EL NUMERO AUREO O NUMERO DIVINO Px23 x3z5l

Vamos a correr un riesgo que los académicos no corren. Por enésima vez, vamos a caminar peligrosamente por las cornisas extremas de la imaginación con tal de no perder de vista una sola realidad posible, por fantástica que ésta nos pueda parecer.

Muy buenos días, muy buenas tardes y muy buenas noches. Bienvenidos a todos mis patrocinadores, bienvenidos nuevamente a un episodio más dedicado, única y exclusivamente a vosotros. Pasad, pasad. Esta es vuestra casa. Veréis, hoy en día la mayor parte de las personas cree que nosotros, el ser humano, estamos aquí por un extraño azar, un extraño azar que desembocó en la evolución, la evolución de las especies. Y no sólo de las especies, sino también de sus géneros, el género masculino y el género femenino.

A quien le pese, sólo hay dos géneros, el masculino y el femenino. Yo siempre digo que la diversidad sexual, evidentemente hay que respetarla y aceptarla, como no puede ser de otra manera. Pero, amigos míos, géneros, sólo hay dos. Les guste o no les guste a los huoquistas o a los violetistas, llamémosle como queráis. Y evidentemente no vamos a hablar de política, porque ya sabéis que normalmente no hablo de política.

Resulta que hay muchas personas que creen esto, que somos el fruto de una ecuación prácticamente imposible que derivó en la creación de centenares de miles de diferentes especies que hoy en día habitan el planeta Tierra. Los que me seguís hace tiempo ya sabéis que yo soy una persona profundamente creyente, creyente en una especie de Dios, una especie de fuerza universal, algo que no somos capaces de comprender, algo que no somos capaces de entender.

Algunos le llamamos Dios, otros le llaman Yahvé, otros le llaman, pues no lo sé, en el nombre y depende de la religión que sea, pero de cualquier manera hay muchas religiones que son monoteístas que también pues usan nombres singulares para definir esta cuestión. Veréis, yo no sé qué es Dios o qué es Dios, simplemente sé que existe, que es algo tremendamente complejo, algo que nosotros difícilmente podamos llegar a imaginar, algo que nosotros como seres humanos difícilmente podamos llegar a comprender, pero desde luego esto no implica, evidentemente, que vosotros podáis crear o pensar de una manera diferente.