Kevin Durant, el príncipe prometido que se convirtió en Anakin Skywalker 156k2r

Bienvenidos y bienvenidas a esto, no es un podcast en EVA, el programa de los que odian el 3D Live.

Mi nombre es Sergio Rabinal y me acompaña una semana más, te diría yo, que es ya la segunda vez que grabamos en esta semana.

Hacía tiempo que no hablaba tantas veces contigo en tan poco tiempo, Javier, r.rodríguez.

Bueno, y de hecho el fin de semana lo tengo bastante libre, que estoy de Rodríguez, valga la redundancia, no se me hacen mis apellidos.

Sí, en tu caso es Javier Rodríguez Ídem.

Claro, pues este fin de marzo es Rodríguez, así que si quieres adelantar un programita más.

No creo que ahora ya nos pise la actualidad.

No, no, no, no, no, no, no, no.

Yo no sé que tenéis, no puedo además porque me toca este fin de semana Copa del Rey, pero no sé que tenéis los de Castilla y los de León con reproduciros con la gente de vuestro mismo apellido, porque mi señora, su padre se llama Martínez Martínez, que para mí es Remartínez.

Yo tenía un colega de Soria que era Aldea Romero, Aldea, Aldea.

Sí, sí, sí.

No te digo como yo que solo hay como 50 Rabinares en toda España.

Gracias a Dios.

No, pero yo por lo menos para el tema de la consanguinidad y tal, tengo un Rodríguez que viene de Galicia y el otro sí que es de Valladolid, con lo cual lo he esquivado un poco creo.

Entonces, ¿llevas construyendo toda tu identidad al respecto de que eres de León mientras tienes a uno de Galicia y otro de Valladolid? A ver, lo primero, lo primero, el que es de Galicia, si no me equivoco, era el padre de mi tatarabuelo, con lo cual ya bastante asentado en León, obviando el hecho de que...

Esto me huele a cierto pintor austríaco.

Sí, y digo, aparte obviando el hecho de que tú eres Galicia y León, somos parte de una identidad firme y genia, a la cual Valladolid reconquistamos, con lo cual nuestro error fue seguir conquistando más adentro, ya te lo he dicho muchas veces.

Claro, claro.

Y ahí luego llegasteis a Zaragoza y nos tuvimos que quedar con vuestra bandera.

Claro, ganaba por vuestro escudo, hasta las alcantarillas tenía nuestro escudo, no solo ya en el equipo de fútbol y la ciudad, no, no, hasta las alcantarillas.

Claro que eso se ha servido, que se han colonizado a los castellanos.

Anda, toma por culo, encima fue Alfonso, creo que fue el séptimo, pero vamos, por favor, por el bien de la narrativa de este podcast, vamos a decir que fue el sexto, que se está enterrado en Sagún, que es el pueblo de, bueno, el pueblo del puro ala de mis abuelos.

Bien, bien.

Después de esta propia introducción típica ya de nuestros tejemanejes y cuitas entre las diferentes pueblos que componen el reino de las Españas, hoy queríamos hacer un programa que lo teníamos un poco más adelante en el tiempo, pero creo que esta semana merecía bastante la pena, porque queríamos hablar de Kevin Durant, con todo lo que ha estado pasando con el tema de que si lo iban a traspasar, que si se quedaba en Phoenix, las declaraciones, que es una de las razones también por las que te dije por la noche, oye, vamos a grabar sobre este hombre, que si no las habéis escuchado estarán por Twitter cuando le meten una muy buena pedrada a Ramón Aserbún.

Antes de entrar y dar paso a agradecer a Javi, Kevin Durant ha ido cambiando tantísimo a lo largo de su carrera de personalidad y de la manera que le tenemos de ver, que me parece un jugador súper, súper interesante.

Sí, y encima tiene este punto que se ganó mucho la cercanía con el público en sus inicios y que luego se la volvió a ganar cuando se instanció, después de cierto momento que analizaremos.

Porque Kevin Durant creo que es el jugador más nosotros, entendiendo nosotros como público objetivo NBA que hay en la liga, porque el tío es un flipa del básquet, porque eso lo tiene.

Es un señor que lo que le gusta es jugar a baloncesto y es el típico que tendrá 55 años y cuando 3 contra 3 en el barrio les va a estorcer a todos y luego aparte que es un Twitter enfermizo.

Hay que recordar que este verano, estando en París, hora local de París a las 5 de la mañana, estaba en Twitter metiéndose en jaleos que ni le iban ni le venían.

Es decir, es que yo diría que nosotros si tuviésemos talento para algo.

Sí, sí, sí, el hecho de que tuviese la cuenta B me parece lo mejor que le ha pasado al mundo de NBA en muchísimo tiempo.

O sea, esa noche en la que se descubrió y se tapó todo es espectacular.

Es que además, ¿para qué quiere una B? Porque tampoco es que en la A fuese el tío más comedido del mundo, porque bueno, en el caso de Colangelo lo puedo entender porque su cuenta A era básicamente Linkedin y la B era un estroficio, pero qué bien duran ya, la segunda es un vertedero.

Bueno, para este episodio ya número 46 después de ahondar en la carrera.