Historia en vivo - Arte y educación Parte 02 6t6w13

Historia en vivo, un diálogo entre el pasado y el presente de México, historia en vivo con la maestra Berta Hernández, XEQK, Radio Ciudadana, todas las voces, montones de aventuras, ceremonias, intercambios de banderas, bailes exóticos, basquetbolistas en una azotea, elefantes, claro, todo eso y más cabe nada menos que en el edificio de la Secretaría de Educación Pública, cuya historia hoy seguimos aquí contando, ¿por qué? Pues porque esto es historia en vivo y ¿qué creen? ¡Viene Pavel Luna! Buenos días comunidad, qué gusto estar con ustedes esta mañana de sábado, aquí, aquí en historia en vivo, donde continuamos esta conversación que teníamos la semana pasada con Pavel Luna. Hola Pavel, bienvenido.

Querida Berta, queridos amigos, me da muchísimo gusto estar otra vez aquí y me da mucho más gusto que todos ustedes nos estén escuchando, recibiéndonos como cada sábado. Ya lo saben, arroba Berta Historia. Arroba Pavel Lunes. Y nos pueden tuitear todo lo que nos quieran decir acerca del rumbo de la Secretaría de Educación Pública o del propio edificio. Lo han visitado, lo recuerdan, ¿qué conocen de él? A lo mejor cuando eran niños los llevaron como parte de una visita o eran niños aplicados y a lo mejor les tocó conocer alguna oficina de la que hoy vamos a hablar. Así que acomódense, acomódense porque dejamos precisamente la semana pasada a un tal Pepe Vasconcelos yendo a literal a caer sobre el buenazo de Adolfo de la Huerta.

Y conste que a lo mejor los queridos amigos, colegas que hacen historia política van a decir, espérate, ¿cómo que el buenazo de Adolfo de la Huerta? La verdad es que hay que decir que Adolfo de la Huerta tenía una beta, yo diría que humanista, muy interesante, además él involucrado con el ejercicio de las artes y finalmente como que un hombre mucho más como con miras de constructor, ¿no? Que no le haya dado tiempo, que su habilidad política a lo mejor no le haya dado para acabar convirtiéndose en un líder con más duración, digamos, en la historia política de este país. Bueno, eso es otro asunto, pero vámonos a 1920, a 1921, cuando está en marcha el proyecto de la Secretaría de Educación Pública y todas las semanas José Vasconcelos va a visitar a Adolfo de la Huerta, sí, a las oficinas de la Secretaría de Hacienda, ahí en Palacio Nacional.

Y ¿cómo a qué va, Pabel? O sea, ¿de qué se trata eso de ir cada ocho días puntualito a ver al pobre de Adolfo de la Huerta que tenía que trabajar el sábado? Bueno, pues resulta que iba nada más y nada menos que a recoger el dinero, no un cheque, ojo, no, iba a recoger el dinero en cash para financiar la construcción del edificio de la Secretaría de Educación Pública. Es que esto es un proceso loquísimo, ¿no? Ya me imagino a Vasconcelos ahí parado en el patio del enorme edificio, bueno, en el enorme patio que él convirtió en dos patios, con su lana, para pagar la raya cada sábado. Claro, y eso tiene que ver con un profundo sentido pragmático que tenía Vasconcelos. Vasconcelos no tiene tiempo que perder, no puede estar perdiendo el tiempo en burocracia, en ir y venir, no, no, no, no. Él necesita construirle una sede a la Secretaría pronto y bien. Pero además tiene un particular