de sustitución y sobre la necesidad de reencontrar un suelo común desde el que poder mirar el mundo.

Espero que lo disfruten.

Juan de González, bienvenido.

Pues bien hallado, muchas gracias Daniel por invitarme al emboscado.

¿Qué es el pensamiento pluto? En mi libro, El malestar de las élites y la revolución de la agenda, utilizo ese nombre para describir a una especie de ideología por defecto que tiene sus antecedentes como todas pero que alcanza su máximo apogeo y esplendor en torno a los años 90 y primeros 2000, más o menos en la época en la que yo estoy estudiando la carrera y los primeros años del trabajo.

Lo de Pluto viene es una especie de medio acrónimo con progresismo liberal tecnocrático.

Entonces, lo que yo sostengo es que la forma de pensar más o menos por defecto en mi entorno, pero yo diría que era lo más generalizado de la sociedad, era una especie de progresismo en el sentido de que había una creencia muy fuerte en el sentido de la historia, en que la historia iba hacia adelante y hacia arriba, liberal porque se apoya en premisas liberales sobre todo políticas, es decir, lo más importante para la vida en común se considera que son las instituciones liberales, luego también era muy liberal económicamente pero yo ahí por ejemplo no compro la idea de que era puro neoliberalismo, es decir, por ejemplo la Europa continental era una forma de más o menos de socialdemocracia, por eso no utilizo el término neoliberalismo y por último es tecnocrático en el sentido de que pretende que para cada problema que vivimos, que tenemos en nuestra sociedad hay una solución técnica, una solución tecnológica en el sentido que se suele entender muchas veces, es decir, de una tecnología concreta que se puede aplicar pero también en un sentido más amplio, el propio derecho es una tecnología y se aplica como una tecnología para resolver problemas sociales.

Para mí es una forma de ver el mundo que simplificaba mucho la realidad y que se explica también por cuestiones un poco por el momento histórico en el que surge, había caído el comunismo y prácticamente parecía que la única alternativa era el liberalismo, el capitalismo de libre empresa y que a través de la tecnología, del progreso tecnológico de la economía íbamos hacia un futuro espléndido de cada vez mayor prosperidad en la que incluso problemas políticos como por ejemplo la dictadura china caerían, caerían simplemente por la fuerza del progreso, por el poder de la prosperidad que nos iba a traer la tecnología y a través del comercio y había un optimismo, un optimismo muy fuerte por lo menos en mi entorno, otros espacios como veremos probablemente a la hora de la entrevista eran bastante más pesimistas, no lo veían así y plantearon otras propuestas pero así, muy resumidamente, eso es el pensamiento público.

¿Y de dónde viene esta tendencia de ver los problemas humanos como problemas técnicos? Viene de muy atrás, tiene antecedentes