248 Mirar amable 255tu

Mira más amable no nos damos cuenta de cuánto influye no únicamente en los receptores sino sobre todo en nuestro ánimo mirar o analizar lo que sea que tengamos ante los ojos con un talante flexible comprensivo y apaciguador y no solo por estudiar las cosas desde una perspectiva mucho más elogiable y jugosa sino porque suavizar lo que se nos muestra delante es una forma de entender la realidad que nos rodea de manera más simpática más acogedora y más manejable sin olvidar que ese modo de ver y entender el escenario que se nos ofrezca dulcifica lo que sea que tengamos que atender afrontar o atajar con frecuencia tendemos a pensar que ser paciente tolerante o indulgente nos coloca ante los demás como seres blandos y maleables lo cual provoca que haya ocasiones en las que dejamos de lado esa vertiente para no dar la apariencia de débiles y no nos percatamos de que lo que hacemos es marcar distancias que sólo empeoran algunas situaciones de que abrimos brechas en comunicaciones que podrían ser más sencillas distendidas y fructíferas y de que dejamos la puerta abierta a incomodidades y malestares gratuitos porque ser transigente oh benevolente no tiene por qué ser un signo de falta de carácter o de personalidad endeble sino que puede obedecer a un intento de contribuir a la mejora de cuanto nos circunda o a la tranquilidad y sosiego de quienes están a nuestro lado yo creo que deberíamos tener la suficiente amplitud de miras para entender que la mayor parte de las cosas son relativas que cualquier cuestión se ve de una u otra manera dependiendo de cómo y con qué la compares hemos por poner algún que otro ejemplo prosaico no es lo mismo percibir alguna circunstancia determinada desde el prisma de estar gozando de salud que desde la condición de encontrarse doliente o bajo el yugo de una enfermera o no es comparable observar multitud de asuntos cotidianos desde el plano de hallarse en una posición acomodada y boyante que desde la perspectiva de descubrirse en un estado precario y cubierto de carencias por lo cual y como ignoramos que esconde la piel del otro una actitud ponderativo o permisiva o elogiosa tiene la casi garantía de lograr más beneficios y obtener muchos más provecho los que otra grave adusta correctora o despreciativa además dejarnos llevar por el afán de reconvención cuando observamos actitudes que parecen pedirlo requiere cuando menos que lo llevemos a cabo con delicadeza porque reprender reprochar tratar de poner a alguien en su sitio rara vez obtiene el resultado buscado más bien lo contrario y solo conduce a enrarecer el ambiente hacer tóxico el aire y despertar irritaciones si solo nos detuviéramos un instante a valorar las bondades y los ventajosos efectos de un reaccionar amable en contraposición a un responder crítico y amonestados