El espejo del tiempo 1p2l3w

Hora de abrir bien los ojos, de estar preparados, de no distraerse ni un instante, hora de oscuridad y de presagios.

Ha sonado la hora del escalofrío.

Les presentamos esta noche el relato fantástico titulado El Espejo del Tiempo, original de José Luis Fernández de Sevilla.

Lo he encontrado Juan, es terrible y maravilloso.

Cada vida concreta, cada vida que vivimos es una pura interrupción en la interminable línea de nuestra existencia.

No lo dudes, todos hemos ido ya, otras veces, en muchos lugares y en distintas épocas.

Tus descubrimientos son teosofía o ciencia? Qué afán de separar y dividir, todo es una misma cosa.

Ese es el gravísimo error de la humanidad, intentar explicar las cosas cada uno por distinto camino y negando la validez de los caminos ajenos.

Hace falta que todo se complete un día, que se reúnan las piezas sueltas, porque todas se encajan.

Bien, tú has solicitado mi colaboración y estoy dispuesto.

¿Qué tengo que hacer? Nada, solo dejarte conducir.

Escucha, es tan sencillo.

El secreto de todo está en nuestra memoria, pero el recuerdo se interrumpe cada vez.

Se sepulta en el abismo.

Solo hay un medio de encadenarlo, comenzar en el presente y seguir hacia atrás, sin miedo, sin vacilaciones.

Yo he encontrado la manera de dirigir la mente, de romper todas las fronteras del tiempo.

Yo, un psicólogo español, sin pretensiones de universalidad, apenas sin medios.

Cuenta conmigo.

¿Qué tengo que hacer? Casi nada, lo principal ya está hecho.

La semilla es esa cápsula que te he inyectado.

Despersonaliza, ¿comprendes? Produce un resultado parecido al llamado suero de la verdad.

Dentro de algunos minutos empezará a hacer defecto.

Todo esto asusta, Miguel.

Me parece como un viaje con peligro de no poder regresar.

Puedes confiar en mí, Juan.

Nos conocemos desde niños, somos amigos.

Nunca te expondría nada peligroso.

Pues adelante.

Ahora reposa tranquilo en este sofá.

El camino final es la hipnosis.

Vamos, así.

Descansa.

Cierra tus ojos en aquel círculo plateado.

Va a comenzar a girar muy pronto.

Después irás recordando.

Caminarás hacia atrás.

Llegarás a tu primera niñez.

Luego a la sensación puramente instintiva de los primeros días de tu nacimiento.

Y seguirás.

Seguirás descendiendo en el tiempo.

Y te encontrarás a ti mismo en otra parte.

No sé dónde, Juan.

Y no será un sueño, sino recuerdo.

Memoria anterior recuperada de un solo golpe.

Pero no te impresiones demasiado.

Vivas lo que vivas porque el único peligro está en el corazón cuando se regresa.

Puede ser una espantosa pesadilla lo que te aguarda.

Y las pesadillas son peligrosas para el corazón.

Vamos.

Mira el disco.

Olvídate de todo.

Juan dejó de sentir el cuerpo.

Era como una masa inerte que fuera cayendo en el vacío.

Y ante él como un ser vivo.