Dando Caña | 20/05/25 5e271q

Hoy España ha sufrido una de esas haverías que hace saltar todas las alarmas, literalmente. Una caída en la red telefónica ha dejado fuera de servicio durante más de una hora el teléfono de emergencias 112 en varias comunidades autónomas. El fallo, calificado por la compañía como una incidencia puntual provocada por las tareas de actualización, ha impedido las llamadas al 112, ha afectado al uso de internet y ha dejado inoperativos teléfonos fijos en zonas clave del país. La comunidad valenciana fue una de las primeras en informar de este apago. En emergencias activó, avisó de ese problema a las 8 y 18 de esta misma mañana.

La Generalitat Valenciana se ve obligada a activar un nuevo número alternativo que hasta ahora sigue funcionando, que es el 963 428 30 para atender a la población. Una medida improvisada, aunque necesaria ante la ausencia de un canal vital para cualquier emergencia. Casi hora y media después el servicio ha vuelto a funcionar con normalidad, pero no ha sido un caso aislado. También en Galicia, Andalucía, País Vasco, Aragón o Castilla-La Mancha han sufrido esta caída. En Galicia, por ejemplo, se optó por redirigir las llamadas a través de otro operador. Una maniobra técnica que evitó ese colapso, pero que ilustra hasta qué punto la infraestructura básica de telecomunicaciones en España depende demasiadas ocasiones de un solo proveedor.

Telefónica ha señalado que los trabajos en la red han afectado a servicios puntuales en algunas empresas. Lo que es cierto es que esas empresas incluyen, entre otros, a esos sistemas de emergencia de diferentes gobiernos autonómicos. Y la afectación, lejos de ser anecdótica, ha puesto en jaque la capacidad de respuesta ante una crisis en territorios enteros. Curiosamente, los s particulares no se han visto afectados. El fallo, según se ha conocido, ha impactado sobre todo en empresas e instituciones, las mismas que sostienen esos servicios esenciales.

Y aquí surge la pregunta inevitable. ¿Cómo es posible que una simple actualización deje fuera de combate, aunque sea temporalmente, al 112? En un país donde se debate con mucha frecuencia sobre digitalización, la ciberseguridad o la modernización de infraestructuras, una interrupción como esta no es sólo una avería técnica. Es un aviso, al igual que vimos con el propio apagón energético que dejó a toda España sin energía durante demasiadas horas. Un recordatorio de que los sistemas críticos no pueden depender de la fiabilidad de una única red, ni de trabajos de mantenimiento que no contemplen un plan adecuado. La red, eso sí, ya se ha recuperado a lo largo de la mañana, pero la confianza, una vez más, ha quedado en entredicho.

Buenos días, es martes, es día 20 de mayo y en el Santoral del día de hoy celebramos San Bernardino de Siena y Santa Lidia de Tiátira. Muchísimos asuntos encima de la mesa. No sólo les contaremos qué es lo que ha pasado con el servicio de telefónica esta misma mañana, sino que tenemos que volver a hablar de todas las consecuencias y el debate que se abrió, una vez más, sobre la energía nuclear después del apagón de finales del mes anterior.

Hablaremos, por supuesto, el largo y tendido de corrupción, con todos los casos que salpican al gobierno de Pedro Sánchez, en un martes donde Israel vuelve a estar en el foco. ¿Por qué? Porque el Partido Socialista la moncloa. Por tanto, también así lo busca para evitar que se hable de otras cuestiones. También hablaremos de muchos más asuntos, así que quédense con nosotros en estas próximas dos horas aquí en Dando Caña, que comenzamos, como siempre, con el comentario de Yusef María Francas. ¿Qué tal? De momento bien, y dentro de un rato espero estar mejor, porque hoy veo que aprenderé mucho con los contertulios. A ver, yo antes una previa.

Yo suelo traer ahora, o suelo comentar alguna noticia que veo en otros medios, porque los que damos nosotros ya supongo que entran después, con lo cual por eso voy buscando. Entonces hoy me ha chocado una cosa de Libertad Digital, que no es nueva, pero me ha recordado un tema, se titula así. Un Nobel, un ex de la NASA, que es un tal Spencer, y científicos españoles alertan del fracaso total de los modelos climáticos.

Y como no sabía que venía José Ramón, porque si no igual hubiera omitido el tema, pues me he lanzado a hacer unos comentarios sobre este tema, porque es evidente que con el tema medioambiental nos están llevando al huerto, y además no con base científica, sino con base ideológica, imaginativa, que es lo peor, pero tragamos directamente, porque eso del miedo es una cosa que nos mueve mucho. Entonces en el artículo este, que fundamentalmente se basa en los análisis de un premio Nobel muy conocido, que es Cla, llega a cuatro cosas que me parece que es muy importante resaltar. Una, que se sobreestima al calentamiento. Dos, que se supone, dan por supuesto todos que es de origen humano, y eso no es verdad.