#22 - Armando Zerolo - Contra la tercera España 614151

Escribió Machado aquello de «Una de las dos Españas adelarta el corazón».

Más dramático fue Larra, con un «Aquí yace media España, murió de la otra media».

La imagen de las dos Españas ha resonado en el imaginario colectivo durante generaciones, y ante el guerra-civilismo de esos dos bandos enfrentados, emerge una tercera España, moderada y conciliadora, como un refugio ante el enfrentamiento constante.

Pero, ¿y si la imagen de las dos Españas no fuera el retrato de la sociedad española que pensamos que es? ¿Y si esa tercera España, que se presenta como superior a las otras dos, no fuera sino un intento de imponer otras convicciones? ¿Y si realmente necesitamos la polaridad, la discusión y el desencuentro para funcionar en sociedad? ¿Y cuál es el mejor sistema para canalizar esas diferencias? ¿Necesitamos compartir la misma forma de ver el mundo para poder convivir? Para intentar responder a estas preguntas, hemos invitado a Armando Cerolo.

Armando es profesor de Filosofía del Derecho en la Universidad San Pablo CEU, columnista en el diario El Español y autor del libro Contra la Tercera España, una defensa de la polaridad.

En este episodio intentaremos emboscarnos, o irnos al bosque, perdernos entre el ramaje con el fin de profundizar en la idea de las tres Españas.

Hablamos sobre la necesidad de la polaridad para la vida política, sobre por qué la democracia liberal es la mejor vía para canalizar nuestras diferencias y sobre el peligro de los proyectos homogeneizadores que intentan imponerse desde uno y otro lado del espectro político.

Espero que lo disfruten.

Armando Cerolo, bienvenido.

Hola, muy bien, muchas gracias.

¿Cree que la imagen de las dos Españas es un cuento chino? Sí, hombre, cuento chino no, porque los cuentos chinos estaban hechos para entretener y eran invenciones.

Yo creo que la idea de las dos Españas es peor que un cuento chino porque es un mito utilizado para justificar ciertas posiciones, sobre todo rupturistas y guerracivilistas.

Entonces, lo que sucede con las dos Españas, es que más allá de la imagen poética de Machado, es una explicación maniquea del conflicto español dolorosísimo de la guerra civil que explica muy mal las razones de la guerra civil porque parece como si hubiese habido dos Españas previas, perfectamente unidas, identificadas, reconocidas y, sobre todo, representadas por unos partidos políticos o por unas posiciones políticas y que esas dos Españas, de un modo inevitable, fueron a la guerra.

Esto no coincide con la historia real de la guerra civil, la realidad de aquella España, que es muy parecida a la de éstas, que era una España muy plural, muy distintos ciertas regiones del sur entre sí, Asturias, Cantabrias, París Vasco, Cataluña, eran muy distintas y lo siguen siendo.

Yo creo que eso es un valor de nuestra historia porque no pasa en todos los países y el norte era muy distinto del sur y en el sur podríamos decir lo mismo, pero el este y el oeste también, el centro.

En España la realidad es que tiene una variedad histórica muy rica, muy plural, que no se explica porque hubiese dos Españas, una laicista y otra clerical, una de derechas, una de izquierdas, una rica y otra pobre.

Es una visión muy maniquea de la historia de España que explica muy mal aquel conflicto.

Ha escrito contra la tercera España, una defensa de la polaridad, y hay un momento del libro en el que usted dice que es de derechas, a pesar de lo que quiera reconocer o no, que la gente le reconoce a usted como de derechas y que por lo tanto lo es.

Estoy muy de acuerdo en eso de que las historias que nos contamos condicionan cómo nos entendemos y muchas veces da la sensación de que precisamente esa imagen de la derecha y la izquierda sirve también para encasillarnos un poco en determinadas posturas.

¿Cree que puede ser una imagen tan dañina la de la izquierda y la derecha como la de las dos Españas? Fíjate que te diría que no.

La idea de izquierda y la idea de derecha sí que hacen referencia a realidades.

Son muy simplificadoras y el propio concepto viene de un momento inmediatamente anterior a la Revolución sa donde en los estados generales unos se sientan a la izquierda y otros se sientan a la derecha y unos tienen unas posiciones más favorables al rey,