PoliPepe#1660: Finales de Conferencia sin precedentes en la NBA 3t6f6n

Esto es PP Diario, Poli-Pepe.

Hola, ¿qué tal? Hoy estamos a martes 20 de mayo del año 2025.

Os hablo desde el barrio Dargüelles, en Madrid, en España.

Yo soy Pepe Rodríguez y este es el programa número 1660 de la sección polideportiva de PP Diario.

Hoy comienzan las finales de conferencia en la NBA y se vuelve a poner de manifiesto que estamos en la era de la igualdad y de la paridad en esta liga.

Es una era buscada, es una era perseguida por Adam Silver, el comisionado de la liga y, evidentemente, él como empleado de todos los propietarios de la NBA y de todo un equipo, es solo la cara visible de una idea que persigue la liga desde hace mucho tiempo.

Todas las normas que ha ido aprobando y también el convenio colectivo que se aprobó entre los propietarios y los jugadores ha ido derivando en la situación en la que estamos ahora, en la que, por primera vez en la historia, habrá siete campeones diferentes en siete temporadas consecutivas.

Algo que no ha ocurrido nunca en la NBA y que, francamente, ha ocurrido muy poquitas veces en la historia del deporte.

Alguna vez en el béisbol, me parece que lo oí ayer, o alguien me contaba ayer, que en la década de los 70, el béisbol y poco más.

Y da igual que sea deporte americano, que sean deportes europeos, que sea la Champions League, que sean las ligas.

Siete años seguidos, siete campeones diferentes.

Ese tipo de cosas no ocurren.

Y hay que tener cuidado con este equilibrio porque creo que la inmensa mayoría de los que seguimos el deporte norteamericano desde Europa, llegamos allí, o al menos desde España, llegamos allí después de haber estado un poco hartos de aquí el dominio del Madrid y del Barça, de querer ver que todos los que participan en una competición tienen opciones de ganarla.

Eso es un valor en sí mismo que la mayoría apreciamos.

Pero eso no puede estar en contraposición, no puede estar en un desequilibrio obvio con que existan también grandes equipos, grandes dinastías.

Las grandes dinastías son las que conforman la mitología del deporte y es lo que hace que tengamos más ganas de verlo, para ver si ganan, para ver si pierden.

Esto es común también a todas las competiciones.

Si existe un dominador o si existe una gran rivalidad, son más atractivas en ese momento que si es la casa de tocamerroque que cualquiera puede ganar cualquier año.

Tiene que haber una cierta continuidad en la grandeza para que estemos ante una era dorada.

Y no parece que la NBA esté en una era dorada en lo deportivo.

Claro que me dirá Dan Silver cuando escucha esto, muy bien, amigo mío, muy guapo, todo lo que dice está estupendo, pero resulta que estamos en ingresos máximos de toda la historia y no solo debido a la inflación, que es lo normal, que todas las competiciones o que todos los negocios, si van bien, crezcan en cuanto a lo que facturan debido a que cada vez hay más dinero y cada vez el dinero vale diferente.

Hace 20 años, si no comparativamente hablando.

A partir del año que viene, va a ser la primera vez en la historia que la NBA se convierta en la segunda liga en facturación del planeta, por detrás de la NFL, adelantando a la MLB, que nunca había sucedido.

La MLB, la Liga de Béisbol Norteamericana, había estado por delante de la NBA en cuanto a facturación.

No te quiero decir con respecto al fútbol europeo, que está mucho más atomizado, que hay muchas más ligas, campeonatos, que se venden los derechos de manera separada, que no existe una unificación del territorio europeo, que no es el mismo PIB en todos los países de Europa.

En fin, hay mil factores para indicar que las ligas norteamericanas siempre están por delante y que la NBA, en concreto, está en un periodo expansivo, en un periodo glorioso en cuanto a la economía y en cuanto al seguimiento, en cuanto al interés que despierta, sobre todo en redes sociales, en Internet, quizás no tanto en la propia audiencia televisiva, pero ¿a quién le puede importar cuando el final es que facturas más que nunca, sobre todo a través del dinero que pagan las televisiones? ¿Y eso proviene de esta igualdad? Pues su peso tendrá, su peso tendrá.

Yo, desde luego, como espectador, prefiero mucho más ese equilibrio, ¿sí? Que los 30 equipos que pertenecen a la NBA quieran ganar el anillo, me parece fundamental para entender mi pasión por las grandes ligas norteamericanas, pero que quede muy claro quién es el bueno y quién no, quién ha trabajado bien y está muchos años siendo candidato al anillo y siendo el rival a batir y quién no, cómo se desarrollan rivalidades de manera continuada porque se han hecho bien las cosas y se permiten hacer bien las cosas en las franquicias para que se sostenga en el tiempo.

Si no, si cada año hay equipos diferentes, bueno, esto tiene menos fuste, menos gracia.

Y me parece que ese equilibrio ahora mismo la liga no lo tiene.

¿Por qué? Porque los cuatro finalistas de conferencia son cuatro equipos bien diferentes, bien diversos, que no tienen por qué ser especialmente los mejores de los últimos años o de los años que vienen o que se esté construyendo ningún equipo al que batir de la manera que sea.

Los campeones de años anteriores ya no es que repitan título.