Neandertal, tras la huella de otra humanidad 3j6o5e

Antes de que la larga historia de la humanidad desembocara en la aparición del hombre moderno, otras especies humanas, ya extintas, habitaron el planeta.

Durante más de 300.000 años, el hombre de Neandertal ocupó grandes territorios, desde Europa Occidental hasta el Altai, a través de Oriente Medio y Asia Central.

Hace unos 80.000 años, un grupo de Neandertales dejó restos de su viaje en las dunas de arena de la costa de Normandía.

Neandertal.

Tras la huella de otra humanidad.

Desde 2011, el arqueólogo Dominique Cliquet ha estado explorando el conjunto arqueológico del Erosel en Normandía.

Cada año, en verano, las excavaciones sacan a la luz cientos de huellas pertenecientes a uno de los hombres prehistóricos más famosos, el Neandertal.

Mira, ¿ves un pie derecho en esa dirección? ¿Eso? O a lo mejor es el izquierdo.

No sé, no estoy segura.

¿Es una huella? Sí, supongo.

Yo también lo creo, pero es pequeña.

Una pregunta, ¿la dirección es importante? Sí.

Es rara, pero es un pie, eso seguro.

Esto sí es un pie.

Es un poco más grande que los demás, pero a lo mejor fue un resbalón.

Este yacimiento es peculiar porque las huellas humanas están sin duda asociadas a los Neandertales.

Aquí se ve muy bien una huella adulta.

Se distingue claramente el talón, el arco del pie, el dedo gordo y los otros cuatro.

Esta huella destaca porque tiene casi todos los detalles.

Es una buena fuente de información para el estudio de la morfología de este Neandertal.

Para conservarla hacen falta condiciones muy especiales y esas condiciones las proporciona principalmente la dinámica del viento.

Es decir, en los suelos arcillosos se suele depositar arena que es arrastrada por el viento.

Este barranco es de hecho una trampa natural que ha conservado la arena traída por el viento hasta nuestros días con la formación de una masa de dunas muy grandes.

Hablamos de un espesor de 20 metros aproximadamente.

Estos estratos fangosos son muy interesantes porque han permitido conservar las huellas dejadas por los hombres prehistóricos que pisaron estos suelos relativamente blandos.

Avalanchas de barro y acumulación de arena a lo largo de decenas de miles de años.

El mar ha erosionado el antiguo sistema de dunas y ha sacado a la luz los estratos que corresponden a los asentamientos prehistóricos.

Poco a poco, el mar va devorando la costa y descubre a la vez que destruye muchos restos arqueológicos.

Con cada marea, el agua corroe un poco más el cordón de dunas llevándose una parte de las capas prehistóricas del Erosel.

Esta subida del nivel del mar que va devorando poco a poco la costa está obviamente relacionada con el desierto.