#21 - José Carlos Rodríguez - La fatal arrogancia 6x1a5p

A lo largo del siglo XX, los mundos de la política y la economía quedaron impregnados por una profunda fe en la capacidad humana de planificar, rediseñar y organizar la sociedad desde arriba. Se creyó que, con el conocimiento suficiente, podríamos construir sistemas sociales perfectos, eliminar el error, la injusticia y el caos. En medio de la euforia colectivista que condujo a un crecimiento sin precedentes del tamaño del Estado, apareció una figura que advirtió que el hombre estaba cayendo en una fatal arrogancia.

Esa figura fue Friedrich Hayek. ¿Pero en qué consiste esa fatal arrogancia? ¿Puede un órgano central diseñar o modificar el funcionamiento de la sociedad del mismo modo que se diseña o modifica una máquina? ¿Qué sucede cuando existe demasiada distancia entre gobernantes y gobernados y los primeros pueden alterar sustancialmente la vida de los segundos? ¿Realmente necesitamos a un Estado Providencia, omnipresente, para mantener el orden social? Para intentar responder a estas preguntas hemos invitado a José Carlos Rodríguez.

José Carlos es periodista. A lo largo de su trayectoria ha sido director de la Fundación Numa y del Instituto Juan de Mariana, ha trabajado como redactor jefe en medios como Votmedia y La Gaceta y ha colaborado con otros como The Objective, Disidentia o Libertad Digital.

En este episodio intentaremos emboscarnos, oírnos al bosque, perdernos entre el ramaje con el fin de profundizar en la noción de la fatal arrogancia. Hablamos sobre órdenes espontáneos, sobre la necesidad de respetar y conservar las instituciones heredadas y sobre la necesidad de mantener una actitud de humildad intelectual que haga frente a la soberbia de quienes pretenden imponer al prójimo un modelo de vida. Espero que lo disfruten.

José Carlos Rodríguez, bienvenido.

¿Qué tal? Encantado.

Igual para introducir un poco a quien pueda estar un poco perdido, a quien pueda no tener mucha idea, ¿quién fue Friedrich Hayek? La respuesta quizás es más compleja de lo que puede parecer en un primer momento porque el personaje es muy rico y muy complejo y la verdad es que yo me he ido dando cuenta con el tiempo, ¿no? Por lo que se conoce a Hayek es principalmente como economista y de hecho obtuvo el premio Nobel de Economía, pero es mucho más que eso. Él mismo decía que un economista que no supiera de economía, que supiera solo, que fuera solo economista, pues no era un buen economista.

Aparte de sus aportaciones originales en teoría económica, que si quieres podemos hablar de ellas, pues también tuvo aportaciones muy significativas en el ámbito de otras ciencias sociales en general, de la metodología de las ciencias sociales. Formuló una teoría o desarrolló una teoría que ya existía, pero él digamos que profundizó en ella, sobre la evolución de las instituciones, que es realmente notable.

E incluso tiene un libro que ha tenido poco impacto hasta recientemente, que se está estudiando bastante, que se llama El orden sensorial y que es un viejo proyecto que tenía de joven de estudiar cómo funciona la mente. Él acaba formulando su propia teoría y es un libro fantástico porque se formuló ideas que entonces parecían quizá un poco extrañas o aventuradas y que luego se han confirmado con las décadas y también es otra pieza que encaja en el conjunto del pensamiento de Hayek.

Esto con respecto a sus ideas y luego el personal mente, bueno, nació en Viena en 1899, en aquella Viena del cambio de siglo espectacular, que dado los intelectuales más importante del siglo XX. Y bueno, él al principio no sabía si dedicarse a la medicina o la biología o a la economía, al final tiró por el derecho de la economía. Estuvo en Londres, en el London School of Economics, donde se convirtió seguramente en el momento en el economista más famoso del mundo. Tuvo un buen trabajo.