Voces de ultratumba 2968k

Hora de abrir bien los ojos, de estar preparados, de no distraerse ni un instante.

Hora de oscuridad y de presagios.

Ha sonado la hora del escalofrío.

Es la hora. Tiene que pasar de un momento a otro.

¿Pero quién, Dennis? ¿Quién? Ella. La criatura más adorable del mundo, Larry. Pasa todas las tardes a esta misma hora.

Nos vamos a congelar aquí. ¿Por qué no entramos en el café? ¿Es que vas a presentármela? ¿Qué más quisiera? Va siempre con su padre, el Dr. Hacker.

No lo conozco. Pero podría abordarle yo mientras tú tratabas de hablar con ella, si es eso lo que pretendes.

Porque si no, ¿para qué me has citado en esta esquina solitaria junto al parque? ¿Sólo para ver a una mujer paseando del brazo de su padre? Allí está. Ya se acercan.

¿Pero cómo? ¿En ese coche cerrado? ¿Y así es como pasa todas las tardes? En verano van en coche abierto, pero empieza a hacer frío y es natural. Violeta está muy delicada.

¿Violeta? ¿Se llama Violeta? ¿Cómo lo sabes? ¡Calla! ¿No la ves a través de los cristales, sentada junto a su padre? Es muy hermosa, ¿verdad? Tiene un bonito perfil. Y un cutis blanco, como la cera.

Es hermosa, ¿verdad, Larry? Solo la he visto un momento, pero comprendo que te hayas enamorado de ella.

Su sombrero es muy bonito. Parece una mujer elegante.

El coche se ha detenido delante de esa tienda. El doctor se ha bajado y cruza la cera.

Es tu ocasión, Dennis. Corre a hablar con ella.

Ya sé lo que tengo que hacer. Tú entra en el café y espérame. ¡Vuelvo enseguida! Estos enamorados están todos locos de remate.

Buenas tardes, señor. ¿Qué va a tomar? Tráigame dos whiskeys.

¿Dos, señor? Sí, uno con soda y el otro solo. Espero un amigo.

Ah, bien. Enseguida, señor.

Aquí, Dennis. Pronto ha terminado tu entrevista. ¿Qué es eso? ¡Una carta! ¡De ella! ¡Al fin! Los whiskeys, señor.

Gracias.

Eh, Dennis, que el mío es ese. ¿No lo tomas tú siempre con soda? Perdona, estoy tan nervioso. ¿Me dejas que la lea? En voz alta, si quieres.

¿Sabes lo que me dice? Sí, no me lo has leído todavía.

Escucha. Te amo, Dennis. Pero mi padre se opondrá siempre a nuestras relaciones. Me tienes clavizado.

Esta noche cena afuera. Ven y te lo explicaré todo. No faltes. Tuya, Violeta.

¿Qué te parece? Esconde esa carta. Deprisa.

¿Por qué? En la ventana, por encima de las cortinas, un hombre nos está observando. No, no vuelvas la cara.

Puedes verle a través del espejo que tengo detrás. Llevo una barba gris y unos lentes ahumados. ¿Sabes quién es? Sí, es el padre de Violeta.

Considero peligroso que te arriesgues a entrar en la casa durante su ausencia. Ese doctor hacker tiene un aspecto inquietante.

¿Y qué me dices de la casa donde viven? ¿Es esa? No está mal. Con su pequeño jardín y de tres plantas. Buena casa, pero algo siniestra.

¿Por qué no quieres que te acompañe? Puede ser una encerrona.

¿Una encerrona? No te entiendo.

Todo esto es muy extraño, Dennis. Padre tiene que haberse dado cuenta de tu interés por su hija.

Llevas varios meses viéndolos pasear en su coche de caballos por el parque.

Siempre a la misma hora le esperas en el mismo sitio y un buen día el coche se detuvo ante la tienda de ese anticuario.

Solo tuviste tiempo de acercarte al coche y de deslizar una tarjeta tuya con una frase de amor a través de la ventanilla porque hacker salía de la tienda.

Y dices que te ves bien.