
Guerra de la Independencia Griega. El nacimiento de un nuevo estado | María Asunción Vicente Valls 5m492w
Descripción de Guerra de la Independencia Griega. El nacimiento de un nuevo estado | María Asunción Vicente Valls 5l12l
Si quieres ver la conferencia pincha aquí: https://youtu.be/WJ9gP5iIe5Q En esta conferencia, nos adentraremos en la Grecia de principios del siglo XIX, un país que comienza a despertar la conciencia de ser depositario de un legado cultural universalmente irado. Tras más de cuatro siglos de dominio otomano, conocido como la turcokratia, el pueblo griego se alzó en 1821 en busca de libertad y reconocimiento como estado soberano. Lejos de ser un proceso romántico, la guerra fue despiadada y cruel por ambos bandos, desarrollándose en una tierra abandonada a su suerte. Sin embargo, las matanzas y el auge de los movimientos filohelenos en Europa llevaron a las potencias de la época a intervenir, reconociendo la deuda cultural que tenían con el pueblo griego y apoyándolo para alcanzar su lugar en la historia como una nación independiente. Conferenciante: Dª. María Asunción Vicente Valls. Farmacéutica. Escritora. Divulgadora de Cultura Clásica. Vocal - Sección Historia (Ateneo Castellón). 612m2z
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Yo voy a intentar explicar un tema complejo de una manera sencilla, únicamente con los acontecimientos que, en mi opinión, fueron más trascendentales en el desarrollo de este conflicto, que conmocionó a toda Europa y que es muy poco conocido por el gran público.
Ahora estoy un poco preocupada porque veo que en las diapositivas que he traído me sale una raya que no tenía que salir y no sé si es cuando lo hemos puesto.
Comenzaré con una introducción para situarnos en el contexto de la época y en el escenario en el que se desarrollan los acontecimientos.
Grecia es un país que, como todos, ha tenido que cargar con su pasado.
Siempre hemos pensado, como decía antes Antonio, en ella refiriéndonos al mundo antiguo, porque el peso de la antigüedad griega ha sido el origen de su éxito, pero al mismo tiempo también el origen de su desgracia.
Fue muy grande la importancia que tomaron en el siglo XIX la lengua y la cultura clásica y durante esos años hubo todo un renacer de lo clásico.
Ahí tenemos a los padres fundadores de los Estados Unidos que se inspiraron en los clásicos y este renacer fue determinante para que los griegos tomaran conciencia de que eran los herederos de un legado cultural que el mundo iraba, respetaba e inspiraba.
Incluso hoy en día todos somos conscientes de que tenemos una herencia cultural griega con 3.000 años de antigüedad.
Los primeros nacionalistas griegos buscaron su inspiración en el pasado clásico y olvidaron un poco la época bizantina, que luego poco a poco se fue corrigiendo en una línea histórica que pudiera unir la antigüedad, la época medieval, la edad moderna o la contemporánea, redescubriéndose el pasado bizantino como lo que fue un imperio glorioso hasta su caída, hasta su final, en 1453, con la toma de Constantinopla por los otomanos, un hecho que aisló al mundo griego de acontecimientos históricos que fueron cambiando Occidente, como fue el Renacimiento, la Reforma, la Contrarreforma, la Revolución Científica, la Ilustración, la Revolución sa o la Revolución Industrial.
Existió pues una frontera, una frontera que también fue una frontera marcada por la fe, una fe ortodoxa muy conservadora que ponía el límite en el Imperio Otomano con el resto de Europa con el catalocismo imperante.
Como podemos ver, ese legado cultural y político de Grecia había mantenido al país aislado de las corrientes europeas y carecía de una entidad europea clara.
Aquí es importante destacar que el movimiento nacionalista griego que condujo a la Guerra de la Independencia y abocó luego a la Constitución de Grecia como Estado-Nación fue el primero en surgir en un medio no cristiano porque surgió en el Imperio Otomano.
Los otomanos después de la toma de Constantinopla, el 29 de mayo de 1453, fueron consolidando poco a poco su poder sobre todas las zonas del mundo griego que estaban bajo su esfera de influencia.
Y se vieron en la necesidad de plantearse cómo istrar esos territorios tan vastos y además llenos de pueblos con creencias diferentes que abarcaban parte de la península balcánica, norte de África y próximo oriente.
Y lo hicieron de una manera peculiar, agrupando a las distintas poblaciones en lo que se denominaban milets que se configuraban en base a la confesión religiosa.
Así aparecen el milet musulmán, el milet judío, el milet armenio-gregoriano, el milet protestante, el milet católico y el milet ortodoxo que era el mayor después del musulmán, el que los turcos denominaron milet griego.
La Iglesia ortodoxa disfrutó de una gran cantidad de privilegios con los sultanes otomanos que fue mucho mayor que la que disfrutaron con los emperadores bizantinos, cristianos, extendiéndose la autoridad del patriarca sobre los fieles ortodoxos mucho más lejos de lo estrictamente religioso.
Como compensación a este elevado grado de autonomía se esperaba, por supuesto, que el patriarca y toda la jerarquía ortodoxa actuarán como garantes de la lealtad de todos esos fieles ortodoxos que debían al sultán.
Así pues, al estallar la revuelta en 1821, se ahorcó en unas condiciones de gran brutalidad al patriarca Grigorios porque los otomanos consideraron que había fracasado.
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